Cambio histórico en el BCE: eleva el objetivo de inflación al 2% con flexibilidad para afrontar las crisis

El Banco Central Europeo (BCE) ha informado este jueves de que su "nueva estrategia contempla un objetivo de inflación simétrico del 2% a medio plazo", lo que significa que las desviaciones positivas o negativas respecto de ese objetivo son igual de indeseadas, pero que es más flexible y las aceptará, según informa EFE.

El BCE modifica su objetivo de inflación, que hasta ahora era una tasa algo por debajo pero cercana al 2%, pero confirma que "el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC) sigue siendo un indicador de precios adecuado y recomienda la inclusión de la vivienda en régimen de propiedad con el tiempo".

El BCE inició la revisión de su estrategia de política monetaria a comienzos de 2020, pero tuvo que posponerla por la pandemia de coronavirus y en vez de publicar los resultados a finales del año pasado dijo que lo haría en la segunda mitad de 2021. El Consejo de Gobierno llevó a cabo su anterior revisión de la estrategia en 2003.

El BCE considera ahora que la mejor forma de mantener la estabilidad de precios es teniendo un objetivo de inflación del 2% a medio plazo. "Este objetivo es simétrico, lo que significa que las desviaciones positivas o negativas respecto de ese objetivo son igual de indeseadas", dice el BCE en un comunicado.

Pero el BCE especifica que "cuando la economía opera próxima al límite inferior de los tipos de interés nominales, son necesarias medidas de política monetaria especialmente contundentes o persistentes para evitar que se afiancen las desviaciones negativas del objetivo de inflación".

Esto "también podría implicar un período transitorio en el que la inflación se sitúe ligeramente por encima del objetivo", por lo que el BCE será más flexible y aceptará esas desviaciones.

El Consejo de Gobierno ha confirmado, asimismo, que los tipos de interés del BCE sigue siendo el principal instrumento de política monetaria. Otros instrumentos, como la orientación futura de la política monetaria, las compras de deuda y las operaciones de financiación a plazo más largo, "continuarán siendo parte integrante del conjunto de instrumentos del BCE y se utilizarán según sea necesario", añade la entidad.

El BCE señala que ha utilizado estas medidas extraordinarias durante la última década para "mitigar las limitaciones derivadas del límite inferior de los tipos de interés nominales".

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha destacado que el mandato primordial del BCE es mantener la estabilidad de precios y que la revisión les ha permitido "lograr un entendimiento común sobre cómo adaptar nuestra estrategia". "La nueva estrategia es un pilar sólido que nos guiará en la ejecución de la política monetaria en los próximos años", señaló Lagarde.

El BCE reconoce que la inclusión de los costes relacionados con la vivienda en régimen de propiedad en el IAPC "representaría mejor la inflación relevante para los hogares y que dicha inclusión es un proyecto de varios años".

Hasta entonces, el Consejo de Gobierno tendrá en cuenta en sus evaluaciones de política monetaria medidas de inflación que incorporen estimaciones iniciales del coste de la vivienda en propiedad para complementar su conjunto más amplio de medidas de inflación.

La primera reunión periódica de política monetaria del BCE en la que se aplicará la nueva estrategia se celebrará el 22 de julio de 2021. El BCE tiene previsto evaluar periódicamente la idoneidad de su estrategia de política monetaria y espera realizar la siguiente evaluación en 2025.

La tercera pata de la revisión estratégica, tras la medición de inflación y el objetivo, es la inclusión de consideraciones de cambio climático. El BCE ha decidido incluir este tipo de valoraciones en su estrategia debido a sus implicaciones macroeconómicas.

"Atajar el cambio climático es un desafío global y una prioridad política para la Unión Europea", ha explicado el BCE. Aunque ha reconocido que la responsabilidad "primaria" es de gobiernos y parlamentos, ha explicado que lo incorporará en su estrategia "dentro de su mandato".

En concreto, el BCE acelerará su desarrollo de nuevos modelos y realizará análisis teóricos y empíricos para vigilar las implicaciones del cambio climático en la economía, el sistema financiero y la transmisión de política monetaria a través de los mercados financieros y el sistema bancario.

El instituto emisor también desarrollará indicadores experimentales para instrumentos financieros 'verdes' y para registrar la huella de carbono de las instituciones financieras, así como su exposición a riesgos físicos derivados del cambio climático.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha dicho que en las próximas semanas el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) tiene previsto fijar los objetivos y los plazos para un proyecto formal sobre el euro digital.

"Esta será una decisión crítica y estratégica que marcará el futuro del euro digital. Será una decisión con profundas implicaciones que potencialmente pueden extenderse más allá del ámbito de la banca central y las finanzas para impactar sobre la dinámica de digitalización de la sociedad en general", ha afirmado durante su intervención en el "DigitalES Summit 2021".

El gobernador ha explicado que el Banco de España, como miembro del Eurosistema, está contribuyendo activamente al desarrollo de un proyecto que puede ser fundamental para configurar un sistema financiero europeo eficiente y acorde con la cada vez mayor digitalización de la sociedad.

Se ha avanzado mucho, ha dicho, pero todavía quedan pendientes tareas de investigación como una mayor concreción de las características técnicas que debería tener el euro digital o un análisis más detallado de sus consecuencias en áreas como la estabilidad financiera, la política monetaria o la configuración y el papel de la industria financiera.

Ha recordado que el euro digital se concibe como una herramienta para estimular la innovación y actuar como catalizador de la competitividad y del crecimiento.

Asimismo, se prevé que sea un apoyo esencial para salvaguardar la soberanía monetaria y que ayude a incrementar el papel exterior de la divisa y la capacidad de influencia más allá de la zona del euro.

Hernández de Cos ha aclarado que el euro digital no pretende sustituir ni al dinero físico ni a los depósitos bancarios, sino que los complementaría, ampliando la oferta de medios de pago.

Al respecto, ha subrayado que sería una tercera variante del dinero emitida directamente por el banco central, pero tendría una representación digital, con lo que podría utilizarse en una amplia gama de operaciones a distancia que no son posibles con el efectivo.