"Más visitantes, menos impacto y más sostenibilidad". Así resume Julia Sendín, experta en ecoturismo, el impacto del proyecto Moveletur, que permite explorar en vehículos eléctricos parques naturales en la frontera hispanolusa.
Financiado por la Unión Europea, Moveletur es un proyecto pionero para reducir las emisiones de dióxido de carbono en los parques naturales fronterizos de España y Portugal.
Se basa en la utilización gratuita de vehículos eléctricos e incluye la habilitación de 23 puntos de recarga.
Con la participación de ocho socios, el proyecto tiene como objetivo promover un modelo de uso público sostenible y limpio para los visitantes de los espacios naturales fronterizos.
El presupuesto supera los 900.000 euros, de los que 700.000 son aportados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), en el Marco del Programa INTERREG España-Portugal (POCTEP).
La iniciativa está liderada por la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León y cuenta como socios españoles con el Ente Regional de la Energía de Castilla y León y la Diputación de Ávila y por parte portuguesa con la Cámara Municipal de Bragança, la Agencia de Energía Oeste Sustentavel, la Asociación de Desarrollo de Alto Tamega y Barroso y el Instituto Politécnico de Castelo Branco En el norte, los parques portugueses de Peneda Gerês y Montesinhos se pueden recorrer desde enero con moto-scooter, triciclos y bicicletas eléctricas.
El Parque Natural Serra de Malcata luso -frontera con Castilla y León y Extremadura- también pondrá en marcha antes de fin de año una serie de puntos de carga para bicicletas eléctricas, tal como explicó a EFE George Rodrigues, del Instituto Politécnico de Castelo Branco, responsable de esta parte del proyecto.
En los espacios naturales fronterizos del lado español se han habilitado 4 coches y 50 bicis, tanto para adultos como para niños, que se pueden usar en el Parques Naturales Arribes del Duero (Zamora y Salamanca), en el de Batuecas-Sierra de Francia (Salamanca) y en Gredos (Ávila), todos Castilla y León.
VISITAS CON MENOS HUMOS
Moveletur arrancó en septiembre de 2018 y en menos de un año ya ha logrado reducir la emisión de 1,5 toneladas de CO2.
En la localidad española de Fermoselle (Zamora), donde se localiza la Casa del Parque Arribes del Duero, una usuaria de una bici eléctrica, la vallisoletana María José Caminero, disfruta de la iniciativa.
"En un entorno como éste, si evitamos humos y contaminación pues es lo más apropiado, pasear por un entorno natural con calidad".
Además, "la bici te ayuda en los momentos de repechos más duros", admite tras el paseo.
La experiencia está resultado un éxito. Un centenar de vehículos eléctricos se alquilan al mes en los parques y casi un millar de personas se han alojado en la zona atraídas por la aventura de recorrer un parque natural sin generar contaminación.
Los usuarios pueden realizar rutas con una media de 120 kilómetros diarios y disponer de paquetes turísticos semanales que permiten a los visitantes pasar la frontera sin emitir Co2 y con el atractivo de recorrer parques naturales de dos países diferentes.
En bicicleta eléctrica se puede, por ejemplo, partir de Fermoselle y alcanzar el Mirador de las Escaleras o la Caseta de los Carabineros para disfrutar de una impresionante vista sobre el Duero, frontera natural con las portuguesas Sendim y Bemposta.
"Con esta iniciativa se ponen aún más en valor los parques naturales, ya que se trata de un turismo más sostenible y, a la vez, conectado, ya que se une Portugal con España", explica Julia Sendín, experta en ecoturismo y una de las responsable de la Casa del Parque de Fermoselle.
Es una iniciativa "muy positiva", insiste, ya que se atraen "más visitantes, hay menos impacto y más sostenibilidad".
Para darle más divulgación al proyecto, en Arribes del Duero, los empresarios turísticos han suscrito un compromiso con Moveletur por la que se comprometen a informar a los turistas sobre la posibilidad de recargar de forma gratuita sus vehículos eléctricos y del alquiler gratuito de bicis y coches eléctricos.
NATURALEZA SIN RUIDO
La ausencia de ruido es otra de las ventajas de recorrer los parques naturales fronterizos en vehículos eléctricos porque en silencio es más fácil avistar algunas especies, sobre todo aves.
Es "ideal porque cada vez la gente acude más a los parques naturales pero molestamos más a los animales y al medio ambiente y con esto se puede venir y se puede disfrutar de ellos", argumenta la turista Margarita Revilla.
En el Parque Natural de Montesinhos una de la recompensas de evitar ruidos puede ser la escucha nocturna de los aullidos del lobo.
En el avistamiento de aves es esencial mantener silencio y los más afortunados podrán disfrutar de especies muy amenazadas de ambos lados de la Raya, tales como el alimoche, el buitre negro o el águila real, entre otras.
UN GUÍA VIRTUAL
La Cámara Municipal de Bragança, uno de los socios del proyecto, ha querido dar un paso más y en breve pondrá en marcha una serie de aplicaciones tecnológicas para que los usuarios de los vehículos eléctricos puedan conocer aún mejor la fauna, la flora y los monumentos de la zona.
Han desarrollado una aplicación (APP) para móviles "inteligentes" que permite al usuario diseñar su propia ruta.
Cada coche o bici tendrá instalado un sistema que permitirá explicar al turista, mediante sonido y fotos, las cuestiones más destacadas de cada enclave.
En uno de los recorridos por el Parque Natural de Montesinhos, los turistas recibirán explicaciones sobre las huellas del lobo o podrán conocer la historia del castaño más antiguo de Europa, un árbol que se encuentra en la población de Rio de Onor, una aldea fronteriza que une Portugal y España.
Esta aplicación también se podrá usar para que los viajeros recorran el casco histórico de Bragança y conozcan la Ruta de las Iglesias, visiten sus ocho museos e, incluso, reciban las explicaciones sobre la historia de su castillo.
La aplicación permitirá al usuario definir su recorrido a medida y, una vez concluido el trayecto, compartir fotos y vídeos desde el "smartphone" que tienen incorporados los propios vehículos.
Carlos García