La española Oesía bate récord de ventas en pleno auge militar tras fichar a más de una decena de cargos del Ejército

La multinacional española Oesía, dueña de Tecnobit, proveedor clave del Ejército, está batiendo récords de ventas en pleno auge militarista en Europa y tras fichar en los últimos años a más de una docena de cargos, la mayoría, ex del Ministerio de Defensa.

El grupo, según ha podido confirmar elDiario.es, tuvo como accionista minoritario durante más de una década al aristócrata y empresario Francisco de Borbón Escasany. Hace unos meses presentó unas ventas récord de 244 millones de euros en 2022 (+44%), con pedidos de 850 millones.

En 2023 espera "superar sus objetivos", según sus últimas cuentas individuales.

En ellas destaca el aumento "muy relevante" del área de ingeniería industrial, que aglutina la pata militar, "debido al incremento de los presupuestos de Defensa de los países occidentales, como consecuencia del aumento de las tensiones geopolíticas a nivel global, derivando esto en grandes contrataciones".

El grupo tiene 47 años de experiencia, a través de Tecnobit, de la que tomó el 100% en 2008. Es "socio estratégico de las principales empresas e instituciones públicas españolas y, en el ámbito internacional, participa en proyectos para clientes de más de 40 países".

Especialista en la transformación digital de grandes empresas y en soluciones para la seguridad nacional en el ámbito aeroespacial, naval y terrestre, está en óptima posición para sacar partido del compromiso de los miembros de la OTAN de destinar un 2% del PIB al gasto militar. Para ello, tiene una nómina de más de una decena de exmilitares en puestos directivos o de asesoría fichados en los últimos años.

La lista es larga. Un ejemplo es el general de División en la reserva Alfredo Sanz, director de Soporte y Seguridad de Oesía. Tras 43 años en el Ejército (su último puesto fue en la OTAN y dirigió la Academia de Artillería de Segovia), fichó como director de Compras de Oesía en octubre de 2020.

Ese mismo mes, el grupo nombró CISO Global (la persona que se encarga de dirigir, orientar y coordinar su estrategia de seguridad) al coronel en la reserva Fernando Acero, diplomado en Estado Mayor y director de Ciberdefensa del Ejército del Aire entre agosto de 2017 y febrero de 2020.

Este año, Oesía ha nombrado director de Seguridad a José Morales, ex de FCC que entre 1997 y 2013 fue responsable de Dirección y Planificación en el Ministerio de Defensa, según su LinkedIn.

Su director de Estrategia desde 2021 es Salvador Álvarez Pascual, general de División del Cuerpo de Intendencia del Ejército del Aire que en marzo de 2020 cesó como Subdirector General de Gestión de Programas de la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa.

El Comité de Estrategia de la multinacional tiene 19 miembros. Seis (sin contar a Álvarez) vienen de Defensa. El último en llegar ha sido Miguel Lombardi, teniente General del Ejército de Tierra, diplomado en Estado Mayor, Escuela Defensa de la OTAN y Defensa Nacional.

Como explica Oesía en su web, "ha sido Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército [JEMA], puesto en el que coordinó el principal proyecto de futuro del Ejército: La Fuerza 35". Este plan estratégico a largo plazo busca situar a las Fuerzas Armadas a la vanguardia tecnológica con soluciones de inteligencia artificial. 

Lombardi se ha unido a José Luis Urcelay Verdugo, otro ex segundo JEMA al que Oesía fichó como asesor en 2019. Urcelay también es consejero de la armamentística Expal Systems, que ha presidido hasta su venta a un grupo alemán por parte de la española Maxam. 

Como no hay dos sin tres, en ese comité de Estrategia hay otro ex segundo JEMA, Eduardo Gil Rosella, fichado en 2018. Este movimiento es recurrente en el sector. El último ejemplo es Ignacio Bengoechea: en febrero cesó como ex segundo JEMA y acaba de fichar por Airbus, el fabricante de aviones Ela Aviation y Acento, la consultora del ex ministro José Blanco, según el Portal de Transparencia.

También está en el Comité de Estrategia de Oesía Arturo Alfonso, fichado en 2020 y cuyo último cargo público (2019) fue el de asesor del JEMA, según su LinkedIn. "General de División del Cuerpo de Intendencia del Aire y Licenciado en Ciencias Económicas, Política Monetaria y Sector Público", es "experto conocedor del ámbito de la industria de la defensa con un marcado perfil en cooperación internacional", según la web de la compañía.

A ese órgano pertenecen también Carlos Gómez-Múgica, asesor ejecutivo en Defensa con Felipe González y luego, embajador en Canadá o Bélgica; y Pablo Martín, teniente general, jefe de Información de la Guardia Civil entre 2004 y 2012, "figura esencial en la derrota de la banda terrorista ETA" y experto en Seguridad e Inteligencia. Y Fernando Sacristán Ruano, ex jefe del Mando del Apoyo Logístico del Ejército del Aire, fichado en 2015. 

En Tecnobit es gerente de Desarrollo de Negocio desde 2018 Julio Serrano Carranza. Ex coronel de Aviación en la Reserva, hace unas semanas publicó una entrada en el blog del general filofascista Rafael Dávila (ex ayudante de Campo del Rey Juan Carlos I y ex jefe de la Guardia Real), clamando contra la amnistía de Pedro Sánchez para "seguir en la poltrona de la Moncloa cuatro años más junto a sus socios separatistas".

Su artículo acababa así: "Siempre podríamos pedir auxilio a la siempre eficaz y resolutiva Unión Europea, e incluso alertar a las fuerzas aliadas implacables de la OTAN, con un sólo y único mensaje: "Bombardeen sobre España. El enemigo está dentro"".

Tecnobit, cuyo secretario no consejero es José María Mohedano, abogado y diputado del PSOE hasta 1996, estuvo presidida hasta 2009 por José Ignacio Moscoso, director general de Asuntos Económicos en Defensa con Narcís Serra.

Oesía tuvo como consejero hasta que falleció en 2021 a Pedro Ferreras, abogado del Estado que dirigió las privatizaciones de José María Aznar como presidente (1996-2001) de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El presidente no ejecutivo de Oesía hasta 2015 era Rafael Delgado Rojas, histórico del PSOE, secretario general de Vicepresidencia del gobierno con Alfonso Guerra hasta 1991 y luego concejal y candidato a la alcaldía de Las Rozas (Madrid).

Fundada a principios de siglo por varios catedráticos de la Universidad de Deusto (de ahí su anterior nombre, IT Deusto), Oesía participa en los principales programas del sector Aeronáutico y Defensa de España y Europa. Destaca Euromale-Eurodrone, el sistema europeo de aeronaves pilotadas a distancia de altitud media y gran autonomía en el que participan Francia, Alemania, Italia y España, y para el que el Gobierno autorizó en 2022 compromisos de gasto de 1.890 millones. 

Otros programas son el SIRTAP, un sistema aéreo no tripulado para las Fuerzas Armadas españolas, Eurofighter, al que el Consejo de Ministros destinó más de 2.000 millones a finales de 2021 con el denominado Proyecto Halcón; las fragatas F110 de Navantia (grupo SEPI), GEODE (Galileo for European Defence, para el uso militar del sistema europeo de navegación por satélite), la modernización del helicóptero de ataque Tigre fabricado por Airbus para las Fuerzas Armadas de Francia y España, el vehículo de combate Dragón VCR 8x8...

Bien posicionada en Oriente Medio (Arabia Saudí es uno de sus clientes allí), Oesía ha entrado en el negocio de la ciberseguridad con Cipherbi. Su plataforma de gestión de fondos europeos ha permitido gestionar más de 14.000 millones solo entre 2014 y 2020. Este año se ha convertido en socio de Indra y SEPI tras comprar un 30% de Epicom, ex filial militar de Duro Felguera. 

Con más de 3.300 empleados, atrás queda la complicada etapa que vivió tras la crisis financiera de 2008, cuando estaba en manos de varias cajas de ahorros. En 2022 sus negocios Aeronáutico, Espacio, Naval y Terrestre se vieron "favorecidos por la reactivación de los grandes programas de Defensa, tanto europeos como nacionales", que retrasó la pandemia, indica en sus cuentas.

De esta buena marcha no va a poder participar un ilustre ex accionista, el Duque de Sevilla. En sus cuentas de 2022, una empresa de la que Borbón Escasany es dueño y administrador único, Kingnoi SA, afirma que tiene 1.718 títulos de la matriz, Oesía Networks, con un valor nominal de 26.120,48 euros. 

Fuentes de Oesía aclaran que esa información no es correcta. Se remiten a su web, que explica que sus accionistas son "el Presidente (98,5%)", Luis Furnells, y el director general, Hector Roldán (1,5%), "a través de las sociedades Heisenberg 2014 (90%) y Heisenberg Five (10%)". Furnells, primer ejecutivo del grupo desde 2012, ha declinado hablar con elDiario.es.

En su web, Oesía dice que "ambas sociedades asumieron el control del Grupo Oesía en el marco de una operación de Buy In Management Buy Out (BIMBO), que ha permitido que los antiguos accionistas de referencia (fundamentalmente entidades financieras) salieran del capital".

Borbón habría permanecido como minoritario hasta, como muy tarde, 2018, cuando, según un portavoz de la multinacional, hubo una reducción de capital y una ampliación a la que acudieron esas dos mercantiles "desvinculándose de la sociedad el resto de socios anteriores". Hasta entonces, y según las cuentas de Oesía de 2017, esas dos sociedades tenían un 99,7% del grupo. Un 0,3% era de "otros".

Al teléfono, Francisco de Borbón asegura desconocer que tenía esas acciones que recogen las cuentas que firmó el 31 de marzo, accesibles a través de Insight View y remitidas al Registro Mercantil. "He preguntado a mi director Financiero para que me informara. Y lo que me ha informado es que en el año 2003 yo tomé participaciones en una compañía que se llamaba IT Deusto, que se fusionó con otra que se llamaba Internet Protocol Solutions, y parece ser que estas dos pasaron a ser Oesía Networks". 

Afirma que hace 30 años se convirtió en socio de esa tecnológica, luego adquirida por IT Deusto, como parte de una iniciativa del Colegio de Economistas, "cuando todo el mundo tenía muchas esperanzas de hacerse millonario con Internet". Sabe desde cuándo es accionista, pero no si dejó de serlo.

"He estado viendo que yo vendí la mayor parte de las acciones salvo lo que me quedaba, como 26.000 euros allí, y que desde mayo de 2015 no he recibido ninguna comunicación de esta compañía, con lo cual acabo de decir al contable que se informe a ver quién son, porque no tengo ni la menor idea", afirmó el jueves.

"Como me he cambiado de dirección de oficina desde el año 2015, no han vuelto a enviarme aquí absolutamente nada y no sabía nada de esta compañía. No me han mandado ni dividendos, ni comunicaciones para ir a juntas de accionistas", aseguró. 

¿Conoce Borbón Escasany la fuerte vinculación de Oesía con el Ejército? "Me voy a enterar, pero tengo muy buena relación de amistad con el Ejército. Me invitan a muchos actos, de desfiles y cosas. No tenía ni la menor idea". 

"Hace muchos años, tomé participación en varias sociedades, en un momento en el que estaba viviendo fuera de España, y con varias de ellas perdí el contacto. Era una cantidad mínima y nadie se preocupó mucho". 

El lunes explicó que había mandado un e-mail a Oesía para conocer la situación de esa participación y saber "si estas acciones valen algo o no". El martes no había recibido respuesta.

El aristócrata, de 80 años, tiene 7.398 títulos con un valor nominal de 31 euros de Kingnoi, domiciliada en la calle Núñez de Balboa de Madrid. El resto es de sus hijos, Olivia y Francisco de Borbón Von Hardenberg, con una acción cada uno.

Borbón Escasany es Grande de España y V duque de Sevilla, título concedido en 1823 por el rey Fernando VII a su sobrino Enrique de Borbón y Borbón Dos Sicilias, conocido por sus ideas revolucionarias y progresistas durante el reinado de su prima y cuñada, Isabel II.

Sin actividad aparente en los últimos años, Kignoi se creó en 1998 en Barcelona en la notaría del influyente abogado Juan José López Burniol, actual vicepresidente de la Fundación La Caixa. 

Licenciado en Económicas, empresario y ex banquero, el duque también preside IECSA, una empresa de equipos científicos, o Neftan, financiera con sede en Londres. Con su hermano Alfonso de Borbón tiene una inmobiliaria, Keka, que hace años estuvo a punto de salir a Bolsa para disfrutar de las ventajas fiscales de las denominadas socimi.