Ha pasado casi un mes desde que los museos franceses se unieron y donaron materiales para entregar a los profesionales ucranianos, que evacuan las colecciones de sus instituciones culturales para protegerlas de las bombas rusas. Después del primer camión de 15 toneladas repleto de cajas de madera, mantas ignífugas o extintores entre otros enseres, otro más ha cruzado las carreteras francesas y ha llegado a los hangares del Instituto del Patrimonio Nacional de Polonia, en Varsovia. Ahí reciben y redistribuyen a los museos de Ucrania.
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