El grupo automovilístico ítalo-estadounidense Fiat Chrysler (FCA) perdió en el primer trimestre del año 1.694 millones de euros, frente a los 619 millones de beneficio del mismo periodo de 2019, por el impacto del coronavirus, que le ha obligado a cerrar varias fábricas en Europa y Estados Unidos.

Como consecuencia de esta situación, el grupo retira sus previsiones financieras para 2020 y asegura que volverá a ofrecer un cuadro actualizado "tan pronto como haya una mayor visibilidad del impacto general de la crisis", según ha informado hoy en un comunicado.

"La pandemia ha tenido y continúa teniendo un impacto significativo en nuestras actividades", ha reconocido el consejero delegado del grupo, Mike Manley, en la nota.

"Tengo plena confianza en que gracias a la experiencia de nuestros líderes y gracias a la dedicación de nuestros empleados podremos atravesar esta crisis, emergiendo bien posicionados para crecer y prosperar", ha añadido.

FCA justifica que ha tenido que paralizar la producción en todas sus fábricas en el mundo durante varias semanas y ha puesto en marcha protocolos de seguridad para reanudar la actividad donde ha sido posible, garantizando la salud de los trabajadores.

También ha aplazado todos los gastos no esenciales, ha reducido los costes de publicidad y la remuneración de prácticamente todos los directivos.

Para incrementar la liquidez, en abril firmó una línea de crédito puente hacia el mercado de capitales de 3.500 millones de euros y continúa evaluando todas las opciones de financiación para poder acceder a ellas en tiempos razonables si fuera necesario, con el objetivo de reforzar aún más la estructura patrimonial y ampliar la liquidez para optimizar la flexibilidad financiera.

Los ingresos netos del grupo en el primer trimestre fueron de 20.567 millones de euros, un 16 % menos interanual, y el resultado neto de explotación (ebit) ajustado fue de 52 millones de euros, un 95 % menos.

El número de ventas globales fue de 818.000 unidades, un 21 % menos debido a la suspensión temporal de la producción en todas las regiones y la caída de la demanda global.