El Gobierno de Paraguay anunció este jueves el relevo de Denis Lichi como ministro de Agricultura y Ganadería (MAG) tras poco más de un año de gestión, quien dejará su cargo al senador del Partido Colorado Rodolfo Friedmann, que ya ha solicitado una excedencia como parlamentario.

"Lichi va a seguir contribuyendo con nosotros en otra área", anunció a los medios el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, tras participar en el acto de celebración del Día Nacional de la Armada.

El mandatario no aclaró cuál va a ser el nuevo rol de Lichi, mientras que puso en valor la experiencia de Friedman en el área, ya que fue uno de los políticos que colaboraron en su plan del Gobierno, tras vencer en las elecciones de 2018.

"Él trabajo en nuestro equipo técnico de agricultura y ganadería, después se dio la coyuntura de que juró como senador", indicó Abdo Benítez.

La salida de Lichi se produce después de un año marcado por las protestas de los sectores campesinos, que se movilizaron en varias ocasiones en Asunción para exigir el acceso a la tierra, la refinanciación de sus deudas o las ayudas a los pequeños productores.

A mediados de junio, agricultores venidos de distintos puntos del país instalaron sus carpas en las inmediaciones del Ministerio de Agricultura y Ganadería, donde permanecieron diez días acampados, hasta que lograron por escrito los compromisos del Ejecutivo.

Lichi accedió entonces a ceder dos parcelas de tierra, a colaborar con el Banco Nacional de Fomento para la refinanciación de las deudas o a llevar a cabo programas de provisión de semillas, apoyo tecnológico, herramientas o producción para distintos sectores.

El ya exministro también ha tenido que hacer frente a otras crisis como las movilizaciones de los productores de tomate que tomaron a finales de agosto la capital paraguaya para clamar contra el contrabando de productos de Argentina y Brasil.

Los productores hortícolas alertaron del impacto económico que suponía esta práctica ilegal y acusaron a la Armada paraguaya de no cumplir con los controles fronterizos.

Sus protestas motivaron una campaña para la venta de tomates en las principales plazas públicas de Asunción y la intensificación de los operativos para frenar el contrabando, que se saldaron con varias incautaciones.

Se trata del tercer cambio en el Gabinete de Mario Abdo Benítez tras cumplir su primer año de Gobierno, después la salida del ministro de Justicia, Julio Ríos, y del canciller, Luis Alberto Castiglioni.

Ríos presentó su dimisión en la noche del miércoles, después de que uno de los cabecillas del grupo criminal brasileño Comando Vermelho fuera liberado por un grupo armado que asaltó el furgón penitenciario en que era trasladado y asesinara a uno de los policías que lo custodiaba.

Por su parte, Castiglioni dejó la cartera de Exteriores después de que se filtrará un polémico acuerdo con Brasil para la contratación de potencia energética de la central hidroeléctrica de Itaipú, que fue calificado por la oposición como una cesión de la soberanía nacional.

A preguntas de los periodistas, Abdo Benítez ha negado que vaya a destituir al ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, criticado también por el asalto al furgón, ya que "ningún cambio garantiza una mejor gestión" de su cartera.