El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, presentó este sábado sus planes económicos para el nuevo curso político, basados en reducir la carga tributaria y dar un fuerte impulso a las inversiones, con el objetivo de lograr "crecimiento para todos".
Menos impuestos, mas inversiones. Eso son los dos pilares con los que Mitsotakis espera dar un fuerte empuje a la economía hasta lograr tasas de crecimiento que superen el 3 % (en el primer semestre el PIB aumentó un 1,5 %), lo que, a su vez, supondrá un impulso a la creación de empleo.
Como ya adelantó al presentar su programa de Gobierno, Mitsotakis anunció este sábado, desde la feria internacional de Salónica, para 2020 la rebaja del impuesto de sociedades en cuatro puntos, del 28 % actual al 24 %, y la reducción de la tasa sobre los dividendos del 10 % al 5 %.
A ello se añadirá una suspensión del pago del IVA durante tres años para toda nueva construcción y una rebaja del 40 % para los trabajos de reforma o mejora de viviendas.
A su juicio, estas serán medidas cardinales que darán un impulso a las inversiones, a la contratación y, en consecuencia, a la economía.
Con el fin de impulsar el consumo de los hogares, habrá además una reducción del tipo mínimo del IRPF del 22 % al 9 % para los ingresos anuales de hasta 10.000 euros de asalariados y pensionistas y ayudas varias para familias con hijos.
"Hemos dejado claro que seguiremos una política fiscal prudente. Cada medida será estrictamente rentable y dentro de nuestras capacidades", dijo.
En cuanto a las inversiones, el líder conservador recordó que nada mas asumir el Gobierno se reactivaron algunos proyectos aparcados y se han empezado a proyectar muchas nuevas inversiones, con fuerte interés extranjero.
Para dar fuelle adicional a "inversiones estratégicas", Mitsotakis anunció una amplia desburocratización y aseguró que se pondrá por fin en marcha la digitalización de la administración pública.
En materia de estado digital, Grecia está en la cola de los Veintiocho, subrayó.
"Con una ola de reformas audaces, ganaremos una credibilidad estable. Y con el entorno coyuntural adecuado y resultados económicos positivos reclamaremos superávit primarios anuales más realistas que abrirán espacio para el crecimiento y políticas sociales", añadió.
Con ello, aludió a su promesa electoral de convencer a las instituciones acreedoras para que rebajen los objetivos fiscales acordados como parte de los compromisos de Grecia durante la era tras el rescate.
Grecia se ha comprometido a generar excedentes primarios -excluyen el pago de intereses- de un 3,5 % del PIB hasta 2022 y de una media del 2 % en todos los presupuestos estatales hasta 2060.