El sector servicios en España continuó expandiéndose en febrero aunque al ritmo más lento en más de seis años, debido al escaso incremento de la demanda a las empresas, que también se vieron afectadas por un recorte de sus márgenes de beneficios ante el incremento de los costes.
Así, el índice de actividad comercial se situó en febrero en 52.1 puntos frente a los 52.3 de enero, cayendo por segundo mes consecutivo desde su máximo de diciembre y marcando el ritmo más débil de expansión desde noviembre de 2013.
Muchos de los encuestados señalaron que la demanda del mercado se ha estancado, especialmente en el caso de los clientes extranjeros, ya que las ventas al exterior han continuado disminuyendo por décimo mes consecutivo por el impacto que el coronavirus está teniendo en la confianza y actividad, especialmente, en el sector del turismo.
Los márgenes empresariales se redujeron ya que, aunque las empresas consiguieron aumentar sus tarifas, lo hicieron marginalmente, mientras se aceleró el incremento de los costes, entre ellos también los laborales por más contrataciones.
Aunque a corto plazo las preocupaciones sobre el impacto del coronavirus y la actual incertidumbre política interna afectaron el optimismo de las empresas, de cara a los próximos doce meses siguen confiando en un aumento de la actividad.
La consultora también ha publicado el índice compuesto, que une la evolución del industrial y el de servicios, y que aumentó desde el 51.5 registrado en enero al 51.8 en febrero.
El crecimiento económico del sector privado en España, concluye, se expande a un ritmo más rápido en el segundo mes de 2020, por el retorno de la actividad manufacturera y pese a la moderación de los servicios.