El pleno del Parlamento Europeo dio este martes el visto bueno a la candidatura de la francesa Christine Lagarde para presidir el Banco Central Europeo (BCE), una vez concluya el mandato del italiano Mario Draghi el próximo 31 de octubre.
En un voto no vinculante, los eurodiputados respaldaron por 394 votos a favor, 206 en contra y 49 abstenciones la candidatura de Lagarde, exdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional y exministra francesa de Economía.
Lagarde fue escogida en julio por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE para presidir el BCE a partir del próximo 1 de noviembre.
Aunque tanto la Eurocámara como el propio BCE deben pronunciarse sobre los nombramientos de los miembros del directorio ejecutivo del emisor, su apoyo no es imprescindible para que asuman el cargo quienes hayan sido designados por los Estados miembros.
Lagarde ya había superado una audiencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara el pasado 4 de septiembre, quien validó su candidatura con 37 votos a favor, 11 en contra y 4 abstenciones, en una votación no vinculante tras casi tres horas de debate con ella.
La decisión final que colocará a Lagarde a la cabeza del emisor de la eurozona la tomarán los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre europea de octubre.
Lagarde no estuvo hoy presente ante el pleno, pese a que había sido invitada, y los eurodiputados mantuvieron un debate sobre el papel del BCE en la política económica de la Unión Europea en la que muchos ponentes aprovecharon para valorar la candidatura de la francesa.
El líder del PPE en la comisión de Asuntos Económicos, el alemán Markus Ferber, afirmó que su grupo apoya firmemente a Lagarde y que bajo su mandato el BCE tendrá que comunicar mejor su política monetaria.
Por su parte, el eurodiputado socialista español Jonás Fernández afirmó que respaldan a Lagarde porque "apostó por mantener una línea continuista" con la labor de Draghi "que ha logrado salvar el euro en momentos muy críticos" y, al mismo tiempo, por revisar el marco de política monetaria del BCE.
El líder del grupo liberal en la comisión económica, el español Luis Garicano, también defendió la política del BCE en los últimos años y subrayó que los países de la UE "no están haciendo su parte".
Más crítica con Lagarde se mostró la eurodiputada de Izquierda Unitaria Manon Aubry, que afeó su ausencia a la candidata a la presidencia del BCE y reclamó una política monetaria "que sirva a la transición ecológica y social".