La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha trasladado este domingo al Gobierno su apoyo a la paralización de las actividades no esenciales para endurecer el confinamiento en la lucha contra el coronavirus, aunque ha lamentado el retraso en su adopción.

No obstante, el sindicato entiende que esta situación de excepcionalidad "exige unidad, responsabilidad y patriotismo al conjunto de las fuerzas políticas, dejando a un lado las diferencias y evitar sacar rédito y ventajismo de este momento trascendental".

CSIF ha ofrecido, en un comunicado, toda su colaboración al Gobierno, y también a los partidos de la oposición que deben sumarse a las medidas, para empezar a diseñar un plan de reconstrucción social y económico a partir de las administraciones públicas, que "a la fuerza han de jugar un papel esencial en la reanimación de la economía y del empleo".

Según la organización, el estado de alerta y la posterior reconstrucción deberán ir acompañados de un plan estratégico de empleo, que debería ir incluido en unos Presupuestos Generales del Estado, que cuente con el apoyo de todas las fuerzas políticas.

A su juicio, los próximos Presupuestos "deben reconocer" el papel, el sacrificio y el esfuerzo que están realizando ahora los empleados públicos, que "sufrieron recortes y una campaña de desprestigio en la que se les cuestionó su labor y su profesionalidad".

CSIF considera que ha llegado el momento de "repensar" el sistema productivo, fortalecer la industria y volver a crear empleo "de calidad y cualificado".

El sistema financiero "debe ser solidario y apoyar a trabajadores y empresas, tras la generosidad que demostró la sociedad española en la anterior crisis económica y en estos momentos de incertidumbre", ha agregado