La aerolínea brasileña Azul, tercera mayor del país, registró en el primer trimestre del año pérdidas netas por valor de 6.135 millones de reales (unos 1.039 millones de dólares), impactada por la crisis del coronavirus, según informó este jueves la compañía.
En el mismo período de 2019, Azul había tenido un beneficio neto de 125,3 millones de reales (unos 21,2 millones de dólares al cambio actual).
"Con la implementación de medidas de restricción de viajes y del distanciamiento social a partir de la segunda quincena de marzo (por el COVID-19), la economía brasileña se paralizó, conduciendo a una caída brusca de la demanda de pasajeros", señaló la aerolínea en un comunicado.
El primer caso de coronavirus, que ya deja oficialmente en Brasil más de 13.000 muertos y casi 190.000 casos confirmados, fue detectado a finales de febrero y en marzo comenzaron a adoptarse medidas de aislamiento social, lo que afectó negativamente al transporte aéreo, entre otras actividades.
El resultado negativo, añadió Azul, obedeció también a que "al final del trimestre, el real se devaluó un 33 % (frente al dólar) en comparación con el mismo período del año anterior".
El beneficio bruto de explotación ebitda -ganancias contabilizadas antes del pago de intereses, impuestos, depreciación y amortización- entre enero y marzo fue de 654,2 millones de reales (unos 110,8 millones de dólares), cifra inferior en un 9,7 % a la del primer trimestre del año pasado.
La facturación neta en el primer trimestre llegó a los 2.802 millones de reales (unos 474,9 millones de dólares), un 10,3 % más frente al período enero-marzo del año pasado.
La deuda bruta al 31 de marzo era de 20.024 millones de reales (unos 3.393 millones de dólares), un 33 % más en la comparación anual, y la liquidez de caja se situó en 3.113 millones de reales (unos 527,6 millones de dólares), un 27,1 % menos.
Como consecuencia de los efectos del coronavirus, la empresa anunció la víspera que llegó a un acuerdo para aplazar la entrega de 59 aviones que había encomendado al fabricante brasileño Embraer, como parte de sus esfuerzos para atenuar la grave crisis que la expansión de la pandemia ha generado en el sector aéreo.
Azul informó en un comunicado al mercado que llegó a un acuerdo con Embraer que permite aplazar para entre 2024 y 2027 la entrega de 59 aeronaves que el fabricante le entregaría inicialmente entre 2020 y 2023.
La aerolínea tiene una flota de 140 aeronaves y 13.000 empleados y es la tercera mayor del país detrás de Latam Brasil y Gol.
Antes de la pandemia y en plena expansión, Azul recibía un promedio de entre 15 y 20 aeronaves de Embraer por año que le permiten atender la demanda tras su acuerdo con la compañía aérea portuguesa TAP.
En febrero, TAP cerró un acuerdo de cooperación comercial -sin afectar la composición societaria- con Azul, propiedad del empresario brasileño-estadounidense David Neeleman, que también es uno de los principales accionistas privados de la aerolínea lusa.