Mirara donde mirara, todo el mundo llevaba las Adidas Samba en el tren que iba de Peckham, en el sur de Londres, hacia Dalston, en el este. Difícil ignorarlas. Las había negras, blancas, pequeñas y plateadas, de cuero negro con tachuelas, y hasta las Wales Bonner, con piel de poni y estampado de leopardo.
Reservadas en otra época a los aficionados al fútbol, a los chicos del britpop y a algún que otro skater, las humildes Adidas Samba se han vuelto tan omnipresentes como las maltrechas Converse All Star que caracterizaron la sordidez indie de la primera década del siglo.
Lo cierto es que las Samba ya se habían vuelto ineludibles antes de que Sunak las "estilizara" combinándolas con un pantalón azul marino y una camisa planchada dignos de la peor cita de Hinge que se pueda imaginar. A principios de 2023 se hizo viral en TikTok el vídeo de una hilera de personas calzadas con las Samba en un tren de Londres. Pero no es un fenómeno exclusivo de la capital británica. En el último par de años las búsquedas con las palabras "Adidas Samba" se han multiplicado por más de dos en todo el Reino Unido.
Y en el mundo de los famosos, desde Hailey Bieber hasta A$AP Rocky, Rihanna y Harry Styles han sido fotografiados con las Samba. Lo más probable es que tu madre y sus amigas también las lleven. Hasta se están fabricando pequeñas Samba con cierres de velcro para bebés. Cada vez que pasamos al horario de verano las Samba son aclamadas como las zapatillas de la estación. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué es lo que tienen estas sencillas zapatillas diseñadas hace 74 años?
No es difícil entender el atractivo. Con su suela de goma, su puntera redondeada y su clásico diseño de las tres rayas, las Samba son unas zapatillas versátiles y agradables a la vista. En 2022 me compré unas Samba negras y me encantaba su apariencia limpia y elegante. Un calzado de moda que además es asequible, con un precio que oscila en torno a las 75 libras [unos 88 euros].
Pero para muchos jóvenes, lo que realmente llevó las Samba a la estratosfera fue la colaboración de 2020 entre la marca y Grace Wales Bonner, la diseñadora de moda masculina que en algunos sitios elevó el precio de las Samba Wales Bonner hasta las 4.000 libras [unos 4.675 euros].
"Lo que las hace tan atractivas es eso de ponerle a unas típicas zapatillas de calle detalles como costuras y cordones delicados", dice la londinense de 23 años y licenciada en moda Tiarna Meehan, que en 2022 se hizo con tres pares de Samba Wales Bonner.
En opinión de Meehan, "no hay dudas de que el revuelo en TikTok ha ayudado a impulsarlas". Una idea que ya he escuchado otras veces. Como dice Bea Acworth, que tiene 24 años y usa Depop para vender Samba de segunda mano desde su casa en Edimburgo, las zapatillas se han hecho imprescindibles para la generación Z por el auge de la estética blokecore que a finales de 2022 hubo en TikTok, con réplicas vintage de camisetas de fútbol, vaqueros anchos y Adidas Samba.
Las constantes fotografías de la modelo Bella Hadid calzando unas Samba fueron como echar aceite al fuego. Según un representante de Depop, las búsquedas de las zapatillas en el portal de ropa vintage y de segunda mano han subido un 142% desde principios de 2024. Solo en el último mes, han registrado un incremento de 20%.
La obsesión por las Samba no viene de la nada. No hay más que darse un paseo por TikTok para ver el interés generalizado que hay por todo lo nostálgico, desde chándales Adidas, hasta vaqueros de tiro bajo, o botas Timberland.
"Las ventas de las New Balance, por ejemplo, han aumentado un 115% solo ese año", dice Adam Cheung (29), experto en ropa callejera y fundador de la revista online sobre zapatillas Typed Hype. "Cuando las zapatillas retro comenzaron a estar de moda, las Samba fueron una opción obvia", añade Cheung, que señala 2022 como el año en que empezó el momento de las zapatillas retro. "Adidas empezó a sacar más y más colores para tener zapatillas que complementaran el estilo y la estética de todo el mundo", dice.
Es cierto, hay unas Samba para cada persona. Aunque los datos sobre la variedad de colores no son públicos, la tienda online ASOS ya tiene más de 100 modelos diferentes en venta. Y no hay un usuario típico de Samba. Es tan fácil ver a un padre de 45 años vistiendo como Liam Gallagher con sus Samba como a una influencer de moda de 21 años haciendo vídeos en TikTok.
Pat Frost vive en Shropshire y lleva coleccionando zapatillas Adidas desde principios de los años 2000. De los 504 pares que calcula tener, 240 son Samba. "Empecé a comprarlas y no paré ; si sigo así, valdrán más que mi casa, he preparado una habitación especial en el jardín para guardarlas y exponerlas", dice Frost, que a sus 58 años trabaja para la selección inglesa de fútbol como responsable de equipamiento.
A Frost no le preocupa el aumento repentino de usuarios de Samba. "Siempre han estado de moda, nunca han pasado de moda, todo el mundo las llevaba ya durante la subcultura de las gradas de los 70 y 80", dice.
"Creo que las Samba son un clásico", dijo esta semana durante el programa Woman's Hour de la BBC Chioma Nnadi, directora de la edición británica de la revista Vogue. "No estoy de acuerdo con eso de que una tendencia viva y muera".
En todo caso, y según Frost, la calidad de la Samba ha mejorado con los años. El aumento en la demanda no las ha vuelto más endebles. "En la actualidad son unas zapatillas verdaderamente bonitas, Adidas ha conseguido mejorarlas de alguna manera; sin renovarlas por completo, han mejorado la confección, las costuras, las combinaciones de colores", dice.
No todos piensan lo mismo. La moda de la Samba ha ido demasiado lejos para los que ven a las zapatillas adquirir el peor atributo posible: volverse básicas. Cuando el primer ministro conservador lleva unas Samba, sabes que ya se les pasó el momento.
Algunos ya habían cobrado sus fichas. El año pasado Meehan vendió en Depop su par de Wales Bonner negras por varios cientos de libras. "Me sirvió para pagar el depósito de la mudanza a Londres", dice.
Pero las Samba siguen siendo un clásico atemporal. Aunque estén menos de moda, casi todo el mundo está de acuerdo con Nnadi: es poco probable que desaparezcan, son demasiado bonitas para eso. "Las Adidas Samba existen desde hace siete décadas", dice Cheung. "No tengo ninguna duda de que seguirán existiendo otras siete más".