El jurado ha estado formado por Juan Gabriel Vásquez como presidente junto a los escritores Leila Guerriero y Manuel Jabois; la directora de cine y guionista Paula Ortiz, la escritora y dueña de la librería La Mistral (Madrid), Andrea Stefanoni, y de la directora editorial de Alfaguara, Pilar Reyes.
La novela, que fue presentada bajo el pseudónimo Jim y tomando como título Vendrá el fuego, ha sido destacada por el jurado como “la historia de una degradación, de un descascaramiento agónico que poco a poco deja a las vistas las miserias del cuerpo social”. “Es una novela impactante, que seduce y, cuando te quieres dar cuenta, estás dentro de toda la acción”, comenta Manuel Jabois. “Siempre he pensado que las novelas en las que pasan muchas cosas son escritas por gente que ha vivido muchas cosas”, añade en alusión a la obra.
Su trama sigue a los Esterházy, una “pareja excéntrica sin un pasado claro que llega un pueblo de la costa argentina y comienza a regentar un antiguo hotel”. “Expuesta al influjo de los Esterházy, la extraña villa costera deja aflorar la oscuridad que circula por sus zonas subterráneas, como si los visitantes fueran una piedra de toque maligna que lograra sacar a la luz la verdadera naturaleza de los personajes”, se dice sobre el libro.
Una novela sobre el deterioro socialLa obra se encuentra escrita en “un estilo parco” y es de “una rara intensidad”, sirviendo como “la cuidadosa construcción de un deterioro que, aunque transcurra en un país específico, acaba por ser una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo”, según se ha anunciado durante el fallo del jurado, el cual asegura que muestra una “imaginación árida, vibrante y tan joven”.
Guillermo Saccomanno ha declarado tras recibir el galardón que, “durante muchos años”, él fue “guionista de historietas y de cómics”, lo que ha hecho que “escribir fuera un gran aprendizaje”. “Me interesaba que las distintas secuencias de la novela estuvieran comprimidas, que sucedieran al mismo tiempo”, comenta Saccomanno. “La sumatoria de historias conforman una historia”, dice el escritor, que pretendía narrar “una comunidad” que “funciona y opera” como metáfora de la “condición humana” y del “mundo en el que vivimos”.
Cuando un escritor vende su obra, no está vendiendo solo su obra. Su tinta es su sangre.
El autor argentino reivindica el valor de “escuchar la calle”, que define como “escuchar un narrador coral, un nosotros”. “Me he juntado con muchos trabajadores rurales que tienen una manera de contar su historia”, explica el escritor. “Son tonos que uno va absorbiendo y que va incorporando, muy útiles a la hora de escribir”, continúa, alegando a que todo es “fruto del periodismo”. El libro juega con el crimen y se transforma en una exploración, indagando en la violencia del mundo.
Alusiones al peligro de la “derechización”El escritor ha declarado que “la sociedad se derechiza en los pequeños pueblos debido al atraso de las poblaciones rurales, donde la educación es necesitaria e imperan los partidos conservadores”. “Cuando un escritor vende su obra, no está vendiendo solo su tinta. Su tinta es su sangre”, dice Guillermo Saccomanno. “¿Qué es un fascista? Un burgués asustado. La riqueza se concentra cada vez más y por eso estamos como estamos: gana Trump, gana Meloni, en España avanza la derecha...”, explica.
“Vista desde fuera, muchas de las cosas que he escrito son metáforas de la realidad: un pueblo en su conjunto, centrándose en distintos personas, cada uno constituyendo un modelo de comportamiento...”, dice el autor. “Mi novela no es realista en el sentido de que toma historias del pueblo. Es una novela negra, pues hay asesinatos; es policial, pues hay narcos... En la vida hay todas esas cosas. Tomo estos elementos, los meto en la batidora y veo qué sale de ese cóctel”, comenta Saccomanno.
¿Qué es un fascista? Un burgués asustado. La riqueza se concentra cada vez más y por eso gana la derecha.
Durante el fallo del jurado ha estado muy presente el recientemente fallecido David Lynch, considerado como uno de los directores de cine más importantes de la historia. “Siempre lo he admirado, lo he visto una y otra vez. Me dolió su fallecimiento, pero su cine sigue vigente y la creación que ha hecho de los pueblos con ironía y pasión es muy importante”, dice el escritor. “La pasión es un sentimiento que se ha perdido y que en la literatura debe imperar”, reconoce Saccomanno, quien atribuye a Lynch el mérito de haberlo transmitido en sus historias.
El premio logrado por Guillermo Saccomanno está dotado con 175.000 dólares, una escultura de Martín Chirino y la publicación simultánea en todo el territorio de habla hispana. La editorial indica que para esta convocatoria ha recibido 725 manuscritos, de los cuales 322 han sido remitidos desde España, 93 desde Argentina, 110 desde México, 89 desde Colombia, 38 desde Estados Unidos, 27 desde Chile, 25 desde Perú y 21 desde Uruguay.
El libro llegará el próximo 20 de marzo a todas las librerías del país y lo hará como uno de los títulos más esperados de este primer trimestre de 2025, con la visita del autor a España en esa fecha. El año pasado, el escritor madrileño Sergio del Molino recibió este mismo premio por su novela Los alemanes.