La investigación, que está en proceso, pretende ahora desvelar cuántas del casi centenar de piezas que compones de la vidriera se corresponden con las originales. "No puedo decir cuánto ha sido cambiado, está en estudio, no todo el rosetón fue cambiado, no creo", ha añadido González, apuntando de esta manera a un 'cambiazo' parcial.
El encargado explicó además que Antonio Rigalt fue contratado entonces por el Ministerio como aparejador de la Catedral, siendo este también responsable de llevar el rosetón a Barcelona. Sin embargo, esto no se volvería a repetir. "Hace veinte años se intentó llevar a restaurar el rosetón fuera de León y el Cabildo se plantó, dijo que no salía de aquí, por lo que se decidió hacer el primer taller de restauración en el Seminario", recalca el portavoz de la Catedral.
Está previsto que el año comience con el rosetón ya restaurado tras una inversión de 390.000 euros. "No sabemos si el 25 de diciembre o el 1 de enero quitaremos el trampantojo que lo cubre, pero ya han sido restauradas el 70 por ciento de las 97 piezas que suponen cerca de 30 metros cuadrados de vidriera", ha indicado González sobre unos trabajos que comenzaron en abril de 2018.
El gran rosetón de la fachada occidental que ahora se está restaurando (e investigando) es de gran importancia porque, a pesar de haber sufrido varias restauraciones, su realización se remonta al siglo XII. En las vidrieras son las encargadas de recoger las últimas luces de la tarde y en una clara alusión al Juicio Final, como demuestra el dibujo de una Virgen con el Niño y rodeada de 12 ángeles tocando las trompetas, además de diversos motivos ornamentales.
"Su restauración ha sido muy compleja porque ha habido que reemplomar absolutamente todo", ha afirmado el administrador del Cabildo Catedral de León sin dejar pasar por alto que "estaba muy deteriorado por el Sol" y el "plomo de mala calidad" utilizado en los trabajos de finales del siglo XIX,
"Ahora estamos también con la restauración de los arbotantes y los botareles de la girola", ha aclarado. Y es que cada 50 metros cuadrados de vidriera cuesta 250.000 euros. "Tenemos aquí para bastante tiempo", ha concluido.