El índice de precios al consumo (IPC) de Japón aumentó un 0,5 % interanual en agosto, lo que supone el trigésimo segundo mes consecutivo de avance, debido principalmente al encarecimiento del menaje del hogar, informó hoy el Gobierno.
El incremento del indicador, que excluye los precios de los alimentos por su alta volatilidad, muestra una contracción respecto al aumento del 0,6 % de julio, según los datos publicados por la Oficina de Estadística del Ministerio nipón del Interior y Comunicaciones, y sigue lejos de la meta del 2 % del Banco de Japón.
La subida de los precios de los muebles y el menaje del hogar, del 2,3 % interanual, fue el factor que más contribuyó al incremento del IPC en agosto, seguido del encarecimiento del coste energético (1,2 %), y el de la cultura y el entretenimiento (1,1 %).
El único sector que experimentó una bajada de precios en el octavo mes del año fue el del transporte y las comunicaciones, de 1,2 %.
El BoJ puso en marcha un amplio programa de flexibilización monetaria en 2013 para situar la inflación en el 2 %, aunque este objetivo se ha retrasado en varias ocasiones por la caída en los precios del crudo desde fines de 2014 y la entidad se ha visto obligada a tomar medidas adicionales para lograr su consecución.
A las dificultades para alcanzar la meta inflacionaria se sumará el incremento del impuesto sobre el consumo (IVA) previsto para el próximo 1 de octubre, una medida que aumentará este gravamen desde el 8 al 10 % y que podría tener un impacto negativo en el gasto de los hogares y en la evolución de los precios.
Pese a ello y la decisión del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal estadounidense (Fed) de bajar los tipos de interés para apuntalar el crecimiento económico, el banco central nipón optó en su reunión sobre política monetaria concluida el jueves mantener sus medidas, en lo que algunos analistas consideran un movimiento para guardarse un comodín en caso de necesidad.