La posición de inversión internacional (PII) neta de España -diferencia entre la inversión en el exterior y la procedente de fuera- registró un saldo negativo de 977.700 millones en el segundo trimestre, equivalentes al 79,9 % del PIB, por debajo de los 980.700 millones del primer trimestre (80,6 % del PIB).
Este balance incluye todos los compromisos de pago que la economía española tiene con el exterior -como deuda pública o préstamos con entidades extranjeras-, que conforman la deuda externa bruta, que en el segundo trimestre alcanzó los 2,1 billones de euros, un 171,3 % del PIB, según los datos publicados este martes por el Banco de España.
La deuda externa bruta del segundo trimestre está por encima de los 2,07 billones que se contabilizaban en los tres primeros meses del año, que equivalían al 169,8 % del PIB.
El Banco de España aclara que los datos de balanza de pagos y posición financiera internacional se han revisado para adaptarse a los ajustes introducidos por el INE en la contabilidad nacional, con lo que la PII neta de 2018 se situó en una posición deudora equivalente al 80,4 % del PIB frente al 77,4 % del PIB reportado inicialmente.
El informe explica que la mejora de la PII en el segundo trimestre se debió a la aportación positiva de las transacciones financieras (20.400 millones excluido el Banco de España), compensada en parte por la evolución negativa de otros flujos, que restaron 15.100 millones tras reflejar cambios del valor en euros de los instrumentos financieros.