Friedkin, que nació en Chicago en 1935, dirigió también The French Connection. Contra el imperio de la droga (protagonizada por Gene Hackman, Roy Scheider y Fernando Rey) o Vivir y morir en Los Ángeles (1986, con Willem Dafoe), entre otros muchos filmes a lo largo de cinco décadas de carrera. The French Connection (1971) fue un gran éxito del cine policial que consiguió ocho nominaciones y cinco premios Oscar (Mejor película, Mejor director, Gene Hackman por su interpretación, Mejor Guion adaptado y Mejor Montaje). Según contó el propio Friedkin, la inclusión de Fernando Rey en el filme, que contiene una de las grandes escenas de persecución policial de la historia del cine, se debió a un error. El cineasta solicitó a su director de cástin que contratara al actor español que había visto en la película de Buñuel Belle de Jour. Friedkin, en realidad, quería a Francisco Rabal. Cuando Fernando Rey se presentó en el rodaje, estuvo a punto de ser despedido pero el nulo inglés y la falta de disponibilidad de Rabal ayudaron a que el español mantuviera el papel.
Tras The French Connection, Friedkin dirigió El exorcista en 1973, la adaptación de un best seller de William Peter Blatty, quien también firmó el guion, sobre una posesión demoníaca que supuso un gran éxito en las taquillas y que le trajo al director su segunda nominación al Oscar, de las cuatro que consiguió a lo largo de su carrera. La película recibió 10 nominaciones pero solo se llevó los premios a Mejor guion adaptado y Mejor sonido. No obstante, supuso la primera nominación al Oscar de una película de terror. Donde sí ganó fue en los Globos de Oro, consiguiendo el premio a la Mejor película, la Mejor dirección, la mejor actriz de reparto (Linda Blair) y el Mejor guion.
En 2017, William Friedkin recibió un homenaje a toda su carrera en el Festival de Sitges, recibiendo el Gran Premi Honorífic de este certamen. Allí contó que el retraso en el estreno de El exorcista en España no se debió a ningún tipo de censura sino a que él mismo exigió una minuciosa supervisión de los doblajes, que le llevó un año. Al conocer a Fernando Rey de su película anterior, le encargó a él la supervisión del proceso. En un largo encuentro con la prensa, explicó también cómo Rey acabó en su película y cómo quedo más que satisfecho de la resolución del entuerto. "Hay un Dios de las películas y ese Dios me dio a Fernando Rey", dijo.
Friedkin denostaba el cine de los 70, precisamente la década en la que se inscriben sus trabajos más exitosos, y también el cine actual. Por contra, admiraba el cine de los años 40 y 50, sobre todo a Mankiewicz y a Kazan.
En sus últimos años, trabajó también como director de ópera, como también hicieron otros cineastas como Franco Zeffirelli y Anthony Minghella. Desde 1999, por iniciativa de su amigo el director de orquesta Zubin Mehta, dirigió óperas en Tel Aviv, Florence, Turin y Los Ángeles. En 2006, siendo Plácido Domingo director de la Ópera de Washington, dirigió Duke Bluebeard’s Castle de Bartok y Gianni Schicchi de Puccini.