Pero aunque Untrue ha sido hasta la fecha el último álbum de William Emmanuel Bevan –el hombre tras el alias de Burial- la producción discográfica de este misterioso alquimista sonoro ha continuado durante la última década con un buen puñado de maxis y EPs que se recopilan ahora en este disco, lo más parecido a ese largo que llevamos esperando la última década y no ha terminado de llegar.

Obviamente Tunes 2011-2019 carece de la coherencia de aquellos dos álbumes y más bien funciona como catálogo de la evolución de un músico que todo este tiempo ha apuntado en diversas direcciones sin dejar de resultar reconocible. Es el espacio que va del ambient espectral de State Forest al sonido bailable de Claustro, dos temas en las antípodas que sin embargo conformaban su última referencia, un single publicado este mismo 2019. Y entre medias toda una gama de grises, el Pantone que mejor representa la música de Burial.

 A.L.M.A.

Invierno totalitarioGrabaciones PerdidasINDUSTRIAL8

La historia de A.L.M.A. y por extensión de este, su primer disco, es la historia de una pasión. Desde su posición de fan fatal Pedro Pablo Bazán, alma de A.L.M.A., es el responsable de que una banda tan incómoda y exigente como los berlineses Einstürzende Neubauten recalaran hace unos años en Gijón para dar unos de sus acongojantes conciertos. De alguna forma el favor se lo devuelve uno de los elementos esenciales de los Neubauten, Alexander Hacke, que firma las mezclas de este disco y sitúa inmediatamente en el mapa el territorio por el que transita Bazán en este capricho devenido en obra mayúscula.

Destinado a situarse al lado de álbumes de culto en la Historia del rock torcido en castellano, como los discos de Mar Otra Vez, 713avo Amor o La Débil, Invierno totalitario está compuesto por ocho piezas más gritadas que recitadas, en las que la caústica poesía de Bazán cabalga ritmos marciales, guitarras con vocación de motosierra y sampleos que perfectamente podrían funcionar como psicofonías.

Lo verdaderamente sorprendente de todo ello es que al mismo tiempo que A.L.M.A. desparrama sus referentes musicales e intelectuales en forma de samples sonoros o literarios -de Manta Ray a Jodorowsky o T.S. Eliot- hay una extraña y primitiva musicalidad que emana de esta colección de elegantes aberraciones y que hace de este disco una de las sorpresas más inesperadas en la cosecha nacional del 2019. Mención especial para la cuidadísima edición en vinilo de 180 gramos, con portada desplegable, póster y CD incluido.

 

Camellos

Calle para siempreLimbo StarrROCK7

Madrid es esa ciudad en que independientemente de las tendencias se vive un constante renacer del sonido garage y el punk-pop. Y Camellos son protagonistas de la enésima oleada de grupos de guitarras y estribillos coreables, una generación que a los más viejos del lugar les recordará inevitablemente a sus años mozos: la nota de prensa de hecho se refiere a ellos como herederos de Burning, Siniestro Total y Patrullero Mancuso… palabras mayores.

Camellos y sus coetáneos en realidad se asemejan a esos y tantos otros grupos por la urgencia y excitación características de los veinteañeros. Con los Kaka De Lux que cantaban al metro de Madrid comparten por ejemplo su ironía a la hora de referirse a la capital como una suerte de Arcadia prometida que, a la hora de la verdad, termina por resultar inevitablemente cutre y paródica: "Ya tenía ganas de volver a la ciudad indie, ciudad indigente / Este río, mmm, qué rico, qué limpio / Si el aire está sucio pues no lo respires / El mejor agua del mundo / crece el pelo y vuelves a sonreír / el mejor agua del mundo / mereció la pena venirse a Madrid".

En su segundo disco Camellos luchan con la etiqueta de "banda graciosa" que a puntito ha estado de transformarles en una suerte de "grupo de broma". Esa era la deriva que a la que conducían decisiones como la versión del tema de Spandau Ballet, Gold, que el cuarteto convertía en una suerte de himno futbolero: Gol. Calle para siempre sin embargo despeja ese peligro a base de un repertorio contundente y eficaz en lo musical y una demostrada capacidad para plantear viñetas extraídas de la vida en la gran ciudad en las que humor no es sinónimo de humorada.

 

 

Califato 3/4

Puerta de la Cânne by Califato ¾

Puerta de la cânneBreaking Bass RecordsELECTRÓNICA-FLAMENCO8

De entre las múltiples músicas de raíz que existen a lo largo y ancho de la geografía de nuestro país el flamenco ha sido desde siempre la más dispuesta a hibridarse con otros estilos. Del jazz a la música clásica, pasando por supuesto por las músicas populares contemporáneas.

Esto se ha hecho especialmente evidente, hasta el punto de poder considerarlo tendencia, en el terreno del pop, el rock la música urbana y la electrónica: el listado de artistas pop que han sacado petróleo de la flamenquización de su música es inabarcable, con la saga de Los Planetas y sus diferentes proyectos paralelos al frente.

Breaking Bass es un colectivo a caballo de Sevilla y Málaga que componen Broken Lip, Diego94, Esteban Bove, Lorenzo Soria, S Curro, Stay Puft y The Gardener. Independientemente de su actividad al margen de Califato 3/4, estos seis productores procedentes de la electrónica y los sonidos urbanos despertaron la atención de muchos aficionados con la publicación de un miniLP titulado L'ambôccá en el que su afición por los bajos gordos y los ritmos rotos se daba de bruces con la tradición musical flamenca.

L'ambôccá fue un aperitivo de lo que estaba por venir, este Puerta de la cânne en el que la tradición pesa bastante más que el componente dance. Comentaban recientemente los miembros de Califato ¾ en una entrevista para La Marea que "hemos estado estudiando y trabajando para hacer estructuras flamencas-flamencas, investigando más allá del compás 4/4 y el 3/4 para sacar martinetes, alegrías (las jotas de Cádiz), sevillanas, jotas de Jaén (de donde vienen las aragonesas) o bulerías".

Efectivamente el resultado es un disco muy rico en lo musical, que se ve reforzado por las colaboraciones del estudioso del flamenco Antonio Manuel, el cantante de Derby Motoreta's Burrito Kachimba Miguelito García (otros que recurren a las raíces, en su caso para reivindicar un kinkirock) o el rapero Tremendo. Ahora mismo trabajan en un ambicioso show a la altura del proyecto; si lo consiguen prepárate para verles en los grandes festivales del 2020.

 

Varios

Stumm433MuteEXPERIMENTAL0-10

Imposible puntuar un disco que, como suele ocurrir en el terreno del arte conceptual, se debate entre la genialidad y la tomadura de pelo. Stumm433, triple álbum en formato CD y box set con cinco discos en vinilo, rinde homenaje tal y como el guiño del título deja entrever a la que posiblemente haya sido la pieza "musical" más importante del siglo XX: 4:33 de John Cage.

Es una pieza que cualquier persona puede interpretar independientemente de sus habilidades musicales. En esencia consiste en pararse a escuchar el sonido ambiente a nuestro alrededor durante esos 4 minutos y 33 segundos de duración. Al margen de que la idea pueda sonar a broma -y efectivamente de esa forma ha sido calificada en numerosas ocasiones- desde su estreno en 1952 4:33 supuso una ruptura radical con el concepto que había dominado lo musical hasta ese preciso instante, abriendo el camino a nuevos planteamientos que derivarían años más tarde en géneros como el ambient, el industrial o buena parte de la electrónica más avanzada.

También, por supuesto, a la aparición de sellos como Mute, que a pesar de su progresiva incursión en otros géneros y sonidos aún vincula su nacimiento en 1978 con el single de The Normal T.V.O.D./Warm Leatherette a premisas musicales que habrían sido imposibles sin la existencia previa de la pieza de Cage.

Es por eso que hoy Mute le rinde un sentido homenaje a en forma de monumental caja con más de cincuenta artistas del sello "versionando" 4:33. El listado de participantes es impresionante: Depeche Mode, Nick Cave, New Order, Einstürzende Neubauten, Laibach, Michael Gira (Swans), Cabaret Voltaire y un largísimo etcétera entre los que por supuesto también se encuentra el propio fundador deMmute, Daniel Miller, con sus dos alias artísticos: The Normal y Silicon Teens.

La broma sale por un ojo de la cara -su edición deluxe, alcanza ya los 700€ en el mercado de segunda mano- pero más allá de lo obviable de su contenido sonoro, cuatro horas de sonido ambiente, no deja de ser reseñable como curiosa y divertida singularidad del mercado discográfico