El Gobierno brasileño revisó este miércoles su previsión del Producto Interno Bruto (PIB) para este año desde un crecimiento del 0,02 % hasta una caída del 4,7 % debido a los efectos de la pandemia de coronavirus.
De confirmarse ese pronóstico, la mayor economía de Suramérica sufrirá en 2020 "la mayor retracción del PIB" de su historia, según un informe divulgado por el Ministerio de Economía.
El Gobierno estimaba un crecimiento cercano al 2,5 % a inicios de este año, pero la irrupción de la crisis del coronavirus le ha obligado a reducir drásticamente ese porcentaje, que en marzo situó en apenas un 0,02 % y ahora rebajó hasta un -4,7 %.
"La interrupción de las actividades productivas y de consumo tendrá necesariamente un impacto profundo sobre el crecimiento del PIB en 2020", señaló el reporte.
La previsión del Gobierno está a medio camino entre la del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé un hundimiento del 5,3 % de la economía brasileña, y la del mercado financiero, que calcula una retracción del 4,11 %.
El Ministerio de Economía alertó además que "el aumento del grado de endeudamiento" tanto de las empresas como del Gobierno previsto en un periodo pospandemia "tiende a reducir el crecimiento y limitar la recuperación".
En la mayoría de los 27 estados brasileños continúan vigentes medidas de aislamiento social que, con mayor o menor grado, han obligado al cierre de los comercios no esenciales y colegios, lo que ha paralizado casi por completo la economía de estos territorios.
Algunas ciudades en el nordeste y norte del país han decretado incluso el confinamiento total de la población, el llamado 'lockdown', para contener la propagación de un virus que ya deja en todo Brasil 12.400 fallecidos y cerca de 180.000 casos confirmados.
El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, uno de los líderes mundiales más escépticos sobre la gravedad de la enfermedad, a la que califica de "gripecita", ha criticado duramente las cuarentenas y defendido en numerosas ocasiones la vuelta "inmediata" a la normalidad.
El Gobierno ha aprobado una serie de medidas económicas para paliar los efectos negativos de la pandemia, como un subsidio de 600 reales (unos 100 dólares) durante tres meses para los trabajadores informales, que en Brasil llegan a ser casi el 40 % de la población económicamente activa.
Según el Gobierno, esas medidas tienen un "impacto primario próximo del 5 % del PIB".
La desaceleración económica en Brasil ya se ha empezado a sentir con la divulgación de los principales indicadores correspondientes al mes de marzo.
El sector de servicios cayó un 6,9 % en marzo frente a febrero, el peor resultado desde el inicio de la serie histórica en enero de 2011, mientras que la producción industrial se desplomó un 9,1 % en la misma comparación.
Por otro lado, las ventas del comercio minorista bajaron un 2,5 % en marzo frente a febrero, el peor resultado para ese mes desde 2003.
Además, la crisis del coronavirus llega en un momento en que la economía brasileña aún lidiaba con los efectos de la severa recesión que vivió en 2015 y 2016, cuando el PIB se desplomó alrededor de siete puntos porcentuales.
En los tres años siguientes registró crecimientos levemente por encima del 1 % y este año esperaba poder iniciar su despegue definitivo.
No obstante, el Ministerio de Economía pronosticó crecimientos robustos del 3,2 %, 2,6 % y 2,5 % para 2021, 2022 y 2023, respectivamente.