"Sigo diciendo que me voy a retirar. Bueno, ahora lo estoy", afirmó este fin de semana a la BBC. "Los únicos papeles a los que puedo aspirar ahora son hombres de 90 años. O tal vez 85. Ahora no hay personajes protagonistas de 90 años, son chicos y chicas jóvenes y guapos. Así que pensé: mejor me voy con todo esto", sumó.
También comentó que, de hecho, en un principio había rechazado el papel de su último largometraje, en el que compartió elenco con la actriz Glenda Jackson, fallecida el pasado mes de junio.
El adiós a la actuación de Caine no quiere decir que el británico vaya a dejar de trabajar. Dentro de un mes publicará la novela Deadly Game, en la que narra la las aventuras de un detective que no respeta la burocracia. "Desde hace años mi ambición era escribir un thriller. Es el género que más me gusta leer", explicó sobre el volumen.
El actor (Londres, 1933) es considerado uno de los grandes iconos del cine británico. Maurice Joseph Micklewhite fue el nombre con el que le bautizaron sus padres, pero decidió cambiárselo por Michael Caine a los 23 años, el nombre artístico que adoptó desde que comenzó a hacer castings para trabajar en la gran pantalla. Pero este no fue este el primer apodo por el que optó.
Previamente había pedido que se le llamara Michael Scott, pero su agente le obligó a modificarlo porque había otro intérprete que estaba usando el mismo a la vez. Esta conversación tuvo lugar en una cabina de teléfono, y su compañero le metió prisa porque quedaba poco tiempo para que empezara una nueva obra de teatro. El británico miró en ese momento a su alrededor. A su lado había unos grandes cines en los que anunciaban la película El motín del Caine. Le gustó el nombre y se quedó con él.
Previamente, con 15, abandonó los estudios para trabajar, hasta que fue destinado a combatir en la guerra de Corea durante un año. Al regresar comenzó a ejercer de asistente de la producción en un teatro, que fue lo que prendió la mecha de su vocación por la actuación. Poco a poco comenzó a conseguir pequeños papeles tanto sobre las tablas, como cine y televisión. Su primer protagonista fue Zulú (1964); y después le llegarían otros títulos como The Ipcress File (1965), donde encarnó al espía Henry Palmer y Alfie (1966).
The Italian Job (1969), El último valle (1970), The man who would be king (19785), Vestida para matar (1980), La calle de la Media Luna (1986), Curtain Call (1998), The Quiet American (2022), Batman Begins (2005), The Prestige (2006), Origen (2010), Kingsman (2015) La Juventud (2015) y Tenet (2020) son otros de las películas más destacadas de su filmografía.
Aunque no son estas por las que su talento ha sido reconocido en las temporadas de premios. Caine se retira con dos Oscar a Mejor actor de reparto por Hannah y sus hermanas (Woody Allen, 1987) y Las normas de la casa de la sidra (Lasse Hallstrom). En total ha sido nominado para alzarse con la estatuilla en otras cuatro ocasiones.
También ha ganado tres Globos de Oro, por Educando a Rita (1983), la miniserie Jack el Destripador (1988) y Little Voice (1998). El actor cuenta con su propio capítulo dentro del Festival de San Sebastián, donde en 1996 se alzó con la Concha de Plata al Mejor actor por Sangre y Vino; y el Premio Donostia en el 2000. Caine fue nombrado caballero por la Corte Real Británica en el 2000.