El hecho de que una tecnología pueda "resucitar" a un artista fallecido suele ser motivo para que muchos medios vayan corriendo a cubrir la noticia con tono celebratorio. Todo lo que parezca que puede acercarnos más al sueño húmedo de un guionista de película de ciencia ficción convierte al periodista en un zombie que sigue la melodía de flauta y termina en un titular del tipo: "La IA crea canciones de Amy Winehouse, Nirvana o Jimmy Hendrix". Y la verdad es que en algunos casos es complicado no caer en la fascinación.