La Eurocámara avala la directiva que obligará a las empresas de más de 100 empleados a revelar su brecha salarial

La UE da pasos para reducir la brecha salarial por la que actualmente las mujeres ganan un 12,7% menos que los hombres por el desempeño de las mismas funciones. En países como Letonia o Estonia el porcentaje supera el 20% y en Alemania y Austria, del 18%. El Parlamento Europeo ha dado luz verde a la directiva que obligará a las empresas de más de 100 empleados a revelar la información sobre la remuneración de sus trabajadores con el fin de atajar esa diferencia de género.

Cuando en esas compañías se detecte que la brecha es superior al 5% estarán obligadas a tomar medidas para revertir la discriminación. 

Las nuevas reglas estipulan que los trabajadores y sus representantes sindicales tendrán derecho a recibir información sobre los salarios individuales y medios, desglosados por género. También se prohibirán las cláusulas contractuales que impidan a los trabajadores revelar cuánto ganan o buscar información sobre categorías profesionales. Los estados miembros serán los encargados de establecer los correspondientes mecanismos de penalización con "sanciones efectivas, proporcionadas y disuasorias, como multas, para los empresarios que infrinjan las normas". Además, las trabajadores que sean víctimas de infracciones y, por tanto, de discriminación salarial podrán reclamar indemnizaciones.

A pesar de que la iniciativa es descafeinada porque quedan fuera de la norma las pequeñas empresas que emplean a cerca de la mitad de los europeos y de que irá entrando paulatinamente en valor hasta estar plenamente vigente dentro de ocho años, la directiva ha avanzado respecto a la posición inicial de la Comisión Europea, que pretendía que sólo afectara a las empresas con más de 250 trabajadores. La directiva ha salido adelante con 427 síes, 79 noes y 76 abstenciones. Todos los partidos españoles han votado a favor, a excepción de Vox, que ha rechazado la iniciativa. La eurodiputada del PP Isabel Benjumea se ha abstenido.

La ley vigente en España es más ambiciosa dado que obliga a las empresas a partir de 50 trabajadores a tener un registro sobre los salarios. No obstante, la normativa española establece en el 25% de diferencia el ratio a partir del que los empleadores tienen que rendir cuentas sobre los motivos de la brecha y justificar que responde “a motivos no relacionados con el sexo de las personas trabajadoras”. 

“Los trabajadores podrán identificar la discriminación remunerativa e impugnarla”, ha defendido la comisaria de Igualdad, Helena Dalli. “Las mujeres deben saber si sus empleadores las tratan con justicia. Y cuando este no sea el caso, deben tener el poder de contraatacar y obtener lo que se merecen”, celebró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la víspera de la votación en la Eurocámara. Ahora los 27 tendrán que ratificar la directiva.

 “Vamos a acabar con los contratos opacos y secretos”, la eurodiputada de los verdes Kira Peter-Hansen, que ha sido una de las ponentes. “Si lo hubiéramos dejado en manos del mercado a lo mejor en 2086 podríamos haber acabado con la brecha salarial”, ha agregado Samira Rafaela, de Renew, que ha sido la otra encargada de pilotar las negociaciones con el Consejo de la UE y el gobierno comunitario. Ambas han aplaudido que la directiva tenga también en cuenta “la discriminación intersexual” al reconocer a las personas no binarias. 

“Con estas nuevas normas de la UE, los trabajadores, y en particular las mujeres, estarán mejor equipados para reclamar sus derechos a recibir el mismo salario por el mismo trabajo o un trabajo de igual valor que los hombres”, ha dicho la socialista Evelyn Regner. “La diferencia de remuneración es algo que no se puede explicar. Necesitamos esa directiva para que haya más transparencia”, ha señalado la eurodiputada del PPE Maria Walsh, que ha apostado por que en la próxima legislatura el 50% de los miembros de la Eurocámara sean mujeres. 

“Es positivo que se siente una base de mínimos en la UE, pero hemos tenido que esperar demasiado para una disposición normativa que se queda corta y peca de poco ambiciosa”, ha aseverado la eurodiputada de la izquierda María Eugenia Rodríguez Palop, que ha lamentado que se quede “fuera el 99% de las empresas porque obliga sólo a las de 100 empleados dentro de 8 años”. “Si fuera por el Consejo y la Comisión nos habríamos quedado en el 0,2%”, ha apostillado. 

La directiva de igualdad salarial se ha topado con el rechazo de la extrema derecha. Vox se ha opuesto a la medida argumentando, entre otras cosas, que va a “generar mal ambiente laboral” o que se pretende “dominar a las empresas” sin que “la actitud y el talento tengan reconocimiento”, a pesar de que lo que pretende la norma es que se pague igual a hombres y mujeres por el desempeño del mismo trabajo. “Es una directiva eslogan”, ha dicho la eurodiputada Margarita de la Pisa Carrión. La ultraderechista alemana Christine Anderson también ha dicho que la directiva servirá para “sembrar cizañas e inquinas en las empresas”.