Aquella fue la única referencia a los abusos en la industria el año pasado. Esta edición, como poco, habrá un corto que hace referencia explícita al tema. No es un corto cualquiera. Lo dirige la actriz francesa Judith Godrèche, pionera del movimiento al denunciar a dos realizadores como Jacques Doillon y Benoît Jacquot de haberla violado cuando era menor. Su caso ha abierto la veda, y lo contará en un trabajo que lleva, precisamente, ese nombre, Moi, aussi, la traducción al francés del Me Too.
Pero la prensa francesa apunta a que Cannes se verá sacudido por la publicación de una investigación que sacará a la luz los presuntos comportamientos inadecuados de varios nombres consagrados de la industria. Un artículo de Le Figaro mencionaba una futura publicación de Mediapart planeada para salir durante el certamen. De momento es solo un rumor, pero desde entonces las redes arden y hablan de una hipotética lista de diez nombres llenos de estrellas.
El Palais des festivals, sede del festival de Cannes, horas antes del comienzo de su 77 ediciónLa burbuja en torno a esa posibilidad ha ido creciendo y la presidenta del festival, Iris Knobloch, fue preguntada por el tema en una entrevista en Paris Match donde aseguró que desde Cannes están “muy atentos a lo que está sucediendo y siguiendo la situación de cerca”. “Si surgiera el caso de una persona implicada, nos encargaremos de tomar la decisión correcta caso por caso, en consulta con la junta y todas las partes involucradas. Pero también consideraríamos la película para ver qué es lo mejor para ella, porque ella es la verdadera estrella”, añadió.
En la tradicional rueda de prensa con los medios, el director del festival, Thierry Frémaux ha lanzado balones fuera respecto al tema. Ha dicho que él no ha hablado con Le Figaro, que le gustaría que se viviera un festival “donde las polémicas quedaran fuera”, y apuntó a la gente que está dando voz a los rumores. “La gente está inventando o amplificando esas polémicas”, zanjó. De lo que sí habló es del corto de Godrèche, que se verá en el cine de la playa y que están intentando que se proyecte en salas de cine para que llegue a cuanta más gente mejor por “su compromiso contra la violencia hacia las mujeres”.
Cannes también tendrán que lidiar con la amenaza de huelga que ha realizado parte de sus trabajadores. Hace apenas una semana, el colectivo Sous les écrans, la dèche ('Bajo las pantallas, la miseria') lanzó una convocatoria de paro para todas las personas implicadas en el Festival de Cannes y sus secciones paralelas “por el aumento de la precariedad” en el sector. Ya en la clausura del año pasado, cineastas como Justine Triet mostraron su apoyo a estas manifestaciones con una chapa durante la clausura.
Queremos poner el foco en estos asuntos, pero no solo por evitar la huelga de los trabajadores. Hay que encontrar una solución en términos de negociación y que sea de forma éxitosa
Los motivos de la protesta están ligados al endurecimiento de las reglas de acceso a los subsidios de paro creadas por el Gobierno de Francia y que según los organizadores deja desvalidos a los colaboradores de los festivales. Por ello piden que se les introduzca en la misma categoría laboral que los profesionales de las artes y el denominado ‘intermitentes del espectáculo’ y así poder ser remunerados por el Gobierno en los meses que no trabajan si cumplieron una cantidad de horas mínimas cotizadas durante el año.
Respecto a ese tema, Fremaux mostró su apoyo a los trabajadores, pero aseguró que aunque están negociando con ellos, el problema es de más arriba, del Ministerio de Trabajo, a ellos les ha emplazado a “avanzar” en que los trabajadores alcancen sus peticiones en cuanto a “estatus profesional, medidas y condiciones laborales”. “Queremos poner el foco en estos asuntos, pero no solo por evitar la huelga. Hay que encontrar una solución en términos de negociación y que sea de forma exitosa”. Eso sí, no aclaró si se prevé que la huelga se materialice en algún momento del certamen.
Tampoco hay que olvidar la sombra del conflicto en Gaza y de las protestas de los estudiantes en apoyo a Palestina que están siendo reprimidas por las autoridades en Francia. Habrá que ver cómo se posiciona, si es que lo hace, un certamen que siempre ha estado muy unido a la actualidad política. Los antecedentes están en el festival de Berlín, donde fueron pocos los cineastas que pidieron el alto el fuego o acusaron a Israel de genocidio. La Berlinale, además, no solo no se se posicionó públicamente, sino que fue criticada por permitir discursos propalestinos en su clausura.
Y también hay cineEn todo ese maremágnum sociopolítico habrá espacio para el cine. Habrá poco español. Jonás Trueba presentará su nueva película, Volveréis, en la Quincena de los realizadores. Es la primera presencia del director en Cannes y un salto lógico en una carrera que, desde La virgen de agosto, es muy apreciada en Francia. Repetirá en Cannes Elena López Riera, que tras presentar aquí su debut en el largometraje, El agua, estrenará en La Semana de la Crítica un corto documental titulado Las novias del sur en el que reflexiona sobre la maternidad, el matrimonio y el deseo sexual en las mujeres. También se podrá ver la copia restaurada de Tasio, el debut de Montxo Armendáriz que estará en Cannes Classics y que llevará al director navarro a La Croissette.
Fotografía de archivo fechada el 27 de marzo de 2022 de Francis Ford Coppola y Eleanor Coppola durante la alfombra roja de la entrega de los Premios Óscar, en el Teatro Dolby de Los Ángeles, California (EE.UU.). EFE/ Javier RojasA estos tres títulos se une la presencia de Juan Antonio Bayona, que estará en el jurado de la Sección Oficial que elegirá la Palma de Oro que da el relevo a Anatomía de una caída. Bayona cierra así su año de éxito con La sociedad de la nieve. Quien finalmente no estará es Rodrigo Sorogoyen, que iba a presidir el jurado de la Semana de la crítica y que ha tenido que retirarse a última hora por una cuestión personal.
Entre los aspirantes a esa Palma de Oro hay viejos conocidos del festival, como David Cronenberg, que presentará The Shrouds, aunque todas las miradas se concentrarán en Francis Ford Coppola, que tras más de diez años sin dirigir estrenará en Cannes su proyecto más deseado y por el que ha vendido parte de sus viñedos para financiarlo. Megalopolis es, de lejos, el evento de un festival que sigue fiel a vicios del pasado, ya que solo cuatro mujeres optarán por la Palma de Oro. “Para Coppola es importante venir a Cannes, pero para Cannes es importante que él haya decidido estrenar su película aquí. Nos sentimos honrados”, ha dicho Fremaux.
El director del Festival ha querido poner el foco en la presencia del filme de Mohammad Rasoulof, recientemente condenado de nuevo por el régimen iraní a ocho años de latigazos y cárcel como presión para que retirara su película de Cannes, de la que Fremaux ha avanzado que es una feroz crítica a “cómo la dictadura iraní acaba hasta con las familias”. Pocas horas después de la rueda de prensa, el cineasta iraní anunciaba que había conseguido abandonar Irán y había llegado a Europa, por lo que cabe la posibilidad de que, finalmente, pueda presentar su filme en Cannes.