El dramaturgo también agradeció a los asistentes el apoyo a la obra, a pesar de la campaña de la ultraderecha por desacreditarla asegurando que "blanquea el terrorismo": "Gracias por estar aquí, gracias más que nunca por estar aquí, en este teatro. Un teatro es un lugar para la paz y la libertad. Un teatro es un lugar para la libertad porque quienes acuden a él lo hacen libremente y libremente eligen mirar y escuchar y libremente juzgan sobre lo que han visto y escuchado. Un teatro es un lugar para la paz porque en él se reúnen personas diferentes que acuerdan unir sus ojos y sus oídos en un escenario donde actrices y actores representan posibilidades de eso que llamamos la humanidad".
La Abadía acoge el montaje de La Dramática Errante, finalista de dos premios Max y que ficciona la agresión de 2016 a dos guardias civiles en Alsasua y el proceso en el que se condenó ocho jóvenes. Se trata de su obra más polémica en mucho tiempo y también una de las que más expectación ha creado. No quedan entradas para ninguna de las funciones programadas, hasta el 28 de enero.
Los manifestantes que trataron de frustrar el estreno este jueves, en torno a un centenar de personas de edad avanzada, fueron convocados por Vox en el exterior del teatro, en el barrio de Chamberí, y corearon consignas como “podemitas terroristas” y también contra el alcalde y la presidenta de la comunidad: “Ayuso, Almeida, están en la comedia”.