El financiero Javier de Jaime, máximo responsable en España de CVC, denunciado en 2023 por la Agencia Tributaria por un supuesto delito fiscal en la venta de Quirón Salud en 2017, va a irrumpir en el ranking de las 100 mayores fortunas españolas al desvelar la posesión de acciones del fondo británico de capital riesgo valoradas en unos 500 millones de euros. 

De Jaime irrumpe así con fuerza en los rankings de mayores fortunas españolas, en los que hasta ahora ocupaba un papel residual. Lo va a hacer en un momento en el que la Fiscalía Anticorrupción está analizando la presentación de una querella contra el ejecutivo y el fondo por ese supuesto delito fiscal.

Esos cerca de 500 millones, a los que se suman inversiones inmobiliarias de decenas de millones a través de sociedades patrimoniales del financiero, superan el patrimonio que la última edición de la famosa lista Forbes atribuía a multimillonarios españoles tan conocidos como los dueños de Cosentino, el fabricante murciano de encimeras de cocina (500 millones), los catalanes Suqué Mateu, empresarios del juego y el vino (495 millones), los López Belmonte, propietarios de la farmacéutica Rovi (400 millones) o los Godia (400 millones).

Javier de Jaime, que es uno de los españoles que más alto ha llegado en el mundo del capital riesgo, sería una de las 70 mayores fortunas del país, solo teniendo en cuenta ese paquete en CVC y las cifras que recoge la última edición de la lista española de Forbes. Si se toma como referencia el último ránking de El Mundo, estaría entre las 130 personas más ricas de España.

Esos más de 500 millones solo en acciones de CVC superan con mucho las estimaciones que hasta ahora habían circulado sobre la fortuna amasada por el jefe español de CVC, protagonista de un sector en el que la discreción y el uso de complejas estructuras societarias es la norma.

Así, el último ranking de El Mundo atribuía a De Jaime una fortuna de 175 millones, lo que le colocaba en el puesto 338 de ricos españoles, siempre según este medio.

El ejecutivo tiene una sociedad patrimonial, Compañía de Gestión e Inversión Jade, que en 2022 acumulaba 140 millones en activos. Su actividad principal es la promoción inmobiliaria, aunque las inversiones en ladrillo suponen una parte menor de su activo (14,3 millones). Entre sus propiedades hay varias viviendas de lujo de gran tamaño en el Barrio de Salamanca, además de plazas de garaje y un local en esa exclusiva zona de la capital. La mayor parte de su activo, sin embargo, son “inversiones financieras” que no detalla en sus cuentas.

La administradora única de esta sociedad, que acaba de mover su domicilio de la Calle Velázquez de Madrid (en pleno barrio de Salamanca) al Paseo de la Habana, es la esposa de Javier de Jaime, Ana Silvia Zubia.

Esta farmacéutica también aparece vinculada a sociedades como Jade Agroalimentación, con casi 34 millones en activos, de los que 25 millones corresponden a inmovilizado material, como terrenos, construcciones, inmuebles o vehículos.

Esta empresa se dedica a la explotación de fincas agrícolas. Según contaba un perfil firmado por Felicia Barrio en El Salto en 2022, es dueña de un coto de caza de 307 hectáreas en el municipio toledano de Pueblanueva. Según sus cuentas de 2022 (disponibles a través de Insight View), Jade Agroalimentación también es propietaria de una explotación agrícola en el Alentejo portugués, un destino muy de moda en los últimos años entre multimillonarios de todo el mundo.

La esposa del financiero también preside Summa Formación Profesional SL, un centro privado de FP lejos de la Milla de Oro madrileña, en el popular barrio madrileño de Carabanchel. Según su web, entre sus “empresas colaboradoras” figuran varias compañías de la cartera de CVC y ha sido “promovido por la Fundación Humana Spes en colaboración con la Fundación CVC”.

Esta última entidad benéfica la crearon en 2018 De Jaime y su mano derecha en CVC, José Antonio Torre de Silva López de Letona.

La actividad filantrópica de De Jaime no acaba en la Fundación CVC. La entidad que ha promovido ese centro de FP en Carabanchel, la fundación Humana Spes, es una entidad sin ánimo de lucro constituida en julio de 2014 por el financiero y su esposa.

En ella también son patronos los cuatro hijos de la pareja, de acuerdo con el Registro de Fundaciones del Ministerio de Justicia. “Inspirada en los valores del cristianismo”, su acción se dirige “a los colectivos más vulnerables, promoviendo una sociedad más humana, igualitaria y justa”, asegura en su web. Además de ese centro de FP en Carabanchel, gestiona un economato para personas desfavorecidas en el barrio madrileño de San Fermín.

Actualmente el jefe de CVC en España está inmerso, al igual que el fondo que dirige, en un multimillonario pleito con la Agencia Tributaria por supuesto delito fiscal en la venta, en enero de 2017, del grupo de sanidad privada Quirón. CVC se embolsó con esa operación plusvalías de unos 2.600 millones tras apenas dos años en el capital y no tributó en España mediante una compleja red de sociedades en Luxemburgo y Países Bajos.

CVC ha puesto este pleito como “ejemplo” del posible endurecimiento de los requisitos de las autoridades fiscales para la industria del capital riesgo, aunque en el folleto asegura que cree improbable que prosperen los argumentos de la Agencia Tributaria. 

En marzo de 2023, el Fisco español determinó, entre otras cosas, que el fondo (que tiene su sede fiscal en el paraíso de Jersey) debió tributar por el impuesto español a no residentes por la venta del grupo sanitario al vender el gigante sanitario a su actual propietario, el grupo alemán Fresenius.

Como reconoce CVC en el folleto, la Agencia Tributaria cree que el fondo “podría haber ocultado información con el fin de evadir los impuestos españoles”. La existencia de dolo en ese presunto delito fiscal propició una denuncia ante la Fiscalía. Anticorrupción todavía no ha presentado querella ante los tribunales de lo Penal contra CVC ni contra Javier De Jaime. 

Hacienda acusa al fondo de un fraude de 355 millones y reclama una deuda que se ha cifrado en 369 millones. CVC cifra en el folleto la reclamación en 270 millones, pero “excluyendo intereses y multas”. Las sanciones a la empresa y a De Jaime se han cifrado en unos 90 millones.

La multa al ejecutivo estaría relacionada con un bonus especial habitual en el sector, denominado “carried interest”, por el que declaró las ganancias como rentas del capital (que hasta 2022 tributaba a un máximo del 27%) y no como rentas del trabajo (que podían llegar casi al 50% en función de la comunidad autónoma del contribuyente), tal y como impone la legislación española.

Este discreto financiero, del que hay muy pocas fotos (la de la web de CVC, que ilustra esta información y en la que se le ve muy sonriente, es de hace ya más de una década), es un personaje clave para entender muchas de las mayores operaciones corporativas en España de las últimas décadas, por la presencia del fondo en compañías como Abertis, Telepizza, Deoleo (que en 2015 fichó como directivo a su hermano) o, más recientemente, Naturgy.

Con raíces en Villamanrique, un humilde pueblecito de Ciudad Real en el Campo de Montiel, en las faldas de Sierra Morena, Javier de Jaime es Licenciado en Derecho por la Universidad de Comillas (ICADE) y MB por la Universidad de Houston. Se incorporó a CVC en 1997, cuando tenía 33 años, coincidiendo con el aterrizaje de la firma en España. Ha representado al fondo en los consejos de administración de algunas de las mayores compañías españolas. También ha sido consejero independiente de empresas como Prisa, donde fue vocal hasta 2021. 

Hoy, es la quinta persona con mayor participación en el fondo, con ese 3,5%. Con 1.154 empleados y más de 125 empresas participadas en todo el mundo, CVC es una de las mayores firmas de Europa de su sector. La entidad tiene 186.000 millones bajo gestión y aspira a empezar a cotizar con una valoración de hasta 15.000 millones. Se fundó en 1981 vinculada a Citigroup y se independizó del banco en 1993.

CVC es accionista en España de gigantes como Naturgy (en la que está negociando vender su 20% a la firma pública emiratí Taqa con plusvalías multimillonarias), Tendam (dueña de Cortefiel) o la Liga de fútbol.

En una de sus escasas apariciones públicas, un foro organizado hace unos meses en Málaga por Diario Sur junto a sus colegas Iñaki Cobo (del fondo KKR) y Pedro López (Permira), De Jaime se declaraba “muy optimista a medio plazo” y afirmaba que España sigue presentando oportunidades para el capital riesgo porque sus compañías tienen un tamaño relativamente pequeño comparado con otros países: “Sigue habiendo mucho dinero en nuestro sector”.