Mascarillas, geles y guantes han sido protagonistas en el regreso de las terrazas a las calles de España, muy limitada aún porque sólo es posible en los territorios que han pasado a fase 1 y porque muchos de los establecimientos que pueden hacerlo han optado por no subir la persiana, ya que dudan de que la reapertura sea rentable.
La fase 1 se activó la pasada semana en cuatro islas de Baleares y Canarias y se extiende desde hoy a la totalidad de estos archipiélagos, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Extremadura y Murcia, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y zonas de Castilla-La Mancha, Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Sólo la mitad de la población española (51 %) puede acudir desde este lunes a alguna terraza y además con condiciones, ya que no se puede ocupar más del 50 % de las mesas y en cada una de ellas no puede haber más de 10 personas. La apertura, por tanto, ha sido muy desigual según los diferentes territorios.
Algunos de los establecimientos que han abierto han encontrado una clientela "deseosa" de poder tomar algo con familiares y amigos después de dos meses sin poder hacerlo, como ha sido el caso de La Hacienda Serrana, en Santander, o Es Mercat, en Ibiza, con todas sus mesas reservadas para hoy y que atenderá a 40 clientes en cada uno de los tres turnos que ha establecido a partir de las 18.00 horas.
"Es una inmensa alegría saber que el primer día vas a abrir y que vas a tener lleno", dijo a Efe Jeremias Monti, uno de los cuatro socios del bar ibicenco.
Monti explica que han tenido la suerte de que el préstamo ICO les llegara "temprano" para hacer frente a pérdidas y deudas de entre 50.000 y 60.000 euros por "alquiler, distribuidores, producto que se ha quedado parado", producto que se perdió "cuando se cerró el local de repente".
"Fue todo de golpe, pero lo llevamos con optimismo. Hemos mantenido abierto el local todo este tiempo, hemos hecho delivery (reparto a domicilio) y nos hemos ido reinventando”, destaca el empresario, que para la reapertura cuenta con cinco de sus 20 trabajadores, que se habían acogido como el resto de sus compañeros a un ERTE.
HOSTELEROS DIVIDIDOS
Pero en la isla no todo el mundo tiene la misma visión. En la Plaza del Parque, el núcleo histórico de Ibiza, los propietarios de los establecimientos han decidido permanecer cerrados después de reunirse a la espera de mantener un encuentro con el Ayuntamiento, que previsiblemente les permitirá ampliar sus terrazas. Muchos esperarán directamente a la fase dos, porque consideran que "no es rentable".
"Estamos esperando también que haya aviones que vengan de la península, porque solamente con los residentes no podemos hacer caja para pagar alquileres, luz, agua, empleados, Seguridad Social, impuestos, autónomos... Es imposible”, explica a Efe Enrique Welcker, presidente de la Asociación de Bares de la Plaza del Parque.
En Zaragoza, Chus Blanco, propietaria del bar "Entalto", también ha retrasado la apertura de su negocio hasta junio y mantendrá a los ocho trabajadores que tiene a su cargo en un ERTE porque considera "totalmente inviable" la vuelta a la actividad, aunque aprovechará el parón para hacer reformas en el local y dejarlo "muy guapo".
En el centro de la capital maña, Óscar Blázquez -propietario junto a su mujer del "Café Levante"- está "convencidísimo" de que la gran mayoría de los establecimientos van a abrir "a pérdidas" por las limitaciones y porque cree que la gente "tendrá miedo" de volver a los bares. A pesar de eso, la pareja volverá a la actividad "poco a poco" con un único empleado, con menos especialidades para que les vea la gente y dar "un poco de alegría" a las calles.
En Sevilla, el bar-restaurante "El Paseíllo", junto a la sede central del Ayuntamiento, es el único que ha abierto hoy sus puertas en su calle porque dispone de una amplia terraza en la que se usaban media docena de veladores.
El encargado del establecimiento, Mamé Gallardo, explica a Efe que antes de la pandemia allí se empleaban a catorce trabajadores, pero que la reapertura la llevan a cabo sólo con tres.
Para Gallardo, la hostelería de la ciudad ha perdido "todo el año".
POCO SEGUIMIENTO, SEGÚN LAS PATRONALES
Según la organización de autónomos ATA, sólo el 18 % de los autónomos con negocios de hostelería han abierto hoy. No obstante, si se tiene en cuenta únicamente las zonas que han pasado a la fase 1, la cifra aumenta y uno de cada tres optan por reanudar la actividad, según su presidente, Lorenzo Amor.
Por su parte, el secretario general de Hostelería de España, Emilio Gallego, asegura que el sector ve la reapertura de las terrazas en esta primera fase "más como un piloto" que como una oportunidad para volver a recuperar la actividad después de dos meses de parón prácticamente absoluto.
Desde la patronal detectan cierta "confusión" sobre las medidas aplicables por lo que piden "claridad" y calculan que únicamente entre el 10 y el 20 % podrán abrir.
Asimismo, advierten de que "hay mucho restaurante con dos o tres mesas fuera" que "en realidad viven del negocio que generan dentro de sus locales".
HOSTELEROS PREPARADOS QUE NO HAN PODIDO ABRIR
En los territorios que finalmente no han podido pasar a la fase 1, muchos empresarios muestran su descontento. Es el caso de muchos de los propietarios de locales de la Playa de la Malvarrosa, en Valencia.
Ninguna de las capitales de las tres provincias de la Comunidad Valenciana han podido abrir sus locales a pesar de haber trabajado "a marchas forzadas" la semana pasada para estar preparados para ello y haber invertido entre 4.000 y 5.000 euros por local para implementar un plan de higiene y adquirir alimentos perecederos, que han tenido que donar a trabajadores y familias cercanas.
"Nos vemos desamparados, vemos el género desperdiciado sin ningún retorno, cuando desde el Gobierno valenciano se nos impulsó a acondicionar para la apertura de hoy", lamenta el presidente de la Asociación de restaurantes de la playa de la Malvarrosa y propietario de tres restaurantes en la zona, José Miralles.
Estos restaurantes, en los que entre el 65 y el 70 % de su clientela es turista extranjero, tienen claro que asumen un riesgo económico con la apertura pero la considera una medida necesaria para comenzar a recuperar la confianza de los consumidores, con la mirada puesta a un año vista, en marzo de 2021.
Otros hosteleros de la zona, como el cocinero Alfonso García Muñoz, dueño de la bodega "La Aldeana" del Cabanyal y de un local contiguo que aún no ha podido inaugurar, no se plantean abrir cuando pasen a la fase 1 porque, asegura, "no les compensa... Salgo a jugar el partido y solo pienso en no perder".