La Hollywood Symphony Orchestra de Los Ángeles no tiene, ni ha tenido jamás, ninguna relación con la orquesta española que está girando por el país desde las pasadas navidades con el mismo nombre y cuyos conciertos han recibido quejas por parte del público, así como cancelaciones de diversos teatros y auditorios. Así lo ha asegurado a elDiario.es su director principal y dueño de la marca para Estados Unidos, John Beal.

A raíz de la polémica, Beal ha querido dejar claro, en conversación telefónica con este medio desde Los Ángeles, que “la orquesta española que opera para la compañía de Barcelona [NK Producciones Artísticas] no tiene nada que ver” con ellos y “no se representa más que a sí misma, sin que exista ningún tipo de acuerdo ni permiso por parte de la Hollywood Symphony Orchestra de Los Ángeles”. De hecho, Beal hace mucho hincapié en que su marca “es Hollywood Symphony Orchestra®, con la 'R' en el círculo”, que indica existencia de un copyright, un registro de la propiedad intelectual sobre el nombre, y cuyo símbolo aparece en todos sus materiales gráficos.

Es la empresa suiza Central Concert Sàrl quien posee desde 2015 los derechos de uso de la marca Hollywood Symphony Orchestra registrados en la oficina de patentes y marcas europea. El presidente de Central Concert Sàrl es Rolando Saad, un músico de origen argentino afincado en Barcelona y que suele colaborar estrechamente como concertista de guitarra con NK Producciones Artísticas. Respecto a cómo ha podido esta compañía suiza hacerse con los derechos de explotación de la marca para toda Europa, Beal explica que “nunca” se han preocupado de “registrar la marca en otras partes del mundo” ya que no tocan “jamás fuera de los Estados Unidos”.

Atados de pies y manos

Por otro lado, Beal asegura que es consciente de la situación e indica que les viene afectando reputacionalmente desde hace años: “A menudo recibimos correos y llamadas de espectadores españoles, y de otros países, quejándose por la calidad de los conciertos”. Seguidamente, reconoce que “fue así” como se enteraron “de la existencia de esta otra Hollywood Symphony Orchestra en Barcelona”. Pero asegura que están atados de pies y manos por la legislación europea de patentes.

“En Estados Unidos una marca registrada vale para todo el territorio, pero en la Unión Europea no es así: puedes tener la marca a nivel europeo y también país por país”, asegura. “Nosotros no podemos hacer nada ante eso”, se lamenta, “en Europa es legal, aunque parezca increíble”, y deja en manos de “los periodistas españoles” la iniciativa de aclarar esta confusión.

Preguntado por si han intentado alguna acción legal alegando daño reputacional u otras posibles motivaciones, Beal responde que en 2023 les mandaron “una comunicación de cese y desista y parece que estuvieron inactivos durante un tiempo”. “Pero por lo que veo, han vuelto a las andadas”, añade.

Qué pasa con los valses de Strauss

La Hollywood Symphony Orchestra de Los Ángeles nació en 1953 con el objetivo de tocar la banda sonora de la película The Robe. A partir de entonces se especializó en la grabación de bandas sonoras de filmes para los discos oficiales de las discográficas, hasta que en 2006 cambia al formato de conciertos en directo de bandas sonoras de filmes.

Este es el modelo artístico actual de la formación que dirige Beal y que, según explica su director principal “pasa por unos momentos muy difíciles”, tras los incendios de Los Ángeles. “Se ha quemado el local donde los músicos guardaban los instrumentos de la orquesta, algunos con muchos años de historia”, explica el director de la formación, que, sin embargo, remacha su declaración con optimismo: “Sobreviviremos y volveremos a empezar”.

Otro caso similar, aunque no igual, es el de la otra orquesta que explota NK Producciones Artísticas en la gira: la Strauss Festival Orchestra, especializada en tocar valses vieneses por Año Nuevo. Este medio ha intentado contactar con el director de la orquesta original vienesa, Philipp Preimesberger, sin obtener en el momento de publicación de esta pieza respuesta. No obstante, elDiario.es ha podido comprobar en el buscador de marcas registradas que Preimesberger es el propietario de la SFO Strauss Festival Orchester Wien.

Para la Oficina Europea de Patentes y Marcas, “Strauss Festival Orchestra” –la marca española– es un nombre lo suficientemente distinto de “SFO Strauss Festival Orchester Wein” –la original vienesa– como para poder ser aceptado, pues ambas marcas aparecen registradas. Pero sin duda es también lo bastante similar como para que el público, sobre todo el no experto, las confunda y las asocie como la misma orquesta. En cuando a la propiedad de la marca Strauss Festival Orchestra a nivel europeo, vuelve aparecer la empresa suiza Central Concert Sàrl –cuyo presidente es Rolando Saad– como titular.

elDiario.es ha intentado, al igual que hiciera en el pasado, ponerse de nuevo en contacto con NK Producciones Artísticas, sin que en esta ocasión la productora respondiera a las llamadas.

El prestigio de los auditorios, en cuestión

Mientras, el reguero de cancelaciones de las fechas de la gira de ambas orquestas, organizada por NK Producciones Artísticas, prosigue. Las últimas anulaciones se han producido en Guadalajara y Ávila, pero el espectáculo también fue cancelado anteriormente en el Auditori Nacional de Catalunya, en el Teatre Olympia de València o el Auditorio Nacional de Madrid entre algunas otras fechas. También en Vigo hubo cancelación y en A Coruña, el concierto programado para el día 30 de diciembre, también se canceló dos días antes, en ese caso “por la preocupante situación bélica”, según un correo electrónico que se remitió a los espectadores.

Similar correo, al que ha podido tener acceso elDiario.es, recibieron los frustrados espectadores del que iba a ser el Concierto de Navidad en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, también cancelado. “Debido a la compleja y preocupante situación bélica, lamentamos comunicarles que el concierto no podrá llevarse a cabo esta noche. Queremos enfatizar que esta situación es ajena tanto al Auditorio Nacional de Música como a NK Producciones Artísticas”, podía leerse en el cuerpo del mensaje.

Fuentes del Auditorio Nacional de Música explican que “en el caso de los conciertos de la Hollywood Symphony Orchestra y la Strauss Festival Orchestra, las cancelaciones se producen de mutuo acuerdo entre el Auditorio Nacional de Música y el promotor, NK Producciones Artísticas” y que “desde el Auditorio Nacional no se realizará ninguna valoración artística ni de otro tipo sobre estos conciertos”.

Respecto al concepto de “compleja y preocupante situación bélica”, las mismas fuentes declaran que “desde el Auditorio Nacional no se comentará sobre comunicados de otras empresas o instituciones”. NK Producciones Artísticas tampoco ha querido responder sobre tales conceptos. Sí ha contestado el Auditori Nacional de Catalunya, que además de la cancelación que hizo el pasado sábado 11 de enero del concierto de la Hollywood Symphony Orchestra, ha cancelado también el Concierto de Aranjuez que debía interpretar Rolando Saad el próximo 24 de enero.

No obstante, según ha podido saber este medio por fuentes de los músicos de ambas orquestas (Hollywood Symphony Orchestra y Strauss Festival Orchestra) NK Producciones les ha comunicado que la gira se iba a cancelar en su totalidad, incluso los conciertos de la Maestranza de Sevilla, cuya venta de entradas sigue activa y están comunicando a los compradores de entradas que los conciertos siguen en pie. Según fuentes internas, se están realizando ensayos de cara a estas citas.

La gira, en el aire

“Hemos preguntado a NK si podían garantizar la calidad del futuro concierto sobre los estándares del Auditori y no nos lo han asegurado, por lo que hemos decidido cancelar”, aseguran desde el departamento de comunicación de esta institución. “A partir de ahora iremos viendo concierto a concierto a ver lo que nos ofrece NK Producciones Artísticas, o cualquier otro promotor externo, y decidiremos sobre las garantías”, agrega un portavoz del Auditori.

El Auditori, “como institución pública”, señala su portavoz, “no puede cancelar unilateralmente un concierto, ya que se ve obligada a alquilar sus espacios dada su función en la promoción cultural”. Tan solo cuando hay un riesgo reputacional evidente –“como era este caso”, justifica– proceden a la cancelación de un evento.

Por su parte y, tras lo ocurrido, el Liceu no volverá a externalizar sus conciertos de Navidad y Año Nuevo. Estos serán de producción propia. Según ha indicado Valentí Oviedo, su director general, en la rueda de prensa de la presentación de La traviata (que subirá a escena a partir del 17 de enero) ha admitido que esos conciertos “no estaban a la altura”. “Esto nos ha hecho reflexionar. Hay cosas que no deberían suceder”, ha añadido, aportando los datos generados por estas actuaciones: se vendieron 8.562 entradas, compradas por 3.087 clientes, “esto quiere decir que cada persona compró 2,7 entradas y la institución y la promotora externa recibieron 151 reclamaciones. Por tanto, hubo quejas formales del 4,8 por ciento de los espectadores de estos conciertos”, resume.

Oviedo ha trasladado a la promotora la responsabilidad de dar respuesta a las 151 reclamaciones y que les “devuelvan el dinero”. Además, ha asegurado que los servicios jurídicos del Liceu están a disposición de las personas que han interpuesto esas quejas, y, en compensación ha ofrecido a ese centenar y medio de personas entradas para el ensayo general del Réquiem de Verdique hará Romeo Castellucci. “Que la cultura sea de una alta exigencia artística, porque esto es lo que logra impactar y al final es lo que logra transformar a las personas”, ha señalado el director de esta veterana institución.

La precariedad del músico freelance de orquesta

Desde la Asociación de Músicos Profesionales de Orquestas Sinfónicas de España (AMPOS), su secretaria general Pilar Parreño explica que esta situación no solo se produce con las giras de NK Producciones Artísticas, sino que “hay muchas promotoras externas de conciertos que mantienen a los músicos en unas condiciones laborables lamentables, de las que se deriva finalmente una mala calidad de las ejecuciones”.

“Un músico debe recibir siempre sus partituras con días de antelación para poder luego ensayar bien con el grupo; además, se le deben asegurar descansos antes y después de tocar, no puede ser que tras un largo viaje se vean obligados a tocar a las pocas horas”, sentencia Parreño, que explica que “el pulso de un solista durante la ejecución de un concierto es similar al de un ciclista durante una carrera”, para ejemplificar el esfuerzo al que se ven sometidos.

También hace referencia la artista y portavoz de AMPOS a la ausencia de dietas para comer o cenar en los contratos que hacen este tipo de promotoras culturales, así como a la necesidad de los debidos ensayos antes de cada concierto para garantizar la calidad de lo que se ofrece al público, pero “que nunca se ofrecen”. Además, critica que “los músicos cobran solo por la ejecución del concierto y no por el tiempo que dedican a ensayar”.

“Es como si los futbolistas cobrasen solo por jugar el partido y el resto del tiempo estuviesen sin trabajo”, ejemplifica. Parreño cierra la conversación con este medio achacando este tipo de problemas a “la falta de un convenio en el sector” y explica que AMPOS ha puesto a disposición de los músicos que quieran denunciar “un buzón de correo donde contar sus condiciones laborales”.