Inditex considera que el impacto en el grupo de una salida del Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo no será "significativo", según se recoge en el informe sobre resultados semestrales remitido este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Entre los principales riesgos derivados del brexit, el grupo ha identificado potenciales retrasos en el tránsito de la mercancía, impactos económicos derivados de la imposición de aranceles y de la fluctuación de la divisa y posibles restricciones en la libre circulación de personas, "así como los derivados de los riesgos contractuales o de gestión de terceros clave".
No obstante, asegura que, a pesar de la transcendencia de un brexit sin acuerdo, "el ejercicio de análisis pone de manifiesto que el riesgo residual para el grupo, una vez implementadas las acciones de mitigación, no sería significativo".
Actualmente, la compañía cuenta en el país con 108 tiendas, más de la mitad de ellas (63) de su enseña de cabecera Zara.
En el documento, el mayor grupo de distribución textil añade que si bien existe cierta incertidumbre sobre la fecha para el brexit, así como sobre cuáles serán los acontecimientos futuros al respecto, una salida sin acuerdo supondrá cambios en el entorno normativo en el que opera el grupo en Reino Unido, así como en la relación comercial entre Reino Unido y la UE, al pasar ésta a regirse por las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Este cambio se traduciría en que el comercio transfronterizo estaría sujeto a controles aduaneros y aranceles, destaca la compañía.
Por otra parte, el grupo explica que los cambios geopolíticos, demográficos y socioeconómicos, desencadenantes del riesgo país, en los países de aprovisionamiento o distribución, o la retracción del consumo en determinados mercados, así como las modificaciones acusadas en los ciclos climáticos que pueden afectar a los patrones de demanda, son, entre otros, "factores que podrían incidir en la consecución óptima de los objetivos de negocio".
"Además, la fuerte competitividad que existe en el sector, impulsada por las nuevas tecnologías y las innovaciones disruptivas, podría condicionar la capacidad para competir en un entorno en el que el perfil del consumidor está en constante evolución", recoge el documento.