El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una prórroga de la excepción ibérica hasta diciembre. El texto incluye un nuevo precio de referencia para el denominado tope al gas a partir del mes de abril, que va a ser más favorable para España y Portugal.

Los detalles los ha cerrado este lunes por la tarde en Bruselas con las autoridades comunitarias la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, de acuerdo con fuentes del sector y fuentes gubernamentales.

Tal y como está concebido, el tope al gas que entró en vigor en junio de 2022 tendría que situarse en 60 euros por megavatio hora (MWh) a partir de este mes de abril, ya que en enero de este año empezó a subir a razón de 5 euros/MWh al mes, desde los 40 euros/MWh en los que quedó fijado inicialmente para sus primeros seis meses de vigencia.

Pero, según se recoge en un borrador de Real Decreto-Ley elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica y al que ha tenido acceso elDiario.es, "se ha acordado una senda lineal desde los 55 €/MWh de marzo hasta los 65 €/MWh en diciembre de 2023, finalizando con el mismo nivel de precio del gas natural que se hubiese alcanzado en mayo de no haberse llevado a cabo la extensión del mecanismo ibérico".

En otras palabras, el tope de 65/€ MWh acordado por España y Portugal con la Comisión Europea se alcanzaría no el próximo mes de mayo, sino ya para el último mes de 2023.

La moderación de los precios del gas en las últimas semanas ha hecho que este mecanismo no se haya activado en el último mes. Pero hay que recordar que, cuanto más bajo es el tope al gas, mayor es el diferencial de precios que va a conseguir España respecto a la UE en caso de nuevas subidas de la cotización de esa materia prima.

Como indica el borrador del texto al que ha tenido acceso este medio, "de no producirse la modificación normativa aprobada por medio de este real decreto-ley, el precio de referencia del gas natural para el mes de abril sería de 60 €/MWh. Sin embargo, con la nueva regulación propuesta, este valor se situará en 56,1 €/MWh, de conformidad con la nueva trayectoria lineal acordada con la Comisión Europea hasta diciembre de 2023".

"Por ello, esta modificación legislativa debe surtir efectos con anterioridad al propio inicio del mes de abril, ya que de lo contrario se produciría un salto regulatorio y un retroceso indeseable en la senda creciente del precio de referencia del gas natural".

"Para cumplir con el acuerdo de la Comisión y lograr que el precio de referencia del gas natural de 56,1 €/MWh se aplique durante todo el mes de abril, resulta necesario que dicho valor se encuentre vigente en el momento de la casación del mercado diario para el día 1 de abril, esto es, debe resultar de aplicación el 31 de marzo de 2023, ya que de lo contrario no se podrían asegurar los anteriores resultados", continúa el texto.

El borrador confía en "la adopción de la decisión de autorización de la extensión por parte de la Comisión Europea en los próximos días". El decreto lo presentará previsiblemente este martes tras el Consejo de Ministros la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, dado que este martes Ribera tendrá que atender el Consejo de Ministros de Energía de la UE que se celebra en Bruselas.

Así, el borrador de decreto establece una senda de subida progresiva del precio de referencia del gas natural, que iría aumentando desde los 56,1 euros de abril a razón de unos 1,1 euros mensuales (salvo en agosto, cuando se incrementaría en 1,2 euros).

Así, y de acuerdo con ese borrador, el tope al gas se situaría en abril en 57,2 euros/MWh en mayo, de forma que para el inicio del otoño, en octubre, se situaría en 62,8 euros/MWh, hasta situarse en los 65 euros ya en diciembre.

Fuentes del sector consideran la rebaja de ese umbral un "gran éxito" de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica en las negociaciones con Bruselas. Al anunciar que pediría la prórroga del tope al gas, Ribera confió en que esta fuera efectiva hasta finales de 2024, un año más de lo que finalmente se planteó por parte de Madrid y Lisboa.

Ese objetivo, de momento, tendrá que esperar, a la espera de lo que depare la reforma del mercado eléctrico que ahora van a empezar a negociar los 27, tras la descafeinada propuesta de Bruselas, y que España confía en llevar a buen puerto durante la presidencia de la UE del segundo semestre de este año. El texto que ha propuesto Bruselas, según ha dicho Ribera este lunes, "no tiene muchas novedades esenciales para incentivar un control de precios, pero es una buena base para trabajar".

El texto al que ha tenido acceso este medio señala que la solución ibérica "ha contribuido de forma eficaz a la moderación de la inflación, evitando los incrementos del precio de la electricidad que, de otro modo, se hubieran producido, y su consecuente efecto contagio sobre los restantes de bienes de consumo y servicios", y cifra el ahorro obtenido solo entre el 15 de junio y el 31 de enero en 5.000 millones de euros "para el conjunto de los consumidores finales de energía eléctrica, beneficiando tanto a consumidores domésticos y pymes como a consumidores industriales, y generando unos efectos positivos indirectos sobre los restantes mercados de electricidad a largo plazo que, en su conjunto, permiten concluir la conveniencia y oportunidad de su implementación".

"Su eficacia ha resultado todavía más crucial en momentos de estrés de los mercados energéticos, cuando los altos precios del gas natural en todos los hubs europeos han arrastrado a los precios eléctricos a valores nunca antes observados. A modo de ejemplo, en agosto de 2022 el precio medio del mercado diario en España se situó en 154,89 €/MWh", que incluso sumado al coste de la compensación a las centrales de gas "supuso una reducción superior al 18%" respecto al que habría resultado sin mecanismo ibérico. "En dicho mes, los precios en los mercados mayoristas de electricidad en Francia, Alemania e Italia se situaron en 492,49 €/MWh, 465,58 €/MWh y 564,14 €/MWh, respectivamente", recuerda el texto.