La seguridad jurídica es clave para la adhesión de Ecuador como miembro pleno a la Alianza del Pacífico, según analizaron este lunes especialistas en el V Encuentro Iberoamericano sobre este organismo, desarrollado en Quito.
El foro, que se celebra los días lunes y martes por primera vez en la capital de Ecuador, responde a las aspiraciones del país andino de integrarse en el bloque regional que integran Chile, Perú, Colombia y México, que ya han dado su visto bueno.
El ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, José Valencia, consideró la Alianza del Pacífico un "escenario idóneo" de proyección exterior, en particular, de la "nueva orientación del país".
El canciller recordó que la reciente cumbre presidencial de la Alianza que tuvo lugar en Lima en julio pasado, resolvió otorgar prioridad a la incorporación de Ecuador como miembro pleno.
"Nuestro compromiso con la Alianza responde no tanto a una decisión del Gobierno ecuatoriano, sino también a la voluntad de cuatro países que la componen", manifestó Valencia en un discurso en el que destacó que su país ha impulsado una renovada política exterior, en línea con "la reorientación de la política económica del Estado".
Valencia mencionó que se ha producido en Ecuador "un cambio estructural del modelo económico", con nuevas directrices en materia de comercio, exterior y de fomento de las inversiones.
En su voluntad de formar parte del organismo, el Ejecutivo ecuatoriano reconoce también que se presenta como una plataforma de proyección hacia la región del Asia-Pacífico, a la par que observa "con mucho optimismo la conexión iberoamericana".
En este sentido, el ministro destacó el papel de España como socio económico "de primer orden para Ecuador" y "puente real y efectivo en las relaciones con la UE (Unión Europea)".
La Cámara de Industrias y Producción de Ecuador auspicia el encuentro junto a la Embajada de España y otros organismos y empresas de ambos países, y su presidente ejecutivo Pablo Zambrano abrió el debate centrándolo en la importancia de que exista "una noción elemental de seguridad jurídica".
Zambrano consideró que "lo firmado obliga" y que se trata de un aspecto esencial para poder consolidar "un cambio de rumbo" y alcanzar la "sostenibilidad económica", a la par que censuró iniciativas como las que propugnan la celebración de consultas populares para abolir la minería en el país.
Como octava economía del mundo, que en 2018 movió 425 millones en inversiones, la Alianza se antoja para Zambrano como un escaparate mundial esencial para propiciar las inversiones en Ecuador, pero para atraer a las empresas, matizó que la seguridad y la confianza en que se cumplirá con lo pactado debe ser un imperativo.
Por su parte el presidente de la Fundación Iberoamericana Empresarial y exministro español, Josep Piqué, refirió a Efe que existe una "determinación y compromiso" del Gobierno ecuatoriano en garantizar esa incorporación y dijo que "se va por buen camino".
Opinó que la Alianza es un "extraordinario puente entre el Atlántico y el Pacífico", y ensalzó el papel del sector privado como coprotagonista del proceso.
En una ponencia previa, Piqué argumentó que el debate en la actualidad "es sobre sociedades abiertas o cerradas y con proteccionismo".
En cambio, la vicepresidenta de la Fundación Iberoamericana Empresarial y exministra española, Trinidad Jiménez, otra de las invitadas al encuentro, sumó otros factores para que el trabajo con las empresas extranjeras y la plena integración de Ecuador a la Alianza resulten un éxito.
"Nos resulta importante en los países en los que estamos trabajando que haya seguridad jurídica, buen gobierno corporativo, integración comercial, regional y el fomento de las inversiones", enumeró Jiménez.
Y subrayó que el 53 por ciento de las inversiones extranjeras que llegan a América Latina lo hacen a la Alianza del Pacífico.