El número de ejecuciones hipotecarias, o embargos de una propiedad para su venta tras el impago de un crédito, en viviendas habituales se redujeron un 21,8 % en 2019 y alcanzaron los 5.177, según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el último trimestre de 2019, los embargos sobre vivienda habitual cayeron un 45,7 %, hasta 1.380.
En total, en todo el año se registraron 56.349 inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias, un 2,9 % más que en 2018.
De las 7.129 viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria registradas en 2019, 5.177 fueron habituales en propiedad, y 1.952 (un 19,5 % menos que un año antes) no eran residencia habitual de los propietarios.
Un 23,4 % de las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas en el año fueron nuevas, y un 76,6 % usadas; el número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas nuevas aumentó un 19,3 %, mientras que el de usadas bajó un 1,0 %. Cataluña
Según el año de inscripción de la hipoteca, el 23,9 % de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas correspondió a hipotecas constituidas en 2007, el 16,2 % a hipotecas constituidas en 2008 y el 13,3 % a hipotecas de 2006.
De este modo, el periodo 2005-2008 concentró el 60,3 % de las ejecuciones hipotecarias iniciadas en 2019.
Por comunidades autónomas, las que mostraron mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas fueron Cataluña (12.131), Comunidad Valenciana (11.644) y Andalucía (9.834), en tanto que Navarra (174), País Vasco (218) y La Rioja (495) registraron el menor número.
Cataluña (5.757), Andalucía (5.681) y Comunidad Valenciana (5.356) registraron el mayor número de ejecuciones sobre viviendas, y Navarra (54), País Vasco (81) y La Rioja (143), las que menos.
Por lo que respecta a las cifras del cuarto trimestre, el número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad fue 12.882, un 4,1 % más que el trimestre anterior y un 19,1 % menos que en el mismo trimestre de 2018.
Entre las viviendas de personas físicas con ejecución hipotecaria, 1.380 eran habituales en propiedad (un 12,3 % menos que en el mismo trimestre de 2018) y 453 no eran residencia habitual de los propietarios (un 23,9 % inferior).
Atendiendo a la naturaleza de la finca, las ejecuciones sobre viviendas concentraron en el último trimestre del año el 46,7 % del total.
Un 10,7 % del total eran viviendas habituales de personas físicas, un 32,5 % correspondió a viviendas de personas jurídicas, y el 3,5 % restante a otras viviendas de personas físicas.
Las ejecuciones hipotecarias de otras urbanas (locales, garajes, oficinas, trasteros, naves, edificios destinados a viviendas, otros edificios y aprovechamientos urbanísticos) fueron el 42,1 % del total.
En cuanto al estado de los inmuebles, el 17,9 % de las ejecuciones hipotecarias fueron sobre viviendas nuevas, y el 82,1 % sobre usadas; el número de embargos sobre viviendas nuevas cayó un 26,8 % en tasa anual, y el de usadas, un 15,2 %.
Desglosados los datos por comunidades autónomas, en el cuarto trimestre Comunidad Valenciana (2.785), Andalucía (2.606) y Cataluña (2.454) registraron el mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas. Navarra (18), País Vasco (67) y Cantabria (107), el menor.
En el caso de viviendas, Andalucía (1.339), Comunidad Valenciana (1.278) y Cataluña (1.123) presentaron el mayor número de ejecuciones, mientras que Navarra (9), País Vasco (20) y Cantabria (52), las cifras más bajas.