Y aun así, con nuestros ojos de 2023, lo más extraordinario que ha conseguido Dolly Parton puede parecer el haber puesto de acuerdo en algo a un país dividido, violento y a veces irreparable como Estados Unidos. Es un poco de pocos iconos que mueve a evangélicos y activistas trans, a feministas de la vieja escuela y de la nueva, a amantes del country y de la música clásica, a republicanos y demócratas.
Eso es lo que impulsó a la periodista Beatriz Navarro (Sabiñánigo, 1977) a dejarse guiar por la cantante para retratar el país al que llegó después de décadas de reportera en Europa y que la acabó fascinando. Navarro, veterana corresponsal de La Vanguardia en Bruselas y que también lo fue en Washington entre 2018 y 2021, acaba de publicar Dolly Parton. Un retrato americano en la editorial RBA.
La periodista cuenta que, cuando llegó a Estados Unidos en febrero de 2018, cuando Donald Trump llevaba un año de presidente, se encontró con que Dolly Parton era una figura omnipresente, “una de las pocas capaces de unir a las dos Américas en un tiempo de polarización máxima”. Siempre le había gustado la película de 1980 y la canción 9 to 5, que Dolly Parton escribió a ratos mientras rodaba el filme de Jane Fonda (que en España se llamó Cómo eliminar a su jefe). Sabía que era mucho más que una rubia llamativa, pero entonces no entendía su ascenso a símbolo nacional. Escribiendo sobre ella, Navarro descubrió que contar su historia era profundizar en la historia y la actualidad de Estados Unidos. Su canción favorita sigue siendo 9 to 5 porque "condensa su talento" (utiliza un instrumento inédito, las uñas acrílicas para simular el tecleo de una máquina de escribir).
Esta es nuestra conversación por teléfono, editada por extensión y claridad.
¿Por qué Dolly Parton es uno de los pocos iconos comunes en Estados Unidos?
Creo que hoy por hoy la reconciliación de Estados Unidos solamente es posible en la ficción. La historia que se empezó a crear en torno a Dolly como un símbolo de las dos Américas es verdad. El country ha sido y sigue siendo un género muy unido a los republicanos. Pero las generaciones más jóvenes de chicas, feministas, votantes demócratas, la adoran. Se ha convertido no solamente en un personaje entrañable, que podría haberse limitado a eso, sino en un referente activo y una figura moderna en muchos planteamientos. También hay algo de autocomplacencia en los americanos, en plan "es posible reconciliación". La realidad es un poco más compleja. Porque una vez más se está abrazando un símbolo de la América blanca. Y de ahí que hay algunas mínimas voces críticas con el fenómeno Dolly, que dicen que no tiene que anestesiar otros aspectos incómodos de la historia.
Dolly Parton construyó un personaje con su imagen con un control inusual para la época. ¿Hasta qué punto refleja su fortaleza o una buena estrategia de marketing?
Ella no se dejó atrapar, siempre ha mantenido el control de su imagen, a diferencia de otras rubias de la época. Pero otra cuestión es que Dolly Parton nos ha contado todo lo que quiere que sepamos de ella. Es un personaje, es una construcción, es la manera que ella eligió para abrirse camino, para llamar la atención de la gente. El riesgo que corrió es que no se la tomara en serio. Y eso es lo que ocurrió con una parte de Estados Unidos, donde han tenido que pasar muchos años para que se reconociera unánimemente su talento, y lo que ha pasado también en algunos países. En España no se ha pasado de esa fachada. Es el riesgo que ella corrió. El tiempo le ha dado la razón. Hay un montón de análisis sobre lo que representa su imagen al abrazar dos arquetipos totalmente opuestos y contradictorios, la pureza de la chica de las montañas virginal y al mismo tiempo la hipersexualidad. La conclusión a la que llegan algunos expertos es que la forma tan hiperbólica funciona como una crítica a los dos modelos. Esto es teoría.
El personaje de Dolly Parton ha podido eclipsar durante mucho tiempo su talento. Pero al final le ha funcionado y ha sido reconocida también en términos musicales. Ella abrió el género country a otros géneros y así a otros públicos. Ha hecho mucho por rejuvenecer el género.
¿Tenía prejuicios sobre Dolly Parton antes de meterse en su historia y escribir el libro?
Probablemente menos que la media del público español porque no se sabe casi nada de Dolly. Pero todo lo que encontré me sorprendió.
Ella fue reconocida a finales de los años 80 también como un referente feminista por su manera de defender los derechos de las mujeres, no con eslóganes, con manifestaciones, no con grandes planteamientos teóricos que no encajaban en el entorno del que ella viene. Lo hizo a través de sus canciones, de sus acciones. Y ella dio voz a las mujeres de clase obrera.
Entonces la propia Gloria Steinem la reconoció como un referente feminista por sus contribuciones para el movimiento con tácticas muy diferentes. También me resulta muy interesante entender cómo en la tercera ola del feminismo, las jóvenes de hoy en día no tienen ningún problema en conciliar política y estética. De hecho, el look de hoy tampoco es tan estrambótico. En las tiendas está todo lleno de botas country, flecos brillantes y demás. Sobre todo, los más jóvenes no ven contradicción entre la estética exagerada o la expresión de la individualidad al máximo y las reivindicaciones políticas.
Como detalla el libro, ella nunca habla de política o hace chistes cuando se le pregunta.
Tira del humor para salir de situaciones incómodas. Y ella siempre dice que nunca se ha metido en política. En realidad, en sus inicios, Estados Unidos no estaba tan polarizado. El género country y sus artistas estaban muy ligados al Partido Republicano. Nixon estuvo en el Grand Ole Opry [el show de referencia de la música country en Nashville], ella estaba por ahí. Luego también contribuyó a la campaña de Jimmy Carter, que era un demócrata, pero decía que era sureño. A partir del boicot a las Dixie Chicks tras criticar a George W. Bush todos tomaron nota de que los artistas de country no pueden hablar de política. Y con la polarización del país, esto va a peor.
Tampoco habla del feminismo...
Ella siempre dijo "si ser femenina me hace ser feminista, entonces soy feminista". Y luego hace chistes como “fui la primera en quemar mi sujetador, los bomberos tardaron cuatro días en apagar el fuego”. Pero a pesar de eso no ha dejado de defender sus causas.
Me parece también muy significativa la defensa que ha hecho desde los años 90 de la comunidad gay. En los 90, produjo un documental sobre la epidemia del sida, en el momento en que todavía era complicado políticamente hablar del tema y más en el entorno de donde viene ella, el mundo súper conservador del sur y de la música country. En 1991, en su canción Family, metió un guiño cantando que en su familia había de todo, "alguno gay". Y ahí estaba tocando un tema sagrado de la música country, que es la familia. En 2005, participó en la banda sonora de Transamerica. Su canción suena al final: parece que está hablando de la resurrección de Cristo y en realidad está hablando del cambio de sexo de una persona. Pero la letra utiliza términos religiosos, evoca a Jesucristo, la crucifixión. Me parece muy audaz la letra de la canción y el atrevimiento que ella tuvo de mojarse.
Ella dice que siempre va a poder ponerse en el lugar de cualquier persona a la que no le dejen ser lo que es. Creo que su mejor cualidad personal es la empatía, que es lo que explica que sus canciones hayan llegado a tantas personas y que la gente pueda sentirse identificada. Y en esa canción es lo mismo. Puedes escucharla como música cristiana sin más, o la puedes escuchar como unas palabras de aliento a los gays.
Durante muchos años recibió amenazas de muerte del Ku Klux Klan y de movimientos ultraconservadores.
Hasta 2012, Barack Obama no apoyó el matrimonio entre personas del mismo género, pero ella años atrás no había escurrido el bulto. A veces, con humor, había dicho que las parejas homosexuales deberían poder casarse porque "tienen derecho a sufrir como todos los demás”.
¿A quién podría votar el año que viene?
Realmente la cuestión es si Dolly vota. Si hubiera votado tendríamos foto. Entonces es posible que no vote. Si votara, se puede pensar por eliminación. ¿Podría votar al Partido Republicano de hoy en día? No, no podría votar a Trump.
Dolly Parton me parece la antítesis absoluta de Donald Trump. Surgió como un icono de toda América en un momento en el que una parte del país estaba tan desolada con lo que estaba ocurriendo que tener un referente en el que mirarse y que fuera una América positiva le servía mucho. Una de las mayores cualidades de Dolly Parton es la empatía, y creo que es una de las carencias emocionales más fuertes que tiene Trump. Dolly es defensora de los pobres, de los que son diferentes, las mujeres, los gays, las prostitutas. Y Trump es todo lo contrario. Trump es el bully de la clase. Dolly saca lo mejor de la gente. Por eso se ha convertido en líder social y referente moral.
¿Hay alguien que recuerde a Dolly Parton en España?
Creo que Dolly Parton es única. Para empezar, lleva una carrera larguísima y una historia de superación muy americana por la también fascina en el país, a todos les gusta sentirse reconocidos en esa historia. Es una figura muy completa como compositora, cantante, empresaria y líder social. En cuanto a la significación social, hay quien dice que puede parecerse a lo que fueron hace unos años las folclóricas en España, también mujeres muy fuertes, capaces de tomar las riendas de su vida y empoderarse a través de su arte.
Pero es bastante única. Cada uno puede encontrar en Dolly lo que quiera. Por eso puede ser la ídolo de la América cristiana a que le encanta la música country y sus gospels y al mismo tiempo ser un ídolo de los gays que se sienten vistos por ella.
Aunque el libro cuenta lo idealizado que está el sueño americano, en su caso es difícil argumentar que no lo ha conseguido…
Sí, eso es incontestable. Y una cosa que también comprobé es que Dolly Parton no ha exagerado las dramáticas circunstancias sociales de las que viene. Ella nació en una cabaña perdida en los montes Apalaches en los años 40, en una familia que era tan pobre que sus padres pagaron al médico que vino a ayudar a dar a luz a su madre con una bolsa de harina de maíz porque no tenían dinero. Una familia numerosa de 12 hermanos, en la que los niños trabajaban en el campo y los críos también se hacían cargo de los hermanos más pequeños. Pero ella se dio cuenta desde muy pequeña que tenía un don para la música. Su familia también la animaba y vio que podía satisfacer sus ansias de atención. Se dio cuenta de que podía conseguir atención a través de la música.
Dolly ha trabajado durísimo. No ha dejado de trabajar ni en las épocas más bajas de su carrera. Ha sido muy emprendedora. Ella tenía el sueño de crear algo en su comunidad. Quería un lugar en el que se reconozcan las virtudes de "los paletos", del mundo del que viene ella, y fundó Dollywood, que mucha gente se tomaba a risa al principio y que hoy es su mayor fuente de ingresos. Y a través de Dollywood creó una fundación. Con los ojos cínicos europeos, podemos decir que lo hace para pagar menos impuestos. Pero es una parte de la cultura americana: la idea de invertir en la tierra de la que has salido. Así creó Imagination Library, un programa que manda libros de regalo a casa a niños de hasta cinco años.
¿Han tenido problemas sus libros infantiles, como otros perseguidos en Estados Unidos?
Un congresista estatal de Kentucky dijo que igual había que revisar también los libros de Dolly. La colección siempre se va renovando, pero uno de los libros que siempre está en su libro Coat of Many Colors ("abrigo de muchos colores"), que es un referente para la comunidad gay por la idea de que otros quieren que te avergüences de algo y, al revés, tú lo vives con orgullo. Es sobre la pobreza que le hacían sentir a Dolly [por el abrigo de patchwork que llevaba de niña y del que rieron en el colegio] o puede ser sobre la condición homosexual.
El tipo salió diciendo que había que revisar los libros. No se puede ser más torpe: se le echó todo el mundo encima.