Sus canciones hablan de los viajes que implican las relaciones, los escollos que conllevan las rupturas, y todo lo que se cocina, disfruta, discute, sufre y acepta entre medias –y después–. La cantante explica que vive “muy conectada” con la persona que es, y que no ha vivido el proceso de composición –ni ahora exposición– desde “la vulnerabilidad”.

La artista de Elche, que se dio a conocer en 'OT 2018' quedando segunda, arrancará en febrero el tour de presentación de su álbum, tras haber girado este verano con la cantautora chilena Mon Laferte. “Ser telonera es una oportunidad preciosa, pero requiere de mucha fuerza y aguante”, explica sobre la experiencia. También fue a ayudar y participó en los conciertos benéficos que se organizaron para apoyar a las víctimas de la DANA.

La cantante asegura que “no” le interesa “lo políticamente correcto en todas las posiciones”. Trabaja porque en sus equipos esté siempre rodeada de mujeres, al tiempo que augura y espera: “Que no solamente nosotras contemos con nosotras, sino que el resto también”.

No soy tu hombre es un disco muy introspectivo, con mucha reflexión sobre las dinámicas que se generan en las relaciones.

Sí. Ha sido estar en el momento en el que tienes que estar, pensando en los sentimientos que tienes, y hablar y escribir sobre ello en las canciones. El disco empieza con la frase del tema La casa: “Voy a perdonarme por las cosas que nunca pasarán”. Y acaba con: “Todo lo que me queda es lo que siempre tengo en bucle y lo más visceral de mí”, que es bastante representativo de todo lo que ha pasado durante el álbum y cómo termina.

¿Hay más educación emocional, o conversación sobre las rupturas, en las canciones que en la vida real?

Hay canciones de todo, pero sí que es verdad que a lo mejor las que tienen más público son las de los momentos más de tristeza, melancolía; y no con una retrospectiva tan hacia ti misma, sino hacia lo que fue esa relación. Que es además hacia lo que yo voy cuando estoy mal, porque son esas canciones lo que necesito escuchar.

Las hay así en el disco, pero va haciendo de manera natural el proceso que hice yo misma, para terminar con un mensaje final más positivo y luminoso. De volver hacia ti, hablar sobre ti y centrarte en ti, que al final es lo que tienes que hacer después de todo lo que sucede en esos malos momentos.

En febrero arranca su gira, a la que llega después de actuar junto a Mon Laferte, ¿cómo es la experiencia de ser telonera y abrir conciertos?

A nivel Europa ha sido fascinante porque nunca había tenido la oportunidad de poder viajar fuera de España más allá de Latinoamérica. Ser telonera es un trabajo muy duro en todos los sentidos. También es muy agradecido, es una de las oportunidades más grandes que me ha dado alguien porque si no, vete tú a saber cuándo hubiese tocado en el Teatro de París, que ojalá suceda.

Pero es una oportunidad muy dura porque es gente que o bien no te conoce, o no conoce tus canciones ni saben qué vas a presentar. Tú tienes que exponerte de una manera. Seleccionar tus temas para esos 20 o 30 minutos que tienes, y versionarlos para 'petit comité', ya que muchas veces iba sola con guitarra o piano. Es una oportunidad preciosa, pero que requiere de mucha fuerza y aguante.

Depende del sitio, hay públicos más y menos respetuosos. Hay gente que está hablando a grito pelado dentro de la sala, y otra que te aplauden, te empiezan a gritar. Valoro mucho al público de Mon porque son gente muy respetuosa, y no solo eso, te alzaban. Un beso a toda la gente que abre los conciertos a otras personas, que trabaja en bodas y comuniones que yo también lo hice cuando tenía dieciséis años, que es un trabajo que requiere de mucho y que se valore mucho.

Las redes sociales son una forma de contactar con su público para conocer cómo se valora su música. ¿Cuál es su relación con ellas, teniendo en cuenta el pico que han tenido desde que salió de 'OT', en 2019?

Yo venía de tocar en bodas y orquestas, por lo que la oportunidad que se dio en ese momento fue increíble. Sí que es verdad que mi dinámica con las redes ha cambiado mucho después de seis años, tengo un público que está muy alineado con lo que soy. Ahora me siento bastante bien, pero hay veces que, en según qué momento, tienes la presión todo el rato ser, aparte de cantante, creadora de contenido. Esto sí que desquicia en algún momento porque ves que tu carrera y música dependen a lo mejor de un post en una aplicación que no tienen nada que ver.

Está eso, pero también te lo puedes tomar como una manera de promocionar tus cosas y tener esa visión. Ver que tu trabajo no solamente es estar en el estudio, hacer conciertos y demás, sino también mantener un perfil como personaje público; evidentemente también se te pasa por la cabeza algunos días.

Quedarse o no en X está siendo uno de los debates de la semana, tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. ¿Qué ha hecho usted?

Yo me desactivé la cuenta este martes y me he abierto Bluesky, que por lo que tengo entendido es un espacio más seguro. Voy a darle una oportunidad, a ver si no nos hacen arrepentirnos, ojalá no. Y si no, que nos informen y ya veremos. Lo importante es crear espacios en los que podamos convivir de la manera más saludable posible para todos. Y no solo a nivel político.

Es una de las artistas que participó en los conciertos benéficos que se organizaron para apoyar a las víctimas de la DANA, y también estuvo ayudando sobre el terreno. ¿Qué parte de responsabilidad ha sentido de sumarse?

A nivel comunicación, era indispensable. Hubo mucha sobreinformación en muchos momentos, en los que había quien lo había perdido absolutamente todo. Lo que uno tiene que hacer es lo más humano del mundo, que es ayudar en lo que pueda. Si es yendo, yendo. Si se puede ir a limpiar, se va a limpiar. Si se puede colaborar económicamente, cocinando… Aparte de músico, considero que somos humanos, personas que a nivel de comunicación tenemos más espacios que podíamos utilizar para comunicar lo que estaba sucediendo; y en este caso, siempre he estado a favor de que se utilice.

Ayudar, colaborar y seguir colaborando a día de hoy porque hay mucha gente todavía que no ha recibido ayudas para gestionar las casas. Está habiendo otra vez derrumbes después de tanto tiempo en garages y demás. No olvidarnos de eso y pedir las responsabilidades pertinentes a quien se deben pedir para que esta gente pueda vivir en paz después de lo que ha pasado.

Alba Reche, durante la entrevista en la redacción de elDiario.es

Mucha gente la conocimos en un canal 24 horas que mostraba cómo era su día a día con sus amigos. En su edición lo político estuvo siempre muy presente, abiertos a hablar desde feminismo y sexualidad a que no quisieran ir a Eurovisión si se celebraba en Israel. ¿Se ha mantenido así desde entonces?

He sido bastante honesta con lo que creo que necesito decir, con lo que está bien, y hay momentos en los que hace falta compartirlo. Lo haré igual que lo hacía antes, siempre con cuidado y con respeto. Ser políticamente correcto para todas las posiciones es algo que no me interesa, pero sí que es verdad que muchas veces se siente inquina por decir tus opiniones, sobre todo si eres artista. Pero bueno, considero que es algo a lo que está directamente el arte. Y que también tienes derecho a equivocarte, a decir las cosas de una manera u otra, y que ese proceso forma parte de la vida de una persona que también está conociendo todo.

Creo que sigo bastante alineada con mi pensamiento de entonces. Éramos una edición que a lo mejor por el momento vivimos una ola del feminismo y estábamos representando lo que éramos. Ni más ni menos. A mí, sinceramente, me gusta un artista que posicione y tome partido con las cosas que están pasando. Como público me gusta y como artista intento hacerlo también.

¿Se reciben igual si las opiniones que emiten tienen o no que ver con la industria musical, al por ejemplo hablar sobre la presencia de mujeres en la industria?

Para mí que haya más o menos productoras es una conversación natural. Que no tenga que haber una playlist en concreto solamente para nosotras, que estemos de manera natural en el resto. Y si no, preguntarte por qué no están, ir solucionando y abriendo esas conversaciones.

¿Qué valoración hace sobre cómo esto permea a lo que implica su carrera, más allá de lo que implica componer e interpretar sus canciones?

Seleccionar el equipo es una gran parte en la que puedo colaborar. En mi caso, tres de las chicas que me acompañan llevan tres años conmigo y una cuarta, Saray, mi batería, desde la gira de Quimera en 2019. Poco a poco he ido haciendo mi equipo para que todas seamos mujeres encima del escenario. Como artista puedo seleccionar eso, que mi manager sea una mujer, que dentro de las opciones que tengo, dar prioridad siempre o a colaborar con, contratar a, que mis fotógrafas de conciertos sean siempre chicas. A nivel jefaturas y discográficas, es otro mundo en el que yo no estoy evidentemente dentro, pero creo que esas conversaciones también se dan. Auguro, espero y deseo, que se está trabajando en ello, espero que cada vez se encuentre más en equidad.

¿Y respecto al algoritmo y entrar o no en las listas?

La Asociación Mujeres en la Música tienen muchísimos proyectos abiertos. También colaboran con Spotify Equal, que llevan a cabo muchísimas cosas, pero me gustaría que no fuesen extraordinarias. No por ellas, que son fantásticas, sino a que me sabe mal que sea solamente esa sección y que no sea de forma natural en el resto de situaciones y proyectos. Que no solamente nosotras contemos con nosotras, sino que el resto también cuente con nosotras.

¿Cómo se lleva con la etiqueta 'triunfita'?

Muy bien, es que tengo mucho cariño a Noemí, Manu, Capde, Mamen, a toda la gente con la que conviví allí. Cuando fui a la Academia a dar una pequeña charla en la última edición fue una oportunidad muy bonita para hablarles también de lo que sucede después. Creo que ahí aclaré muchas cosas, de cómo es después la convivencia de ellos. Es una gran oportunidad, pero, como toda gran oportunidad, conlleva también grandes sacrificios, exposición en este caso, y darte cuenta de muchas cosas muy rápido cuando tú no sabes.

Más allá del nuevo disco, ¿se plantea presentarse al Benidorm Fest?

Me han avisado de que es la semana que viene y lo veré porque me encanta. Yo por ahora mismo no voy a presentarme porque creo que no es mi sitio. Tengo el proyecto en otro momento y voy a centrarme en presentar el álbum.

Parece que desde hace tiempo se habla más sobre la salud mental de los artistas, con grupos que paran y explican que quieren darte un descanso. ¿Cómo se cuida emocionalmente?

Vengo de un momento en el que me he dado el tiempo para hacer el álbum tranquilamente, dedicarle el tiempo que pensaba que requería. En ese tipo de decisiones sí que es verdad que me respeto mucho. Soy una persona que intenta tener una conversación lo más saludable posible con las redes y para eso he tenido que hacer ejercicios de conciencia de decir: “Esto es hasta donde puedo llegar. Esto es lo que puedo hacer”. Evidentemente, hay días en los que sales a las 22 y dices: “Madre mía”. Y a veces que a las 19 sales igual de cansado o de repente te hartas de estar de vacaciones. Depende del día. La suerte que tengo es que dedicándome a la música, me encanta mi trabajo.

Carmen Boza es una de las artistas que ha dejado el mundo de la música por la presión de las redes. Darle oído a ese tipo de conversaciones me parece importante. Yo por mi parte puedo decir que ahora estoy en uno de mis mejores momentos, con más energía y fuerza para la salida del disco y la gira; pero no he estado ahí en todos los momentos.

Perder perfiles como el de Carmen, que es increíble como artista, para mí ha sido una pena como público. Porque me encanta, la admiro mucho, y como ella habrá mil más que seguramente lo tengan que dejar de hacer por trabajos precarios, por compaginar el mundo de la música con el trabajo de oficina de nueve a nueve. Es una pena que muchos talentos se estén perdiendo porque no se invierta en la música y la cultura como se debería invertir. Me encantaría que fuese de otra forma. 

VÍDEO: Javier Cáceres, Nando Ochando, Adrián Torrano