Las micro, pequeñas y medianas empresas de Nicaragua (Mipymes) lanzaron este martes un llamado de auxilio y demandaron al Gobierno del presidente Daniel Ortega aprobar un plan de mitigación para enfrentar, lo que consideran, "el peor deterioro sociopolítico y económico de su historia reciente".
En una proclama, ese sector advirtió que Nicaragua sufre desde abril de 2018 una crisis sociopolítica que ha dejado dos años seguidos de contracción económica, y que la misma se ha profundizado por la aparición de la crisis sanitaria mundial ocasionada por el COVID-19.
"Estos acontecimientos han tenido unas consecuencias demoledoras en la economía de las familias y de las empresas nicaragüenses, especialmente las Mipymes", señaló uno de sus dirigentes, Santiago Selva, en rueda de prensa.
"Esta crisis está golpeando severamente la empobrecida economía familiar del pueblo nicaragüense", que depende en más del 70 % del sector informal, "poniendo en riesgo su propia sobrevivencia", anotó el grupo que representa los sectores de panificación, cuero calzado, madera mueble, textil vestuario, artesanía, turismo, agroalimentos, avícolas, minería artesanal, y comerciantes.
CIERRE DE EMPRESAS Y DESEMPLEO
Las Mipymes nicaragüenses, debido a la "alarmante" situación económica, pueden verse obligadas a cerrar "numerosas empresas" y a reducir a niveles mínimos de operación, mandando al desempleo a una "enorme cantidad" de trabajadores, alertó el directivo.
Según ese sector, los costos de las pequeñas empresas se han incrementado "desproporcionadamente debido a la reforma fiscal" aprobada el año pasado, y que las ventas se han "desplomado" debido a la profunda crisis económica y social.
Las Mipymes están soportando un fuerte incremento en los costos de producción que puede llevar rápidamente a la quiebra a las que aún sobreviven, según la proclama.
URGEN MEDIDAS DE ALIVIO
Por tanto, demandaron al Gobierno aprobar un plan de contingencia de medidas de alivio a la población y al sector Mipymes, "similar al que ya están ejecutando los países hermanos centroamericanos".
Entre otros, demandaron reducir de manera inmediata las tarifas de energía eléctrica en un 20 %, aprovechando la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional.
Además, la suspensión temporal del cobro de todos los servicios básicos por un periodo de al menos seis meses, difiriendo este pago para los siguientes dos años sin intereses moratorios ni multas.
Asimismo, disminuir la carga tributaria que está encareciendo los productos básicos y alimenticios de la población.
Otra de las demandas es otorgar un periodo de gracia de tres meses a las empresas del sector Mipyme para el pago de impuestos a la Dirección General de Ingreso y a las Alcaldías, dándoles un plazo de dos años para el pago de los mismos sin ningún recargo, multas o intereses moratorios.
Al sistema financiero nacional, proponen renegociar los términos de los financiamientos recibidos por las Mipymes y la población en general.
ECONOMÍA EN NÚMEROS ROJOS
El Producto Interno Bruto (PIB) de Nicaragua decreció un 3,9 % el año pasado, y 4 % en el 2018, como producto de la crisis social y política que afecta al país desde hace dos años, según el Banco Central.
El PIB de Nicaragua cayó un 5,7 % en el 2019, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El PIB de Nicaragua se contraerá 5,9 % en 2020, con lo que sumará su tercer año consecutivo con saldo rojo, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Para el 2020, antes de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, el Gobierno estimaba un crecimiento de 0,5 % en 2020.