El Parlamento de Argentina aprobó este miércoles prorrogar por tres años la ley de emergencia alimentaria, una iniciativa que reclamaban diversas organizaciones sociales ante el agravamiento de la crisis económica que vive el país.
El proyecto impulsado por la oposición, que ya había sido aprobado la semana pasada por la Cámara de Diputados, recibió hoy por unanimidad el visto bueno del Senado.
La iniciativa, que en ambas Cámaras fue debatida en sesiones especiales, sin discusión previa en comisiones ante la urgencia del asunto, establece extender hasta finales de 2022 la ley de emergencia alimentaria decretada en 2002, tras la grave crisis del 2001, y cuya última prórroga caducaba en diciembre próximo.
La sesión de este miércoles en el Senado estuvo precedida por una movilización ante las puertas del Congreso de miles de integrantes de organizaciones sociales que reclamaban la aprobación de la norma ante el recrudecimiento de la crisis económica.
Las protestas en las calles de estas organizaciones han crecido desde agosto, cuando la inflación se aceleró y la recesión se profundizó en medio de severas turbulencias financieras desatadas tras las elecciones primarias.
Desde entonces, el consumo se desplomó, la afluencia a comedores sociales creció y las "ollas populares" en las calles se instalaron como una imagen del reclamo por paliar la crisis.
"El hambre ya se ha instalado en Argentina", aseveró en el pleno la senadora peronista Beatriz Mirkin, quien, como el resto de los legisladores opositores, cuestionó seriamente las políticas económicas del Gobierno.
La norma aprobada hoy impulsa la creación del Programa de Alimentación y Nutrición Nacional y establece un incremento de al menos el 50 % en las partidas presupuestarias de este año destinadas a políticas públicas de alimentación y nutrición.
Este aumento implicará un coste fiscal adicional este año de 10.000 millones de pesos (unos 172 millones de dólares), según cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Asimismo, faculta al jefe de Gabinete de ministros a disponer cambios en las partidas presupuestarias y a actualizarlas para poder destinar fondos a las políticas alimentarias.
"Esta ley es u paliativo, no soluciona nada de fondo. Es una ley que no va a solucionar el doloroso problema que tenemos en Argentina. Más allá de quién gobierne, la única solución es lograr que Argentina crezca", sostuvo el senador peronista Carlos Caserio.
El legislador opositor afirmó que "hay angustia", en particular en los comedores sociales que dependen de las ayudas estatales para conseguir alimentos.
De acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles, correspondientes al primer trimestre de este año, la pobreza alcanzaba al 34,1 % de la población y un 7,9 % de los argentinos se encontraba bajo la línea de la indigencia, es decir, no llegaba a cubrir sus necesidades básicas de alimentación.
Sin embargo, debido a la creciente inflación y la subida del coste de la canasta básica de alimentos -que, según datos oficiales difundidos hoy, registró en agosto un alza interanual del 58,8 %-, se espera que la tasa de pobreza actual sea mayor, en torno al 40 %, según aseguraron este miércoles varios senadores opositores.
La senadora María Magdalena Odarda, del opositor Frente Progresista, advirtió que la pobreza afecta con mayor intensidad a los menores, con un 10 % de los niños que "pasan hambre", uno de cada tres niños que come en un comedor escolar y uno de cada dos que está bajo la línea de pobreza.
"Somos un país capaz de darle de comer a 400 millones de personas y no podemos resolver cómo darle de comer a 15 millones de personas", lamentó Odarda, que se preguntó "cómo puede ser que un niño se acueste con la panza vacía o que sus padres dejen de comer para darle de comer a ese niño".
Aunque en un principio el Gobierno de Macri rechazó la iniciativa al alegar que ya se hace frente a las necesidades sociales, finalmente el presidente, que aspira a la reelección en octubre próximo, apoyó que los legisladores de su coalición se mostrasen "disponibles" para acompañaría.
El senador oficialista Luis Naidenoff dijo que la pobreza en Argentina es un problema "estructural" que desafía a todos los sectores políticos, sociales y económicos.