La directora de fotografía, Laura Merians, que ha sido la encargada de recoger el primer premio de la noche para la película, ha descrito Pacificado como una "carta de amor a la magia y la belleza de la comunidad" que les acogió en el rodaje. El actor premiado con la Concha de Plata, Bukassa Kabenguele, le ha querido dedicar el suyo a los brasileños negros e indígenas que sufren violencia y racismo en su día a día.
Le cogían el relevo las dos actrices alzadas con la Concha de Plata en un premio ex aequo, Greta Fernández por La hija de un ladrón y Nina Hoss por The Audition. La primera, joven hija del doble ganador del Goya Eduard Fernández, ha recordado en el escenario a las mujeres como Sara, protagonista de su película, que luchan cada día por sobrevivir en la precariedad sin renunciar a brindar amor a quienes las rodean.
La otra gran triunfadora de la noche ha sido La trinchera infinita, de los directores vascos de Handía y Loreak. Ellos han hablado del miedo como sentimiento universal que mueve el mundo y el mismo que sintieron los topos republicanos que vivieron escondidos durante años entre las paredes de sus casas para evitar los pelotones de fusilamiento.
Por su parte, Ken Loach, alzado con el premio a la Mejor Película Europea por Sorry We Missed You ha pedido que el público comparta su indignación por los trabajadores precarios que ganan miserias. Pero, en especial, se lo ha dedicado a las mujeres que están en huelga en los asilos de ancianos: "Su lucha también es la nuestra. Les pido por favor que las apoyen y también a su sindicato".
Destaca también la doble mención al aborto libre en Argentina, por parte de la directora de De nuevo otra vez, ganadora de Nuevos Horizontes, y la de La ola verde, dos de los discursos más aplaudidos de la noche en San Sebastián.