“Duane Davis es el líder del grupo de personas que cometieron este asesinato y preparó el plan que finalmente se llevó a cabo”, ha explicado este viernes el responsable del departamento de homicidios de la Policía de Las Vegas, Jason Johansson.
Tupac Shakur fue asesinado cuando apenas había publicado su cuarto álbum, “All Eyez on Me” —llegó a vender más de cinco millones de copias— y está considerado todavía como uno de los raperos más influyentes de EEUU. Su muerte abrió además un cisma entre las costas Este y Oeste del país que marcó la escena musical del hip hop durante la década de los 90.
El pasado mes de julio, la policía local procedió a registrar la vivienda de Davis y su mujer. Él ya había admitido en sus memorias que iba en el asiento delantero del Cadillac desde el que dispararon a Tupac Shakur y que fue el encargado de pasar el arma al tirador que iba en el asiento de atrás.
Davis también había implicado a su sobrino, Orlando “Baby Lane” Anderson, al asegurar que era una de las dos personas que iban en la parte de atrás del vehículo. Anderson ya era conocido además por haber estado involucrado en una pelea con Tupac Shakur ocurrida en un casino poco antes del tiroteo.
“Nadie podía saber que aquella pelea podría derivar finalmente en la venganza contra Shakur”, ha explicado la Policía ahora que parece haber atado los cabos. El sobrino de Davis murió dos años después que Skahur y siempre había negado cualquier relación con el asesinato del rapero.
La hermana de Tupac Shakur ha descrito la detención de Davis como una victoria en un comunicado emitido tras su arresto. “Se trata sin duda de un momento clave. El silencio de los últimos 27 años en torno a este caso ha dicho mucho a nuestra comunidad”, ha declarado la hermana del rapero, Sekyiwa “Set” Shakur. “Es importante que el país y el sistema judicial reconozcan la gravedad de su muerte”.
Tupac Shakur viajaba en la noche del 7 de septiembre en un BMW que conducía el fundador de la discográfica Death Row Records, Marion “Suge” Knight. Cuando esperaban en un semáforo en rojo, un Cadillac paró junto a ellos y empezaron los disparos contra el rapero, que falleció seis días después a los 25 años.
El único detenido por su muerte comparecerá esta semana ante la justicia, acusado de ser el cerebro que orquestó el plan para acabar con su vida, casi tres décadas después.