Para completar la eliminación de este premio creado para incentivar “el fomento de la tauromaquia”, se ha abierto una consulta pública a la ciudadanía. Durante este trámite, más del 90% de las comunicaciones ciudadanas fueron de apoyo a su retirada.
El proceso se ha hecho en dos fases. En la primera de ellas, realizada en mayo y previa a la publicación del borrador de la orden, se recibieron 3.268 comunicaciones de personas físicas o jurídicas. De las mismas, 3.151 fueron de apoyo (96,42% del total); 89 de rechazo (2,72% del total); y 28 se consideraron de imposible o muy difícil interpretación (0,86% del total).
En la segunda, entre finales de junio y mediados de julio, se procedió al trámite en la sede electrónica del Ministerio de Cultura, donde se recibieron 215 comunicaciones de personas físicas o jurídicas. De las mismas, 197 fueron de apoyo (91,63% del total); 12 fueron de rechazo (5,58% del total); y 6 se estimaron de imposible o muy difícil interpretación (2,79% del total).
Último gesto del Gobierno ZapateroCon la publicación en el BOE, termina la historia de un premio controvertido que el Ministerio comenzó a otorgar en el año 2013 a raíz del traspaso de competencias en materia de fomento y protección de la tauromaquia del Ministerio del Interior al de Cultura, con Ángeles González Sinde (PSOE) como ministra cultural (la transferencia se realizó en 2011 y el premio se creó apenas unos días antes de que el Partido Socialista perdiera las Elecciones Generales ese año en noviembre de 2011 y Rajoy sucediera a Zapatero como presidente del Gobierno).
En ese 2011 y mediante una Orden, el Gobierno socialista aseguró que la tauromaquia era una “actividad cultural”. Ahora, once premiados después, el Gobierno de coalición de PSOE y Sumar, elimina el premio basándose en “la evolución del sector creativo y cultural” y “las valoraciones y sentimientos de la sociedad”. Un sentimiento que este proceso de audiencia pública ha refrendado.
Fuentes del Ministerio inciden en que “la motivación” para la eliminación del premio “ha tenido en cuenta la evolución de la sociedad española”. La Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España recoge que apenas el 1,9% de la población española asiste a espectáculos taurinos, observándose un descenso interanual en 2023 del 4,7% en el número de festejos taurinos celebrados en España.
Conversaciones con Gobiernos autonómicosToreros, ganaderos, entidades y otros profesionales han recibido en este periodo de tiempo el Premio Nacional de Tauromaquia, que estaba dotado con 30.000 euros. Entre ellos, el matador Paco Ojeda, del que se destacó “su excepcional trayectoria profesional y artística”, el torero Enrique Ponce por contribuir a que la tauromaquia fuera “patrimonio cultural español” o El Juli, el que ya es último Premio Nacional de Tauromaquia por “su implicación en la promoción y defensa de la fiesta de los toros”.
El anuncio de la cancelación de este premio también encontró algunas reacciones negativas, además de en el sector taurino, en los partidos de la derecha. El vicesecretario de Cultura y portavoz del PP Borja Sémper anunció que su partido volverá a instaurar el reconocimiento. “Suprimirlo demuestra que el Gobierno no apuesta por la libertad ni la pluralidad cultural”, dijo el pasado mes de mayo. José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, calificó la tauromaquia como “la fiesta más culta que hay hoy en el mundo” y definió Madrid como “orgullosa capital del toreo”.
Tampoco gustó la decisión a Emiliano García-Page (PSOE), presidente de Castilla-La Mancha, ni, claro está, a la Fundación Toro de Lidia –que recibió este mismo premio en 2020–, que ha anunció en mayo que otorgará igualmente el galardón por su cuenta, para lo cual está en conversaciones con la Comunidad de Madrid y con otros ejecutivos autonómicos –entre ellos el manchego– que, según la Fundación, están interesados en participar en el diseño de un nuevo premio. En junio, la Generalitat Valenciana (PP y Vox) concedió a esta fundación una subvención de 300.000 euros para impulsar un circuito de novilladas. No obstante, el eurodiputado de ultraderecha Alvise Pérez, líder de la plataforma Se Acabó La Fiesta, ha votado este jueves en el Parlamento Europeo en contra de las subvenciones al toro de lidia por considerarlo un espectáculo de “brutalidad, crueldad y tortura”, en una posición muy diferente a la de PP y Vox.