"Fue un año complicado en el plano emocional, porque había alegría y euforia, pero también decepción y se formaron algunas heridas aún abiertas", dice Wenzel a eldiario.es. Desde su editorial de Leipzig, Wenzel ha movilizado a una veintena de fotógrafos para producir este libro. Juntos han explorado sus archivos fotográficos para rescatar una importante cantidad de imágenes inéditas que ahora ven la luz. Los clichés transmiten una mezcla de sensaciones similar a las experimentadas por los alemanes en aquellos tiempos de reunificación.
Para Wenzel, las miradas de las jóvenes que retrataba Andreas Rost en febrero de 1990, pocas semanas después de la caída del muro de Berlín, en uno de los primeros concursos de belleza organizados en Leipzig por empresarios del oeste alemán, son una buena expresión de la complejidad emocional de aquel tiempo. En las cuatro mujeres retratadas en una de esas fotografías se percibe desde cierto optimismo hasta nostalgia pasando por la incredulidad y el escepticismo.
El propio Rost fotografiaría después, en el mes de abril de ese año, manifestaciones de alemanes del este que, ante la absorción de la moneda de la RDA por marco alemán de la RFA, salían a la calle para mostrar preocupación. "En esas imágenes no hay ni rastro de la euforia que vivió el país en enero. Esos manifestantes querían un cambio de su moneda uno a uno, y no algo peor", explica Wenzel. Una imagen de esa serie de fotografías ha servido para ilustrar la parte superior de la portada del libro.
Otra RDA o la reunificación cuanto antesEn ocasiones, la preocupación dio lugar a la violencia. Así lo recogió el fotógrafo Martin Jehnichen en una manifestación posterior a un acto de campaña del Helmut Kohl, líder de la conservadora Unión Cristiano Demócrata (CDU) y político considerado el "padre de la reunificación".
"Tras uno de sus actos de campaña se quemó una bandera de Alemania. Hubo peleas, y un clima muy tenso. En febrero y marzo de 1990 estaba claro que había dos visiones que competían en la antigua RDA: unos querían otra RDA y otros querían la reunificación, cuanto antes, mejor", recuerda Wenzel.
Jehnichen, fotógrafo originario de Heidelberg (oeste germano) que haría carrera en Leipzig tras llegar a la Alemania comunista en tiempos de su ocaso, retrató esas visiones enfrentadas. Sólo en diciembre de 1990, con la celebración de las elecciones generales, logró sellarse el proceso de reunificación.
"Helmi go west"Los éxitos políticos de Helmut Kohl en el este alemán no fueron de todos los germanos de la RDA. Así, Jehnichen pudo retratar en una de sus fotos sobre manifestaciones en el este germano a tres personas en la calle con imágenes del líder conservador. Bajo las fotos de Kohl se lee: "Helmi go west". Una invitación a que Kohl dejara a los alemanes del este ser sujetos políticos dueños de su propio destino.
"Hubo una mesa redonda que pidió que sólo políticos de la RDA participaran en las elecciones en este alemán. Pero el mismo día que se hizo esa petición, los secretarios generales de la CDU y del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en Bonn dijeron que les daba igual lo que aquella mesa redonda dijera", comenta Wenzel. Para él, aquello "fue un error político".
Con todo, "uno puede contar la historia de los treinta años de reunificación como una historia exitosa, pero 1990 fue un año muy complicado, porque en el este alemán la economía iba mal: muchos centros industriales quedaron abandonados", comenta Wenzel.
Aunque la reunificación trajera consigo complicadas realidades políticas y sociales especialmente en el este alemán, la cultura popular dio muestras de estar conquistada por las posibilidades del capitalismo. Por eso Das Jahr 1990 freilegen recoge algunos ejemplos de campañas publicitarias donde se utilizaba el concepto mismo de reunificación.
Empresas 'vendiendo' la reunificaciónLa empresa japonesa Panasonic vendía así uno de sus teléfonos-fax bajo el lema: "A partir de ahora todos juntos". Sintomático también de los tiempos que correrían a partir de 1990 en Alemania es que la firma francesa Chanel lanzara ese año su eau de toilette Égoïste.
El abundante material gráfico recopilado por Wenzel y compañía se acompaña en Das Jahr 1990 freilegen de una ingente cantidad de extractos de libros publicados o que versan sobre ese año. En total, Wenzel revisita en este collage de imágenes y textos unos setenta libros. Su volumen es, por tanto, un libro que permite revisitar la época en muchos aspectos.
A su entender, pensar en ese año es algo necesario. "Tal vez ahora, tras 30 años, deberíamos hablar de 1990. Porque ese año se cometieron errores políticos que todavía tienen efectos en la gente", comenta Wenzel. Alude a cómo en el este alemán muchos aún se sienten apartados de la realidad política y social del país, un sentimiento que el partido de ultraderecha Alternativa par Alemania (AfD) está sabiendo explotar con fines políticos.
"Mucha gente experimenta aún sentimientos que no saben describir, pero yo creo que esos sentimientos pueden cambiar en el momento en que se mira lo que ocurrió en 1990 y se piensa en quién era cada cual entonces", concluye el editor.