El beneficio disparado de la banca le ha servido para compensar con creces el impacto del impuesto extraordinario en el primer ejercicio en el que han tenido que abonarlo. Así lo concluye el Banco de España en su Informe de Estabilidad Financiera publicado este lunes. En concreto, considera que el impacto de la subida de tipos en su margen de interés ha “más que compensado” el efecto de la inflación, el crecimiento de las dotaciones por deterioros y el impacto del gravamen extraordinario.
El Banco de España considera así que los bancos no han sufrido un impacto excesivo de este nuevo impuesto pese a los augurios del sector a comienzos de año. El supervisor recuerda que al cierre del primer semestre del año los bancos ya tenían registrado en sus balances el impuesto sobre la banca y que apenas había supuesto un 8,2% del beneficio, lo que hablando sobre el año completo se queda en el 4,1%.
Este tributo fue recurrido por el conjunto de la banca ante la justicia a comienzos de año y el sector ha vuelto a mostrar su rechazo ante el compromiso de PSOE y Sumar de aplicarlo de manera sostenida con el nuevo Gobierno. “No es una buena idea poner un impuesto a la banca”, señalaba hace unos días el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.
Frente a un aumento de los precios de los créditos, el Banco de España apunta como mejora de la rentabilidad a la contención en los pagos por los depósitos de los bancos. “La holgada situación de liquidez del sector bancario español ante el ciclo de subidas de tipos de interés y el nivel negativo del que partían estos han contribuido a contener el coste del pasivo, en particular de los depósitos bancarios”, subraya el informe.
El Banco de España, sin embargo, señala que este avance acelerado de los ingresos por intereses se podía ver frenado en los próximos trimestres. En concreto, esto se debería a una "intensificación de la caída del crédito en España" y a medida que se vaya trasladado la subida de tipos a los depósitos, algo que los bancos todavía no ven cercano.
Sin embargo, el Banco de España le advierte a la banca ante el “esperable deterioro de la calidad crediticia”. Es decir, de la morosidad. “sigue siendo necesario que las entidades utilicen la situación favorable actual de rentabilidad para reforzar su capacidad de resistencia frente a escenarios adversos”, apunta el Banco de España en su informe.
El Código de Buenas Prácticas que Gobierno y bancos acordaron a finales del año pasado ha tenido una incidencia muy limitada en los primeros meses de funcionamiento. Este esquema para dar soluciones a los hogares más vulnerables a la subida de los tipos de interés apenas recibió 48.000 solicitudes entre enero y julio, según los datos publicados este lunes por el Banco de España dentro de su Informe de Estabilidad Financiera.
Es decir, solo trataron de acogerse el 0,4% de los hogares españoles. Y no todos con éxito. De ellos, solo el 8% ha obtenido un resultado favorable por parte del banco, mientras que más el 40% ha recibido la negativa por respuesta por no cumplir con los criterios objetivos de la norma. Además, un 50% de los hogares que lo habían solicitado todavía no ha recibido una respuesta.
El Banco de España considera que es temprano para poder extraer conclusiones sobre el uso del Código de Buenas Prácticas. De hecho, recuerdan que la morosidad en los préstamos hipotecarios suele demorarse respecto al impacto de las subidas de tipos de interés en hasta dos años. Por ello, aboga por esperar al cierre del año para tomar decisiones como la extensión temporal del código o elevar el nivel de renta, como han acordado PSOE y Sumar.
El Banco de España mantiene que la situación seguirá complicándose para los próximos meses para un número importante de los hogares hipotecados. “Se estima que alrededor del 30% de las hipotecas a tipo variable experimentarán una revisión al alza de sus tipos de interés de más de 1 punto porcentual en los 12 meses posteriores a junio de 2023”, señala el documento publicado este lunes.