La huelga era un rumor a gritos desde hacía horas, ya que las negociaciones con la Alliance of Motion Picture and Television Producers (AMPTA), la asociación que representa a más de 350 productoras de cine y televisión -las más poderosas-, habían fracasado y se había recomendado a la junta directiva del sindicato anunciar la huelga. “Ante la intransigencia y las tácticas dilatorias de la AMPTP, el comité negociador de SAG-AFTRA votó por unanimidad para recomendar a su Junta Nacional una huelga”, anunciaron en un comunicado.
En la rueda de prensa, el sindicato ha afirmado que se encuentran tristes y que "no hay otra opción". "Somos las víctimas aquí. Los actores merecen un contrato que refleje los cambios de esta industria", han asegurado y confirmado que los actores dejarán sus trabajos hasta que se encuentre un acuerdo. "Por desgracia no nos han dejado alternativa. Estamos decepcionados con la falta de solidaridad y colaboración. Creo que este sindicato tiene la unidad para luchar por el futuro de sus carreras".
En dichas negociaciones participó de forma activa un mediador federal por parte del estado de California, ya que el cine y los rodajes es una parte muy importante de su industria que se verá afectada por la huelga. De hecho, el propio estado aporta en incentivos fiscales más de 300 millones de dólares al año para las producciones que se rueden allí. El miedo al parón ya había paralizado rodajes como el de The Island, la película de Pawel Pawlikowski con Rooney Mara y Joaquin Phoenix que debería rodarse en varios escenarios de Canarias; así como varios proyectos de Marvel como Blade o Thunderbolts o la segunda parte de Gladiator.
La presidenta del sindicato, Fran Drescher, famosa por su papel en la serie La niñera, aseguró tras las negociaciones que ellos actuaron “de buena fe” y estaban “ansiosos por llegar a un acuerdo que abordara las necesidades de los artistas, pero las respuestas de la AMPTP a las propuestas más importantes del sindicato han sido insultantes y una falta de respeto” hacia las contribuciones de los intérpretes a la industria. “Las empresas se han negado a participar de manera significativa en algunos temas y en otros nos bloquearon por completo. Hasta que no negocien de buena fe, no podemos empezar a llegar a un acuerdo. No tenemos más remedio que seguir adelante”, apuntó Drescher que en la rueda de prensa dijo que los CEO de las empresas y mucha gente de la industria debería avergonzarse por lo que ha pasado. La actriz aseguró sentirse engañada ante la prórroga de 12 días en la negociación que cree que solo fue una treta de las productoras para poder promocionar sus películas importantes en la campaña de verano.
Duncan Crabtree-Ireland, director de la ejecutiva nacional y al frente de las negociaciones dejó claro que “los estudios y las plataformas han implementado cambios unilaterales masivos en el modelo comercial de nuestra industria, mientras que al mismo tiempo insisten en mantener nuestros contratos congelados". "No es así como tratas a un socio valioso y respetado y a un colaborador esencial. Su negativa a comprometerse de manera significativa con nuestras propuestas y la falta de respeto fundamental mostrada a nuestros miembros es lo que nos ha llevado a este punto. Han subestimado la determinación de nuestros miembros, como están a punto de descubrir”, declaró en las horas previas al anuncio.
Igual que los guionistas, los actores exigen que sus contratos se revisen debido al cambio completo de paradigma que se ha producido por la llegada de las plataformas y las nuevas tecnologías. Las películas ya no se explotan comercialmente de la misma forma, y por ello deben revisar lo que se conoce como ‘residuals’, el dinero que reciben por derechos tras la explotación en salas de una obra y que hasta ahora era fácilmente calculable (se debía a las ventas de DVD y pases en televisión) y que con las plataformas ha cambiado radicalmente. En ese sentido los actores pedían, al menos, un bonus si las series en las que participaban se encontraban entre las más vistas de cada plataforma. El ocultismo con los datos de dichas empresas dificulta este punto, y son ellas las que se han negado en rotundo a esta medida.
Aunque la cara visible de esta huelga hayan sido estrellas como Meryl Streep o Pedro Pascal, las exigencias por los ‘residuals’ se produce para beneficiar a aquellos que no están en la cúspide del star system hollywoodiense. “Tienes que hacer 26.000 dólares al año para poder tener un seguro de salud, y hay muchas personas que cruzan ese umbral gracias a los pagos de los ‘residuals’. Se está ganando dinero y debe distribuirse de una manera que cuide a las personas que están en los márgenes”, dijo Matt Damon desde el photocall de Oppenheimer, cuyas entrevistas se han realizado estos días en Londres.
Las plataformas son las que se encuentran en el centro de los ataques. Los actores y actrices las acusan de haber impuesto el beneficio ante cualquier otro criterio, lo que les ha llevado a recortar costes y salarios. Es por ello que piden que en esta negociación se incluya un salario mínimo y subidas acordes a la inflación. Además, también señalan a una práctica que se instauró durante la pandemia y que se ha quedado, la grabación por parte de ellos mismos de sus castings. Aseguran que ese coste debe ser pagado por las productoras y no por ellos. El sindicato de actores ha subrayado que no se trata de “una lucha de actores contra los estudios, sino de trabajadores de todos los oficios y departamentos de la industria para evitar que las megacorporaciones erosionen las condiciones por las que se han luchado durante décadas”.
La controvertida Inteligencia Artificial también ha sido uno de los puntos de las negociaciones igual que ocurrió con los guionistas. Los actores temen que la AI pueda sustituir su trabajo o crear dobles de sus cuerpos, por lo que quieren que se regule su uso y el pago que recibirían en caso de que su trabajo se viera afectado en una película al usarla. Demasiados frentes abiertos en los que no se ha llegado a un acuerdo que si no llega pronto producirá un parón enorme en la industria.
Las consecuencias económicas pueden ser enormes para el estado de California y, más concretamente, para Los Ángeles, centro neurálgico de la industria del cine. Aunque los analistas no se atrevan a ofrecer cifras debido a la unión de ambos paros (guionistas y actores), sí que han cuantificado en que la actual huelga de los escritores está provocando pérdidas de 30 millones de dólares al día. Actualmente se llevan más de 70 días de huelga, por lo que la cantidad ya supera los 2.100 millones de dólares a lo que habrá que empezar a sumar lo que provoquen estos nuevos paros.
Los primeros eventos que sufran las consecuencias de la huelga de actores serán aquellos donde iban a acudir a promocionar sus producciones. Esto afectará de forma directa a la Comic-Con de San Diego, que comienza el 19 de julio y que atrae cada año a más de 135.000 asistentes. Este año los guionistas no iban a formar parte de los paneles donde las majors presentan sus grandes apuestas, y muchas de ellas incluso habían declinado la invitación de participar ya que no tenían grandes proyectos en el horizonte debido a dicha huelga. La ausencia de actores lo complica todavía más y, según Deadline, muchos estudios se encuentran esperando a ver qué deciden hacer y cómo promocionarán sus títulos.
También estarán muy pendientes de la futura solución al conflicto los festivales cinematográficos de otoño, especialmente el de Venecia, que normalmente actúa de alfombra roja de Hollywood y da el pistoletazo de salida para los Oscar. Si la huelga continúa habrá que ver cómo solucionan la ausencia de estrellas para promocionar sus filmes. De hecho, la inauguración, Challengers, tiene a Zendaya como máxima figura. Conscientes o no de ello, el certamen ha anunciado su jurado en el que no hay ningún actor ni actriz de EEUU.
Al ya anunciado presidente Damien Chazelle se han unido los directores Jane Campion, Martin McDonagh, Mia Hansen-Love, Santiago Mitre y la ganadora del León de Oro del año pasado Laura Poitras. Completan el actor palestino Saleh Bakri y la actriz china Shu Qi. Ninguno de ellos puede verse afectado por la huelga. Si la situación se alargara hasta entonces todos los ojos estarán puestos en la ceremonia de los Emmy, que acaban de anunciar sus nominaciones y debería celebrarse el próximo 18 de septiembre, pero que podría trasladarse a finales de año si no se llega a un acuerdo durante el mes de agosto.