El director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, dice que este año los responsables del certamen donostiarra han visto más películas "interesantes" dirigidas por mujeres. "Probablemente, porque desde la base empieza a haber un apoyo al cine hecho por éstas", añade.
"Veremos si en los próximos años se confirma esa tendencia", señala en una entrevista con EFE, en la que explica que en el 67 Zinemaldia, que se celebrará del 20 al 28 de septiembre, un 35 % de los títulos que compiten por la Concha de Oro son de realizadoras (en 2018 fue un 26 %) y que la sección New Directors "está al 50 %".
Pero Rebordinos, contrario a las cuotas, asegura que ha conocido estas estadísticas "a posteriori", que durante la selección "no se piensa en el género".
"Sería absolutamente patriarcal y machista que eligiéramos una película de una mujer si nos parece mucho peor que la de un hombre. Somos el último eslabón de la cadena, las cuotas no tienen sentido", recalca.
A su juicio, "lo que hay que generar es que las mujeres tengan oportunidades desde el comienzo para que, cuando lleguen las películas terminadas a los festivales, lo normal sea que haya una paridad".
"El día en que las mujeres puedan dirigir exactamente igual que los hombres y estén en unos números parecidos, su presencia será similar", destaca Rebordinos, que espera que el Festival pueda presentar a final de año su anunciado informe de paridad, cifras sobre cuántas realizadoras, productoras, guionistas, directoras de fotografía, músicas y montadoras figuran en los filmes que llegan al festival y cuántas participan en los finalmente seleccionados.
"Vamos a tener datos muy interesantes de aquí a seis años porque vamos a poder comparar y ver la evolución", indica Rebordinos, que considera "que todo este movimiento feminista muy fuerte que ha surgido, con sus luces y sus sombras, va a traer cosas positivas a este nivel".
Subraya además la importancia de todas las tareas desempeñadas por las mujeres en el proceso de creación de una película más allá de la "obsesión por las directoras".
"A veces parece un tema de 'lobby', de directoras defendiendo su terreno más que el papel de las mujeres en el audiovisual", opina.
En esta edición serán seis películas de autoría femenina, de un total de diecisiete, las que concursen en una Sección Oficial en la que no abundan los realizadores consagrados.
"No son desconocidos, son a lo mejor nombres menos populares. Además hay unos cuantos con trayectoria en festivales importante", indica el responsable del Zinemaldia.
"Obviamente, algunas películas con nombre que han estado en Venecia nos habría gustado tenerlas, pero hay otras con nombre que nosotros no hemos querido y han ido a otros festivales. Sin embargo, hemos encontrado títulos de directores menos conocidos que nos han convencido", comenta.
El certamen entregará sus Premios Donostia a Penélope Cruz, Costa-Gavras y Donald Sutherland, el actor canadiense tras el que el Festival llevaba ya "tres o cuatro años".
Le hizo "mucha ilusión" que Cruz aceptase tanto el galardón como protagonizar el cartel oficial y ver además "la ilusión que a ella le hacía ser la imagen del Festival".
"Es una estrella internacional y una gran actriz que cada año está mejor y que va a quedar para la historia del cine español, seguro. Y es una de las grandes a nivel mundial, como Almodóvar o Bardem. Pero como son nuestros, creo que a veces no reconocemos su trabajo, no nos damos cuenta de la importancia que tienen. El premio es una reivindicación también de eso", resalta.
Este es el noveno año de Rebordinos como director del certamen, puesto al que permanecerá vinculado al menos hasta la 70 edición "si el consejo de administración", formado por el Ayuntamiento de San Sebastián, la Diputación de Gipuzkoa, el Gobierno Vasco y el Ministerio de Cultura, "lo sigue queriendo así".
Hasta esa fecha quiere dejar "asentados" algunos proyectos, como el del archivo, miles de documentos, fotografías y materiales audiovisuales del Zinemaldia, que han empezado ya a ser catalogados.
"Estábamos en una fase en la que asumíamos el control de ese archivo o íbamos a empezar a perder materiales por descomposición. Queremos salvarlo y luego ponerlo a servicio de los ciudadanos y los especialistas", manifiesta.
En su etapa se ha reforzado el papel de la industria. Con el Foro de Coproducción Europa-América Latina se han triplicado los acreditados, hasta los casi 1.700, aunque ahora el propósito es no crecer. "No tenemos que volvernos locos, no se trata de que esto sea incontrolable", advierte.
Entiende que "no hay que ponerse nerviosos" tampoco "con lo que está por llegar" en el sector audiovisual, y piensa que las plataformas televisivas "irán evolucionando" y "tendrán que cambiar el propio sistema".
"Esto está empezando y hasta dentro de ocho o diez años no sabemos muy bien qué va a pasar. Es verdad que la exhibición en salas se resiente, pero también por un cúmulo de cosas, no sólo por las plataformas", añade.
Ana Burgueño.