Día D para Telefónica. La compañía ha presentado este miércoles su plan estratégico hasta 2026 con el que pretende convencer al mercado de su proyección de futuro. La cita llegaba con la expectación de producirse en medio de los movimientos anunciados por STC, la operadora estatal saudí, y la SEPI, la sociedad estatal española, para una posible entrada en el accionariado de la antigua compañía pública. Este contexto ha sobrevolado, sin citarse, en esta cita de la multinacional española con analistas.
Por el contrario, Telefónica ha centrado la jornada en un plan estratégico que resumía su presidente, José María Álvarez Pallete con esta frase: "Somos más simples pero más fuertes". Así se refería a tres años en los que han desinvertido en múltiples negocios, centrándose en los cuatro principales mercados (Brasil, Alemania, España y Reino Unido) y las filiales Tech e Infra. Con ello, Telefónica llegaba a la cita con una deuda inferior a la de 2019, cuando presentó el plan que ahora vence, pero también adelgazada de activos.
Para los próximos cuatro años, Telefónica diseña un plan similar. Como principales pilares, el grupo prevé aumentar sus ingresos y su resultado operativo a timos del 1% y el 2% al año, respectivamente, pero reduciendo las inversiones necesarias para las ventas. Es lo que se conoce en la jerga financiera como el capex. Es decir, invertir menos, ingresar más y generar más flujo de caja para poder seguir recortando la deuda. El objetivo final es que la deuda quede entre 2,2 y 2,5 veces el resultado operativo del grupo.
El plan entra en vigor justo en 2024, el año en el que la compañía celebra su centenario. "Ya no somos una compañía de telecomunicaciones, somos mucho más", ha defendido Pallete durante la presentación del plan con los analistas financieros que siguen a Telefónica en Bolsa. Un discurso en el que el presidente ha vuelto a cargar contra la carga regulatoria de las empresas del sector. "Yo abogo por una desregulación total", ha apuntado, defendiendo que el actual marco está "obsoleto".
Uno de los puntos fuertes del plan con el que la empresa pretende convencer al mercado tras una evolución en Bolsa que lleva años lastrada por la deuda y otros factores ha sido el dividendo. Según ha expuesto Telefónica, se garantiza para los próximos tres años un dividendo mínimo de 0,3 euros por acción.
El nuevo plan estratégico recupera algunas ideas ya trazadas en el anterior. Todo el negocio que mantiene en Hispanoamérica se considera en venta, mientras que la gestión hasta que se produzcan esas desinversiones se fundamenta en reducir costes, mejorar la eficiencia, y controlar el impacto de las divisas en la actividad de la compañía. Este nuevo plan estratégico vuelve a señalar la "puesta en valor" de estas filiales y la búsqueda de operaciones o de socios para el futuro de este negocio.
En lo que respecta a las menores inversiones, la empresa ha explicado que la compañía "ha superado sus mayores exigencias de inversión" dado que, a su juicio, por lo que los nuevos objetivos también anticipan una "progresiva reducción de las inversiones sobre ventas" para situarse por debajo del 12% en 2026, lo cual representa una caída de alrededor de dos puntos porcentuales con respecto a los objetivos de 2023.
En cuanto a las previsiones por negocios, la 'teleco' prevé que en el segmento minorista la tasa anual media de incremento de los ingresos entre 2023-2026 se situará en el 1,5%, mientras que en el segmento empresarial (B2B) sus cálculos apuntan que alcanzará el 5% "para prolongar la favorable evolución que viene registrando en los últimos trimestres".
El plan también traza algunas ideas sobre su actividad en España. Telefónica tiene en su país de origen el principal mercado y defiende que tiene capacidad de crecimiento. Entre otras cuestiones, aspira a mejorar los ingresos por cliente, reforzar su permanencia y reducir las inversiones necesarias para lograr ventas. Pallete ha explicado, además, que siguen con atención cómo quede el sector tras la operación de Orange y MásMóvil, pero ha defendido que tendría que salir adelante "sin remedies", como se conoce en el sector a las desinversiones para cumplir con las obligaciones de Competencia.
Pallete ha planteado que la empresa buscará "oportunidades de crecimiento" en determinados negocios, al tiempo que ha dibujado un escenario en el que la actividad tradicional se la empresa se va quedando atrás mientras emergen nuevas actividades para las que se precisa la conectividad. Del mismo modo, la empresa ha explicitado en su plan estratégico que seguirá capturando opciones en Hispanoamérica o con determinados activos de infraestructuras para seguir desinvirtiendo en las actividades que no considera estratégicas.
Al mismo tiempo que Telefónica presentaba su plan estratégico ha anunciado los resultados del tercer trimestre del año. En los nueve primeros meses del año el grupo ha logrado un beneficio de 1.262 millones de euros, con un retroceso del 15% respecto al mismo periodo del año pasado. A su vez, sus ingresos se han incrementado un 2,4%, superando los 30.000 millones. En el caso concreto de España, Telefónica obtuvo unos ingresos de 9.334 millones de euros, prácticamente copiando los datos del año pasado. "La actividad comercial en niveles máximos de los últimos años, gracias a la atractiva evolución de nuestra oferta, se traduce en ganancia neta positiva de todos los servicios principales", asegura la empresa en un comunicado sobre su actividad en España.