La actividad del sector manufacturero en España experimentó en abril la mayor caída desde 2008 debido a los efectos de la crisis de la COVID-19, según el informe publicado este lunes por la consultora Markit.

El índice IHS Markit PMI de abril se redujo hasta los 30,8 puntos, marcando la segunda caída consecutiva tras los 45,7 de marzo, lo que señala "una contracción importante", con el peor dato desde diciembre de 2008.

En abril se produjeron las mayores caídas jamás registradas por el informe en producción, nuevos pedidos y exportaciones, debido a las restricciones que se han impuesto en los sectores no esenciales para contener la pandemia.

El sector de bienes de consumo y el de bienes intermedios cayeron hasta marcar sus mínimos desde la crisis de 2008, mientras que la contracción en el sector de bienes de capital fue la mayor jamás registrada por el estudio, que se viene realizando desde 1998.

Las actividades de compras de los fabricantes se redujeron a un ritmo récord y los inventarios también sufrieron una fuerte contracción por los retrasos en los pedidos a los proveedores, ya que estos estaban cerrados o experimentaron problemas en el transporte y en el suministro de insumos.

La caída del empleo fue la mayor desde la crisis de 2008, ya que los empresarios respondieron a la situación reduciendo sus niveles de personal, lo cual fue impulsado por el gran pesimismo en el futuro.

Así, la confianza empresarial respecto a los próximos doce meses es la más baja registrada por el estudio, debido a la preocupación por el impacto a largo plazo de la pandemia en la demanda y la actividad económica.

La caída de los precios de compra fue la mayor en cuatro años, provocada principalmente por la deflación en los metales y el petróleo, lo que se vio reflejado también en los precios de venta, que se redujeron al nivel más bajo en once años.