La evolución de los precios volvió a dar un respiro en noviembre, al caer a su tasa más baja desde julio de 2021, cuando comenzó la crisis energética que tuvo su peor momento en octubre de 2022 al alcanzar la cifra récord del 10,7%. Desde entonces se ha producido un alivio paulatino que ha llevado al 2,4% en la eurozona el mes pasado, según las cifras consolidadas de Eurostat, la oficina estadística de la UE. Se trata de una reducción de cinco décimas respecto a octubre.
Bélgica experimenta una caída de los precios por segundo mes consecutivo (con una inflación de -0,8%). Las tasas más bajas se registraron en Dinamarca (0,3%) e Italia (0,6%), que ha experimentado una gran bajada en los dos últimos meses. Es, de los grandes, el que tiene una menor inflación, seguida de Alemania (2,3%). Francia se sitúa en el 3,9%. Ningún país tiene ya cifras de dos dígitos, pero República Checa multiplica la media europea (8%). Le siguen Hungría (7,7%) y Eslovaquia y Rumanía (ambas en el 6,9%).
La bajada de la tasa de inflación responde a una moderación del aumento interanual de los precios de la cesta de la compra. Los de alimentos, alcohol y tabaco crecieron un 6,9%, medio punto menos que en octubre. Los servicios se situaron en el 4%; y los bienes energéticos no industriales, en el 2,9%; lo que supone una caída de seis décimas respecto a octubre. La energía volvió a bajar de precio (un -11,5%).
Respecto a la inflación subyacente, que es la que excluye la energía y los alimentos frescos porque tienen un comportamiento más volátil, bajó al 3,6%. Esa es la referencia del Banco Central Europeo para establecer su política monetaria. La institución que dirige Christine Lagarde ha reiterado que mantendrá los tipos de interés en sus elevados niveles hasta que la inflación subyacente se quede en el 2%.
Así, el BCE decidió en su última reunión mantener los tipos en máximos desde 2001 y pretende mantener esa política a lo largo de 2024: "De acuerdo con las últimas proyecciones de los expertos del Eurosistema para la eurozona, se espera que la inflación descienda gradualmente durante el próximo año y que se acerque al objetivo del Consejo de Gobierno del 2% en 2025. En conjunto, los expertos prevén que la inflación general se sitúe en promedio en el 5,4 % en 2023, el 2,7% en 2024, el 2,1% en 2025 y el 1,9% en 2026. En comparación con las proyecciones de septiembre, esto supone una revisión a la baja para 2023 y especialmente para 2024”.