El aeropuerto de Málaga-Costa del Sol cumple 100 años de actividad, periodo en el que el decano de los aeropuertos de España, que aún mantiene su ubicación original, ha atendido a 400 millones de viajeros, una hito que ha impulsado el sector turístico y que guarda muchas historias por contar.
El recinto se encuentra especialmente "ajetreado" estos días, entre salidas y llegadas de viajeros el aeródromo cumple 100 años de actividad, un aniversario que da "mucho trabajo pero del bueno", según ha explicado a Efe su director, Pedro Bendala.
Ha señalado que están "muy orgullosos" de este aniversario, un periodo en el que han estado acompañados de "numerosos profesionales para afrontar todos los retos" que se plantean junto a "una gran comunidad de más de 8.000 personas" que trabajan a diario para dar un mejor trato a los clientes y conectar "muchos países, culturas y sitios del mundo".
"Hace 100 años teníamos los retos de nuestros abuelos y bisabuelos, hoy mantenemos las mismas inquietudes pero conectando continentes", ha reconocido Bendala, que ha señalado la importancia del aeropuerto en "un modelo de negocio que es el turismo" y que se traduce en "más de 250 rutas, 100 destinos distintos y 50 compañías".
La anécdota favorita de Bendala en estos 100 años es "el carácter internacional del primer vuelo" -el 2 de septiembre de 1919- en el que fueron el piloto, el mecánico y el primer pasajero, el cónsul de Francia en Málaga Louis Marius Santi, que voló en "la primera línea regular internacional que fue la de Málaga-Rabat" y que ya marcó parte de la historia de la infraestructura.
Uno de los pilotos de esta primera línea Toulouse-Barcelona-Alicante-Málaga-Casablanca de la compañía Lignes Aériennes Latécoère fue nada más y nada menos que Antoine de Saint-Exupéry, autor de "El Principito", y que operó en esta línea entre los años 1926 y 1928.
El aeropuerto ha recibido a numerosas personalidades como la cantante francesa Sylvie Vartan que en los años 70 bautizó un avión y fue recibida por una panda de verdiales, así como la Reina emérita Doña Sofía en 1973, entonces princesa, que también bautizó un avión de la compañía Iberia con el nombre "Costa del Sol".
Este lugar también ha formado parte de la crónica de la Corona Inglesa cuando recibió de incógnito a la princesa Diana de Gales, que llegó a la provincia para hospedarse en el Hotel Byblos de Mijas (Málaga), una visita que causó un gran revuelo mediático a internacional.
Políticos y presidentes de multitud de países como Bill Clinton o la exprimera dama de Estados Unidos Michelle Obama han aterrizado en la parcela de El Rompedizo, personalidades que han marcado con sus visitas la vida de este aeropuerto.
Bendala ha recordado que el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol comenzó con un primer balance anual de "203 pasajeros" mientras que este año pretenden "alcanzar un número que es 100.000 veces mayor" y que se sumarían a los 400 millones de personas que ya han pasado por este lugar.
Ha admitido que "con 200 pasajeros todo era más fácil" en relación a los comienzos del aeródromo y ha recordado que en estos años "todos los eventos significativos han tenido una vinculación con el aeropuerto", por lo que se sienten parte de la historia de Málaga, una serie de hitos que se completará con la Gala de los Premios Goya que acogerá la ciudad en enero.
Ha asegurado que les encantará recibir de cara a la celebración de la gala de la Academia de Cine a todos estos viajeros y que el aeropuerto se plantea ser "reflejo del buen estilo que tiene Málaga" para que los asistentes que elijan volar "se queden con el recuerdo de una ciudad fabulosa" en este evento tan importante.
"La seguridad es uno de los pilares en los que se basa el aeropuerto, tanto la física como la técnica", ha admitido Bendala, que ha mencionado como anécdota que algunos trabajadores recuerdan de sus padres o abuelos "cómo se cruzaba la pista a pie y se miraba por si venían aviones, ahora esto es impensable por la cantidad de viajeros".
En este centenario, el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol se ha planteado como retos ser "más sostenibles, consumiendo solo la energía necesaria" y manteniendo el respeto a todas las personas y culturas que pasan por este lugar.
"Buscaremos que el aeropuerto no sea un lugar de barrera sino un lugar de paso, de tránsito", ha comentado Bendala, que ha apostado por "digitalizar la operación aeroportuaria para que el tránsito en el aeropuerto sea más amable" y adaptarse a las necesidades de "la época en la que estamos".
Por Isabel Díaz