La Comisión Europea propone un retraso de tres años en la entrada en vigor de los aranceles para la venta del coche eléctrico con el Reino Unido ante los problemas que ha enfrentado la industria para desarrollar las baterías, que constituyen buena parte del valor de los vehículos. Con el Brexit, se estableció un impuesto del 10% en la compraventa de vehículos eléctricos que no tuvieran al menos el 45% de su valor 'Made in Europe' (o en Reino Unido), pero se dejó para más adelante.
"Las normas de origen para vehículos eléctricos y baterías en virtud del Acuerdo de Comercio y Cooperación entre la UE y el Reino Unido se diseñaron en 2020 para incentivar la inversión en la capacidad de fabricación de baterías de la UE. Circunstancias no previstas en 2020 -incluida la agresión de Rusia contra Ucrania, el impacto de COVID-19 en las cadenas de suministro y el aumento de la competencia de los nuevos regímenes internacionales de apoyo a las subvenciones- han provocado que la ampliación del ecosistema europeo de baterías ha sido más lenta de lo previsto inicialmente", explica la Comisión en un comunicado en el que admite que ha planteado el retraso ante las "inquietudes planteadas por las industrias europeas del automóvil, de las baterías y de la química".
La propuesta de la Comisión Europea tendrá que ser ratificada por el Consejo de la UE, donde están representados los 27, y después negociarse con Reino Unido en el marco del acuerdo comercial.
"Esta propuesta equilibrada ofrece la previsibilidad y estabilidad que tanto necesitan los fabricantes de automóviles y baterías de la UE en un momento de fuerte presión competitiva mundial. Es el resultado de un intenso compromiso con la industria en toda la cadena de suministro de vehículos eléctricos y con los sindicatos, que habían expresado su preocupación por unas normas que habrían supuesto barreras arancelarias para nuestras exportaciones de vehículos eléctricos al Reino Unido, nuestro mayor mercado de exportación. Esto habría ido claramente en contra de nuestros intereses y habría aumentado la competencia de los vehículos eléctricos fabricados en el extranjero, especialmente en China", señala el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.
La Comisión Europea también va a poner en marcha un fondo extraordinario de 3.000 millones de euros en los próximos tres años para apoyar a los productores de baterías de la UE.