El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio subió un 0,62 % este viernes y rompió una racha de tres días de pérdidas, después de que China anunciara su primer incremento de producción industrial desde diciembre, un ritmo de recuperación mayor de lo esperado.

El Nikkei, que agrupa a los 225 títulos más representativos del mercado, subió 122,69 puntos, hasta 20.037,47 enteros.

El Topix, que incluye a las firmas de la primera sección, las de mayor capitalización, avanzó 7,22 puntos, un 0,5 %, hasta 1.453,77 unidades.

El parqué tokiota abrió al alza animado por la recuperación de los precios del petróleo y una depreciación del yen, una tendencia que favorece a los exportadores japoneses.

La plaza nipona borró sus ganancias iniciales y llegó al descanso en terreno negativo, debido al temor a un empeoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y China, por el cruce de acusaciones sobre la gestión de Pekín en la pandemia.

La preocupación de los inversores sobre este asunto se aplacó y la Bolsa cerro finalmente al alza, después de que el Gobierno chino publicara la producción industrial de abril, mes en el que el indicador experimentó su primer aumento desde diciembre (cuando emergía la epidemia), un ritmo de recuperación mayor de lo previsto.

El sector energético lideró las ganancias, gracias a la subida de los precios del petróleo; seguido por el servicios y el de servicios almacenamiento y transporte portuario.

La empresa química DIC cosechó el mayor avance de la jornada del Nikkei, del 8,55 %; seguida por el fabricante de vehículos Mazda Motor, que subió un 5,65 %, y la desarrolladora de videojuegos y aplicaciones para móviles DeNA, que escaló un 5,17 %.

El grupo de telecomunicaciones Softbank aglutinó el mayor volumen de operaciones de la jornada y subió un 0,97 %.

Le siguió por volumen de negocio el grupo textil Fast Retailing (matriz de la cadena de tiendas Uniqlo), que bajó un 1,06 %; y la multinacional tecnológica Sony, que avanzó un 1,04 %.

En la primera sección, 1.411 valores avanzaron frente a 704 que retrocedieron, mientras que 56 se mantuvieron sin cambios.

El volumen de negociación ascendió a 2,14 billones de yenes (18.500 millones de euros ó 20.000 millones de dólares).