La cooperativa Dcoop ve con temor el año 2024 pese a que sus ingresos, con el aceite de oliva disparado, van mejor que nunca. “Va a ser un año muy complicado”, ha reconocido su presidente, Antonio Luque, en un encuentro con medios de comunicación.
“Este año hemos aguantado el chaparrón, para el que viene estamos preocupados”. La diferencia es que hace un año contaban “con mochila”. “Teníamos stock de enlace”. Ahora, no hay tanto aceite en sus almacenes, pero vale más y sus ingresos van mejor que nunca.
“Empresarialmente, lo salvaremos”, ha asegurado. En su caso, la mitad del volumen que vende Dcoop -que también comercializa vino y frutos secos- va fuera de España. “Va a haber empresas que no van a poder aguantar. Nosotros no sabemos si vamos a poder aguantar sin un ERTE”, en referencia a una posible reducción temporal de empleo.
Dcoop asume que su volumen de ingresos puede ser el doble de los que tiene en un año normal, pero sus costes también lo son. “Los márgenes no han aumentado. Lo vamos a pasar mal todos. Algunos pueden aguantar mejor, pero si en los próximos meses no hay agua, en 2025 la situación de todo el sector puede ser complicadísima”, ha repetido. “Es muy probable que alguna fábrica tenga que cerrar porque hay la mitad de mercancía”. Actualmente, la plantilla de Dcoop supera las 900 personas.
Para esta campaña Dcoop cree que se alcanzarán en España, en total, las 750.000 toneladas de aceite de oliva, algo por encima de las 700.000 del año anterior. En su caso, rondarán las 90.000, lo que no se perfila como suficiente para bajar los precios.
Su rival Deoleo, dueño de Carbonell y Hojiblanca, aseguró que la bajada de precios para los consumidores tendría que llegar en junio de 2024. Dcoop no lo ve tan fácil. “Ojalá supiera si el aceite va a bajar en junio. Eso no lo sabe nadie. El aceite depende del agua”, ha asegurado Luque. Si fuera un escenario normal, con una cosecha de 1,5 millones de toneladas, “el precio debería estar entre 3 y 4 euros”. “Si de aquí a junio no llueve, no va a bajar”, ha repetido. “Y si llueve mucho y vemos que el consumo no va, bajará en febrero”.
Lo que ha caído es el consumo de aceite, “el industrial, un 40%” y el doméstico, la compra en los supermercados, "se ha recortado en torno a un 30% o 35%”.
De cara al futuro más próximo la cooperativa ve ligeros vaivenes de precios. “En los próximos meses habrá fluctuaciones pequeñas, cuando empieza a bajar en origen tarda un poco en la distribución. A principios de noviembre empezó a bajar en origen y esta semana vuelve a subir. Vamos a tener meses de fluctuaciones, más o menos de un 10% hasta que veamos que se iguala el consumo con las existencias”.
Cuando tengamos una situación climatológica normal, la situación puede ser muy diferente. “Cuando volvamos a 1,8 o 2 millones de toneladas de aceite, nos vamos a ver con ventas de 800.000 toneladas. Eso será un drama con tractores en las calles pidiendo precios justos. Necesitamos medios para producir de forma estable, un año y otro, para mantener los mercados estables”, ha afirmado Luque, en referencia a que se pongan en marcha políticas de gestión de agua más eficaces.
Y, respecto al consumo, Luque ha reconocido el trasvase de categorías caras a baratas y a la marca blanca.
El presidente de Dcoop ha asumido que se interesaron por Deoleo, pero que no fructificó. “Ojalá las marcas de Deoleo fueran propiedad del sector productor. Lo vimos, es un tema difícil. Ahí nos hemos quedado”, ha resumido.
Pero no cierra la puerta. “Antes o después se tiene que vender. Estudiamos la opción de comprarlo, lo vamos a estudiar siempre, otra cosa es que financieramente podamos”. “Sería importantísimo que esas marcas se queden en España. Si hay oportunidad lo estudiaremos”, ha insistido.
También ha pedido que las administraciones públicas muevan ficha para garantizar que Deoleo se quede en España. “A las administraciones lo mismo hay que pedirles que se trabaje en estas operaciones. El Gobierno tiene que mirar que alguien de España se quede con eso, aunque no tenemos por qué ser nosotros”.
Ve más factible que haya “opción de compras más pequeñas, también en otros mercados” aunque “no estamos viendo otra cosa”. El motivo, que por los costes y la caída de cosechas “2024 va a ser un año muy complicado pero bueno para ir de compras”.