El mercado hipotecario continúa dando muestras de freno. Tras haber vivido dos años disparado tras la pandemia, la subida de tipos de interés está provocando un freno en la concesión de estos préstamos para la compra de vivienda. El INE acaba de publicar sus estadísticas de marzo y apunta a un desplome del 15,7% en el número de operaciones registradas y del 18% en cuanto al importe prestado por los bancos para la adquisición de una casa.

El pasado año fue el más intenso en una década y dio muestra de la elevada firma de hipotecas que se realizaron.

Los datos acumulados del primer trimestre constatan esta deriva que pronosticaba la banca. Tanto el número de operaciones como el importe prestado han caído un 6%. Pese a ello, es el segundo registro más alto para los tres primeros meses del año desde 2011. Solo lo supera el histórico año pasado. En total, se han prestado 15.600 millones de euros en algo menos de 110.00 operaciones.

Con ello, el importe medio de hipoteca se mantiene en niveles similares a los del año pasado, en algo más de 142.000 euros. Pese a un ligero retroceso, sigue en máximos desde el año 2008. Si la comparación se hace mes con mes, sí se ha producido un descenso sensible de los algo más de 145.000 de media de marzo de 2023 a los 142.000 euros actuales, dando muestra de un cierre paulatino del grifo de financiación por parte de los bancos.

La hipoteca media se firmó durante el mes de marzo en un tipo de interés del 2,9%, rozando ya la barrera del 3%. Se trata de un nivel que no se veía en la serie histórica del INE desde 2017. Además, registra un crecimiento de más de dos puntos frente al 1,8% de media con el que se firmaron los contratos hipotecarios en marzo de 2022. Fue entonces cuando se aceleró la subida del euríbor provocada por el comienzo de la guerra en Ucrania y al calor de la subida de tipos del BCE.

Según los datos que maneja el INE, el 65% de las operaciones que se han realizado durante el mes de marzo se han hecho a tipo fijo. Son casi 10 puntos menos de lo que se producía en marzo de 2022, mostrando cómo la apuesta comercial de la banca se está reconduciendo de manera acelerada hacia los préstamos a tipo variable, que hasta antes de la época del euríbor negativo eran la norma en la concesión de hipotecas en España.